El concepto de super grupo nunca se ha llevado tan al extremo, y nunca con un nombre tan “apropiado” para quien van a hacerlo. Sons of Apollo editan este primer “Psychotic Symphony” con su correspondiente gira mundial.
David Aresté
Tras el parón con The Winery Dogs, el final de Twisted Sister y el acabar su periplo mundial con la Neal Morse Band, Mike Portnoy necesitaba saciar su hiperactividad musical… así que retomando la amistad con el bueno de Derek Sherinian volvieron a juntarse para ser los Del Fuvio Brothers y comenzar otro super proyecto progresivo… que con quien? Pues no se quedan atrás ya que reclutan a Ron Thal “Bumblefoot” a las guitarras, Billy Sheehan al bajo y Jeff Scott Soto a la voz. Ellos son los hijos de Apolo, los defensores de la belleza, la armonía y la perfección, todo lo que pretenderán transmitirnos en este disco o al menos parte de ello, ya que una sinfonía psicótica no es que sea muy bello que digamos,pero bueno…. dibagaciones aparte a su ego, sus cualidades, experiencia, o como se le quiera llamar, pueden pretender ponérselo.
Como era de esperar no íbamos a encontrar más de 10 temas, tenemos 9 con más de uno con duración fuera de lo normal. El primero está dedicado a su “padre”, “God of the Sun” comienza con una armonía conjunta de teclado, bajo y guitarra para que entre Soto en un tema bastante metalero en el que imprime algo de melodía en el estribillo… a nivel rítmico en los puentes se va repitiendo el riff del principio entre los tres. Como es un tema de 11 minutos a mitad se transforma en una especie de balada entre Soto y Sherinian para dar paso al primer delirio instrumental de la base rítmica, 4 minutos de desarrollos, solos, cambios de ritmo de guitarra, teclado, bajo y aun queda tiempo para que Soto vuelva a rematar el tema.
Turno para el single del disco “Coming Home”, un corte más metalero que progresivo, con una gran base y un gran trabajo de Soto a la voz como hemos visto que hace y hará a lo largo del disco, pensábamos que lo haría más pero Portnoy solo se asoma al micro en este tema para cantar en algunos momentos. Es la carta de presentación a todo el mundo y por eso no hace falta dar sorpresas o de que es capaz el grupo, como decimos nada extraño salvo algunos solos de Ron Thal o Sherinian. “Signs of the Time” sigue la misma estela que el tema anterior, podría ser algún tema de los proyectos melódicos de Soto pero se nota el ritmo marcadísimo de Thal y Sheehan haciéndolo denso y con distorsión, luego en el solo tenemos un mini desarrollo instrumental de Thal, Sherinian y Portnoy.
A 8 minutos sube “Labyrinth” con un ritmo más alternativo protagonizado por las 7 cuerdas de Thal, los teclados de Sherinian y la voz de Soto imprimiendo potencia y melodía cuando se requiere. La sensación de laberinto las ponen dos partes instrumentales de toda la banda donde vuelven a mostrar su destreza técnica y su forma de complicarse la vida. “Alive” baja a 5 minutos, algo mucho más tranquilo, con Soto siempre dando una gran interpretación en estrofas y estribillos… es un momento de in pass para tranquilizarse de tanta técnica y armonía, el único toque lo pone Thal con un curioso solo al final del tema.
Con “Lost in Oblivion” vuelve la locura, los yunques ardiendo y los engranajes funcionando a todo gas… Portnoy cabalgando entre sus tambores, tejidos entre los riffs de Ron Thal y Sheehan mientras que Soto nos recuerda al mejor Russell Allen debido a su grado de embrutecimiento y soltura al cantar el tema. Conscientes del anterior corte, “Figaro’s Whore” es un intermedio de 30 segundos de piano para respirar y tranquilizarse por el tema anterior y por como acaba el disco.
Le sigue “Divine Addiction”, otro tema que podría haber sonado en cualquier proyecto de Soto con cierta recuerdo a Purple por parte de Sherinian aunque Portnoy y Sheehan si que le dan la vuelta de tuerca al tema, sobretodo al final en el que Sherinian saca sus orquestaciones para darle un regusto más épico. En el lado hard hay un mini solo de Ron Thal que acompaña a los dejes de Soto. Y ya para acabar vamos con el tema más largo y que por el contrario menos podemos decir porque básicamente es imposible de los detalles y técnicas que tiene. “Opus Maximus” son 10 minutos de delirio instrumental al que le dan rienda suelta los 4 instrumentistas y quizá demuestren porque son los hijos de Apolo.
Gran disco de 4 grandes, de 4 ases, de 4 hiperactivos, que convencen a Soto para que ponga voz a sus temas psicóticos… no hay que dejarlo atrás ya que Soto ralla un gran nivel correspondiente al disco y por eso evidente lo han llamado. Disco progresivo de alto voltaje, mezclado con ciertos retazos de hard que suponemos los introduce Soto. Recomendado para aquellos amantes de lo complejo y lo técnico llevados a extremos que solo gente como los miembros de la banda pueden llevar. Como no podría ser de otra algo tan progresivo debe acabar en un evento progresivo (por excelencia) , así que Sons of Apollo ya están confirmados para el Be prog… my friend! Fest’18, contamos los días para su visita.
David Aresté
Temas:
01 – God of the Sun
02 – Coming Home
03 – Signs of the Time
04 – Labyrinth
05 – Alive
06 – Lost in Oblivion
07 – Figaro’s Whore
08 – Divine Addiction
09 – Opus Maximus