Therion + Imperial Age + Null Positiv + Midnight Eternal – Razzmatazz 2, Barcelona. 25/02/2018

Therion, los pioneros del Metal sinfónico vinieron a Barcelona para presentar su nuevo trabajo “Beloved Antichrist”, un álbum algo aburrido que, sin embargo, supieron defender magníficamente en directo, convirtiendo el que esperaba que fuese un concierto igualmente aburrido en el mejor de lo que llevamos de año.

Texto y fotos: Quim Torres

Después de las actuaciones de los estadounidenses Midnight Eternal y los alemanes Null Positiv el público cubría ya buena parte de Razzamatazz 2 y estaba caliente para ver a Imperial Age, una formación rusa que también venia a presentar su reciente trabajo de ópera-metal titulado “The Legacy of Atlantis”.

  

La parafernalia estética de temática fantástico-bélica, por llamarla de alguna manera, nos indicaba el punto teatral de la banda, que complementaba con movimientos más o menos coordinados entre los 3 cantantes. No obstante, fueron bastante fríos y no creo que acabasen de conectar del todo con el público. Aunque los vocalistas fueron realmente impecables, sus canciones son algo planas y carentes de interés instrumental, más aún si contamos que los instrumentos más importantes, después de las voces, eran samplers.Sin embargo, hubo algunas de las últimas canciones que despertaron mi interés y animaron bastante al público, como “Aryavarta” o la cañera “Anthem of Valour”. Finalmente, cerraron sus 50 minutos con “And I shall find my Home”, con un público que ya se notaba impaciente por ver a los cabezas de cartel y poco entregado a escuchar otra canción de Imperial Age.

Después de los minutos de espera de rigor, empezó a sonar la orquestración (también en samplers) que anunciaba la llegada de Therion mientras subían los músicos al escenario, recibiendo con una especial ovación al líder de la banda Christopher Johnsson , que aparecía con su característica estética cercana al Steampunk. Curiosamente, Therion empezaron por el final, con “Theme of Antichrist”, el título que cierra las 3 horas de su último trabajo, a la que se iban añadiendo los diferentes cantantes, Thomas Vikström, Lori Lewis y Chiara Malvestiti.

  

De una canción nueva pasamos a una de bien conocida, “The Blood of Kingu” se ganó el público para el resto del concierto, mostrando un directo muy potente que no bajaría su nivel en toda la actuación y, en todo caso aumentaría, como en la siguiente canción, “Din”, que contó con la espectacular colaboración a los guturales de Elli Berlin, la imponente cantante de Null Positiv.

Otras dos canciones de su nuevo trabajo sonaron, “Bring her Home” y “Night Reborn”, y destaco aquí la interpretación de Vikström, que me resultó excelente, frente a lo que me había parecido que en estudio sonaba demasiado impostado y poco natural, con lo cual superó con creces mis expectativas. Pero para amplitud de registros y virguerías vocales, las que demostraron los tres cantantes en canciones clásicas y contundentes como “Nifelheim”, “Ginnungagap” y “Typhon”, que volvieron loco al público.

   

La puesta en escena de Therion es tan impecable como su interpretación y, con ella, consiguen ganarse muy bien al público, sumándole todo un juego de luces que lo hacen todo mucho más espectacular, lo que, al final, es lo que te gusta esperar de un concierto, que un grupo no toque canciones sin más, sino que vaya más allá y consiga envolverte, y Therion son un buen ejemplo de esta práctica.

Así, después de otra tanda de buenos temas, nuevos y clásicos como “Temple of New Jerusalem”, “An Arrow of the Sun” y “Wine of Aluqah”, entre gritos que coreaban el nombre de los anfitriones de la noche, empezó a sonar el mágico arpegio de “Lemuria”, la suave canción que sirvió para descansar un poco antes de entrar en la recta final de temazos que nos tenían preparados, empezando por el gran “Cults of the Shadow”, donde el batería pudo tener su pequeño momento de lucidez en un corto solo en medio de la canción.

  

A esta le siguieron otras como “The Khylisti Evangelist”, “My Voyage Carries on”, “The Invincible”, con las que fue aumentando el nivel de intensidad y de emoción del público hasta llegar a “Der Mitternachtslöwe” y “Son of the Staves of Time” que cerraron la actuación a la espera de los bises de rigor, que el público, con muchas ganas, pidió inmediatamente.

Y los bises no podían estar más bien elegidos, volvieron a subir al escenario con la conocidísima “The Rise of Sodoma and Gomorra”, a la que le siguieron unas palabras del mismo Johnsson, que no había hablado hasta entonces, y que aprovechó para picar al público apelando al sentimiento nacional y diciéndonos que en Madrid gritan más. Así que, a la orden de <<shout Catalonia!>>, los asistentes gritaron el título de la última canción, que sería, como no, “Mega-Therion”, la cual alargaron con algún solo de más y diálogos de gritos entre Vikström y el público, creando un final realmente épico que se llevó una merecidísima gran ovación.

  

Estoy seguro de que Therion consiguió entusiasmar a todo el mundo, incluso a aquellos que no fueran grandes seguidores de la banda o que no les gustara demasiado su último álbum, entre los cuales me incluyo; quizás esto es lo que les hace ser una gran banda, que te harán disfrutar un directo dejando tus preferencias a parte y rompiendo todas tus expectativas.

Texto y fotos: Quim Torres