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Rhapsody of Fire firman una noche interesante de Power Metal a su paso por Madrid

Rhapsody of Fire firman una noche interesante de Power Metal a su paso por Madrid

Rhapsody of fire + Thornbridge + Aquelarre – 22 de Febrero’19 – Sala Caracol (Madrid)

No pasó ni un año y ya teníamos en España a otra versión de Rhapsody, que comenzaban gira en Madrid presentando su nuevo disco “The Eight Mountain”acompañados de Thornbridge y Aquelarre.

Texto y fotos: David Aresté

Es algo ya clásico las luchas internas de los italianos, o si más no de las dos partes de Rhapsody. Recordamos que el anterior capítulo fue la gira de 20 aniversario del grupo con Turilli y Lione bajo el nombre de Rhapsody (donde no colaboró Staropoli) y ahora vienen estos presentando este nuevo disco, para que luego les toque el turno de nuevo a ese nuevo Rhapsody que han formado bajo el nombre de Rhapsody Turilli/Lione que ya están preparando disco que editará Nuclear Blast. En un principio en estos Rhapsody of Fire era donde habían más miembros originales de la formación quedando Turilli como miembro “solitario” haciendo sus extrañas composiciones, pero resulta que ha acabado siendo al revés y ahora Staropoli es el único que está en este bando manteniendo lo que es para él la esencia y raíces de todo este embrión.

Volviendo al contexto del concierto nos plantábamos a final de semana sin tener mucho tiempo extra después de salir del trabajo ya que la apertura de puertas y el inicio de Aquelarre era antes de las 19h al ser tres grupos. De nuevo Madness Live! Optó por dar la oportunidad a una banda nacional y en este caso fueron los gallegos Aquelarre quienes abrieron la noche, presentando su nuevo disco “Suevia” ante los pocos que pudieron llegar a tiempo. Como siempre, sin espacio para tocar y alrededor de 30 minutos es en lo que se centró la actuación de los vigueses que aunque tuvieron todos los problemas de abrir la noche salieron con muchas ganas, sobretodo su cantante Icko que demostró su versatilidad vocal yendo de tonos melódicos a guturales feroces demostrando su valía encima del escenario. Christian a los teclados no se oyó mucho por no tener un buen sonido pero si el resto de la banda demostrando contundencia, Ramón y Cristóbal a las guitarras, Ricardo al bajo y David a la batería.

  

“Jakobsland”, “Romasanta”, “Arcilla y mármol” o “Galicia 19” fueron alguno de los temas que tocaron y que celebraron más de uno. Sorpresa interesante la de Aquelarre que como siempre nos quedamos con ganas de más, esperemos verlos de nuevo con set completo para ver su verdadero potencial.

Momento de cambios en el escenario para despejarlo un poco más para que tocasen los alemanes Thornbridge, y ya de paso que continuara llegando más gente. Los alemanes, un año más viejos que Aquelarre venían presentando su segundo disco “Theatrical Masterpiece” editado por Massacre Records, manteniendo la tradición del power metal de donde vienen, aunque mucho más técnico y veloz. Dos discos para más de diez años son pocos para ver el desarrollo del grupo, pero lo importante es que estaban en la carretera de nuevo y podíamos disfrutarlos durante unos 45 min aprox.

  

Anclados en sus tres micrófonos el cuarteto nos ofreció un repertorio basado en esos dos discos donde pudimos oír temas como “Theatrical Masterpiece”, “Demon in your heart” o “The Dragon’s reborn”. Tuvimos momentos de todo, de linealidad por falta de interacción con el público pero también los estribillos y ritmos galopantes nos hicieron meternos en el concierto y disfrutar de partes guitarreras de Mo y Pat, concentrados en los ritmos complejos de los temas de Thornbridge.Recibieron una mejor respuesta aunque ellos mismos se pusieron palos en las ruedas al mostrarse un tanto fríos, por lo demás gustaron y con ganas de que tengan más discos para que se animen a venir con su propia gira y disfrutarlos de otra forma.

Últimos cambios de la noche para preparar la apertura de puertas al mundo de fantasía y dragones (italiano?) de Rhapsody of Fire con su nuevo cantante Giacomo Voli, que se estrenó en aquel “Legendary Years” de 2017 (junto al batería Manu) que repasaba y regrababan los mejores temas del grupo. Ahora se plantaron en Madrid el mismo día que salía su nuevo disco “The Eight Mountain” y no sabíamos como iban a plantear el setlist.

  

La verdad es que no les importó mucho ya que lo tocaron casi entero equilibrándolo con temas de otros discos, causando como es obvio subidas y bajadas en la gente ya que como es normal los temas nuevos casi no los habían escuchado, por no decir que no los conocían apenas. Aún así el trabajo fue encomiable y sonaron temas como “Master of Peace”, “The courage to forgive” o “Warrior Heart” de ese nuevo disco o “Dawn of victory”, “Holy Thunderforce”, “Flames of revenge” o “The March of the Swordmaster” de los antiguos obteniendo mejor respuesta del respetable. Acabaron con un “Land of Inmortals” que no tocaron en Barcelona el día anterior y una aclamada y vitoreada “Emerald Sword” que siempre emociona hasta los camareros de la sala.

Alex está en su derecho de seguir con la banda ya que es la que fundó y por la que sigue apostando, pero sin duda que la sombra de Lione y Turilli es alargada y vemos pobre una sola guitarra, y Giacomo lo hace muy bien y tiene muchas ganas… pero el hecho de oir toda la vida los temas sin agudos nos produjo un cierto agobio en muchos momentos de la noche. Alex estuvo contento y feliz demostrando lo que decíamos del funcionamiento de su grupo. Otro gran momento resultó ser la adaptación de la balada “The wind, the rain and the moon” a “Sin un adiós” cantada a voz y piano por Giacomo y Alex creando una bonita atmósfera que el público correspondió con una gran ovación.

  

Como se habrá podido ver somos más de Lione y Turilli, pero eso no queda en valorar todo el trabajo de Alex y sus compañeros que nos trajeron un gran concierto correspondiente a una banda de un nombre como el suyo. El hecho de quedarse solo y no tener ningún pilar de creación que formaba las raíces del grupo, hace que puedan sonar igual que siempre, o poder haber cambiado de nombre del grupo para poder hacer otra cosa distinta. En definitiva, aún existe el power metal como pudimos ver esa noche y con muchos adeptos interesados en ello. Sorpresa para Aquellare, indiferencia para Thornbridge y sin cambios para Rhapsody of Fire que de bien seguro muy pronto volveremos a ver sus compañeros..

Texto y fotos: David Aresté

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