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Lynyrd Skynyrd ofrecen un cierre de ensueño para el Rock the Ring

Lynyrd Skynyrd ofrecen un cierre de ensueño para el Rock the Ring

Rock the Ring – 22 de Junio’19 – Hinwil (Suiza)

King Zebra

Estrenando el escenario principal el último día de festival teníamos a King Zebra, una banda de Zurich cuya trayectoria apenas data de 2012, pero que cuenta en sus filas con un valor seguro, el vocalista Eric St. Michaels, procedente de la legendaria banda de los 80 China. Con St. Michaels a la cabeza, era sin duda un gran reclamo que despertaba nuestra curiosidad de verlos.

  

Al igual que para los allí presentes, que aunque fuera primera hora de la tarde ya estaban en primera fila cantando sus canciones. Si más no son 7 años ya aunque con un solo disco, del que nos ofrecieron alguno de sus temas como “Bad reputation”, “Bad Idea”, “Man in the mirror” o “Like a Hurricane”. Aunque el escenario fuera enorme no se les veía pequeños para nada, con su propuesta que interesó a todo el mundo y que esperemos que puedan enseñar a Europa y demostrar una vez más el rock que se cuece en Suiza.

Susana Manzanares

Firerose

Abríamos el último día de B-Stage con los locales Firerose, grupo con más de una década de actividad pero solo con un disco editado “Devil on high heels”.. quizá por eso Souls of Rock ha decidido darles una oportunidad y ayudarles ya que se merecen mucho más por su innegable potencial.

  

Al ser de los primeros grupos del día no tuvieron mucho tiempo en tocar, solo tocaron 5 temas como “Get it all”, “Touchdown”, “Devil on high heels” o “Wheels of fire” para acabar. Grupo como decíamos con un más que demostrable potencial y futuro, liderados por su cantante Philipp y su torrente de voz junto a Simi y Flo a las guitarras, que tampoco se quedan atrás. Esperamos que cojan rodaje y puedan ir subiendo peldaños para que la gente vea que en Suiza hay mucho más rock y metal del que se conoce.

David Aresté

Jared James Nichols

La bestia de Wisconsin llegaba a Hinwil para poner los acordes más crudos al festival. Ya hace dos años de su último “Magic” en el que se dedicó a girar por toda Europa y ahora era el momento de presentar esos temas junto a el resto de su repertorio en el festival. Llevaba otra banda desde que hizo la gira por España, y tampoco hemos podido encontrar de quien se tratan, así que perdón por no llamarles por su nombre.

   

Lo que nos quedamos de su concierto por España es la vitalidad, la garra y la pasión con la que toca Jared James cuando está encima de un escenario. Tanto es así, que alarga más de la cuenta sus improvisaciones haciendo algunas partes sin sentido, pero bueno… aquí no tenía mucho tiempo como un show propio y se contuvo en sus interpretaciones para centrarse en tocar todo su setlist. En formato trío, el grupo dio un recital de blues de lo más crudo y potente rock’n’roll… con sentimiento, fuerza y técnica. Si que tuvimos la versión del “N.I.B” de Black Sabbath que animó a los allí presentes además de los temas de Jared que sonaron. Siempre es un placer verle, suponemos que a base de los años acabará templando ese fuego interno cada vez que coge una guitarra y se centrará mucho más en interpretar sus canciones que son lo que verdaderamente importa, y con lo que verdaderamente nos tiene que hacer sentir.

David Aresté

Midnight Oil

Y llegamos al turno para la banda más sorprendente del festival. Sorprendente por ser de esas bandas que uno no piensa en que pueda ver nunca en directo y no porque Australia quede lejos que lo está, sino porque no es lo que se dice una banda mainstream al uso en la actualidad. El Rock The Ring está lleno de sorpresas y la golosina este año era Midnight Oil, una banda de hard rock alternativo/progresivo que comenzó su andadura por las playas del norte de Sidney a mediados de los setenta reconocida por su intenso compromiso y activismo político que vuelve a los escenarios europeos después de su última y larga gira hace dos años en la que recorrió además Sudamérica y Estados Unidos y por supuesto Australia, tras haber pasado por distintas idas y venidas y periodos de inactividad.

  

Encabezados por el enorme carisma de su cantante Peter Garrett, quien además compaginó su carrera musical con la política llegando a ser ministro en su país, a lo largo de su historia la banda se ha caracterizado por su apoyo a diversas causas de justicia social y ambiental. Esto sumado a una intensa actividad compositiva, grabando álbumes en Inglaterra y Japón que llegaron a lo más alto de las listas australianas alcanzando su máximo nivel de popularidad a mediados de los ochenta con temas como ‘Beds Are Burning’, ‘Blue Sky Mine’ o ‘The Dead Heart’ que dieron la vuelta al planeta y que todo el mundo ha tarareado alguna vez. En Hinwil quedó bien claro. Personalmente, creo que ha sido un enorme privilegio ver a esta banda en directo, de esas bandas que sin ser necesariamente de tu estilo abren un nuevo capítulo en la carpeta de ‘conciertos importantes’ que todos llevamos dentro.

Susana Manzanares

Supernova Plasmajets

Antes de llegar al último peldaño del festival del último día, había que hacer la última visita al B-Stage para conocer a Supernova Plasmajets. Estos alemanes con poco más de 5 años de actividad cuentan con un disco a sus espaldas (autotitulado), editado en Europa por el prestigioso AOR Heaven y en Japón por una filial de Sony… todo ello bajo la denominación de una visión moderna del Hard Rock de los 80.

  

Tuvieron más tiempo para tocar llegando a los 8 temas, todos de ese disco. Su estética es de lo más rompedora y visual, como todas las bandas deberían cuidar y potenciar. Casi uniformados de los mismos colores, con barras de luz led en el escenario (también de los mismos colores) nos dejaron unos temas muy potentes y pegadizos como “Backwards”, “Fade away” o “Turn off the lights”. Puesta en escena con ganas con Jennifer Crush a la cabeza, pretendiendo ser la hermana pequeña de Lzzy Halestorm que ayuda a ese bloque compacto que ofrece el grupo. Parece ser que están en posición de despegue, esperemos que les vaya bien (como decimos parece que les está yendo), se quiten todas esas influencias y salten de gira por Europa.

David Aresté

LYNYRD SKYNYRD

Y ahora sí, llegó el momento más esperado de los tres días, el momento de Lynyrd Skynyrd y la razón por la cual, y damos gracias por el descubrimiento, acabamos en el Rock The Ring, no nos vamos a engañar. Una ocasión así se presenta pocas veces y si como en este caso además es la última, la última oportunidad de ver a la banda en directo en su gira de despedida, asistir era de obligado cumplimiento. Su paso pocos días antes por otros escenarios europeos y las buenas nuevas que nos llegaban acrecentaban aún más nuestras ganas, así que con el pulso acelerado y cruzando los dedos para que no cayera otra de agua como la de la noche anterior, llegó el momento en que se apagaban las luces y tras laintro de Thunderstruck y la proyección de un medley de grandes clásicos del rock simulando el dial de una radio antigua comienza por fin a sonar ‘Workin’ For MCA’.

  

Tan sólo unos segundos y -aunque lo sabíamos ya- uno se da cuenta de que lo que tiene delante es la perfección pura. Un pedazo real y en carne y hueso de la historia viva del rock delante de nuestras narices de mano de una de las bandas más representativas de todos los tiempos. Uno dice a sus amigos emocionado, Voy a ver a Lynyrd Skynyrd! A quien? A los de Sweet Home Alabama.. Ahh si! No hay nadie sobre la faz de la tierra que no la conozca, y aunque no sea su mejor tema, es la que les dio la fama y sólo por eso bien se ha ganado todos los respetos.

Por todas esas veces que uno se pregunta si merecen la pena las horas de pie, los viajes, el cansancio y todos los esfuerzos realizados, con todos ellos delante la respuesta es sí, merece la pena. ¿Cómo no va a merecer la pena escucharles tocando como maestros, sin fallos, al natural y desde las tripas ‘What’s Your Name’, ‘That Smell’, ‘Gimme Three Steps’, ‘Simple Man’ y por favor, la magia de ‘Free Bird’ y el mejor sólo de guitarra de la historia…?

   

Despues de tantos años y con un estado de forma que ya quisieran veinteañeros, están por última vez recorriendo Europa con unos shows perfectos dejando el listón en lo más alto para despedirse a lo grande, como ellos, para decir adiós a su ‘Skynyrd Nation’ que les lleva siguiendo desde hace más de cuarenta años y ha ido creciendo con otros tantos que se han ido subiendo por el camino. Ahí está Gary Rossington a pesar de todas las dificultades pasadas, ahí está Johnny Van Zant continuando el legado familiar, el gran Rickey Medlocke, el que se fué y volvió… Todos y cada uno de ellos, los que están y los que se fueron estarán siempre en el recuerdo y serán siempre los Street Survivors, narradores de un pedacito de la historia de la música. Para quienes entendemos la música como una pasión que va aún más allá, en un concierto como este se te caen de golpe todos los esquemas, no sabes dónde mirar, quieres verlo todo, escuchar todo, memorizar todo, cada nota, cantar, corear… llorar. Todas las emociones juntas se comprimen en dos horas que ya puede caer el diluvio universal (que al final cayó) que estás ahí y todavía no te lo crees.

Susana Manzanares

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