Dieciocho años han pasado desde que cuatro adolescentes finlandeses se juntaran por primera vez para hacer algo de funky. Poco podrían imaginarse en sus inicios que celebrarían su mayoría de edad como grupo presentando un disco con temas tan diferentes a los que hacían por aquel entonces (aniversario, por cierto, que tuvo lugar precisamente en su concierto en Barcelona). Este disco, al igual que el propio grupo, recibe el nombre de The Rasmus, y fue lanzado el 18 de abril de este año, 2012.
Marta Coscujuela
Nota:7/10  

 

Como decimos, la evolución de los de Helsinki ha sido, cuanto menos, impredecible. Cierto es que son mundialmente e inevitablemente conocidos por su álbum Dead Letters y particularmente por su single In The Shadows, con el que llegaron a nuestro país, y muchos creen que aquí comenzó su historia. Pero lo cierto es que su discografía se compone de ocho discos de estudio, además de un par de recopilatorios, material más que suficiente con el que explorar diversos estilos, entre los que encontramos el ya comentado funky (que todavía interpretan en sus directos) al pop, rock alternativo, sinfónico…

En esta ocasión llegan con un trabajo que abarca los estilos que han ido explorando en su historia (excepto el funky) dándole quizás un toque más accesible aunque tal vez más maduro. Mientras que en sus tres últimos trabajos (desde el tan aclamado y criticado Dead Letters) la apuesta era clara por la contundencia así como la creación de melodías con un patrón de composición bastante claro, en este caso el cuarteto demuestra interesarse más por la originalidad de sus temas y por la construcción de una entidad clara de cada uno de ellos.

Además del uso de los instrumentos que ellos mismos tocan -guitarra, bajo y batería- la banda hace un fuerte uso de otros sonidos como de instrumentos sinfónicos (como ya habían hecho con anterioridad), coros (que en algunos casos me han llegado a recordar a grupos de pop británico como Coldplay) y, lo que es novedad, elementos de música disco. Esto puede resultar sorprendente para aquellos que no sepan que su vocalista y compositor, Lauri Ylönen, ha grabado un disco en solitario de música electrónica.

Otro detalle a destacar es que, pese a mantener en cierta manera su personalidad, The Rasmus se han despojado en gran medida de muchos de los elementos "oscuros" con los que cargaban que, si bien eran una de sus grandes señas de identidad, también los convertía en blanco de crítica que los acusaba de proyectar una imagen que no se correspondía con su música, solo por comercializarse. Esto lo vemos por una parte en sus videos (I’m a mess, que pese a mantener los tonos negros y las plumas de cuervo en la cabeza de Lauri más bien parece un video de algun grupo como The Killers; y Stranger, en la que directamente se prescinde de cualquier elemento oscuro) y por otra en sus letras, que exploran otros sentimientos además de la tristeza y otros aspectos de la vida además de la muerte, temas que hasta ahora imperaban casi por completo en sus composiciones. Eso sí, sin perder demasiado de vista esa melancolía que los caracteriza.

Pasemos a hablar de los temas que componen el disco. Este se abre con Stranger, que como ya hemos apuntado ha sido single -el segundo-. Los primeros dos minutos del CD se desarrollan en un crescendo perfecto no solo para guiar al estribillo sino para darle al oyente ganas de escuchar el resto del CD, y para hacerle comprender que este no va a ser el disco de rock alternativo que se esperaría de los creadores de Dead Letters si no algo que se acercaría más al pop en el mejor sentido de la palabra, con toques europeos tanto nórdicos como británicos.

Le sigue I’m a Mess, primer single del álbum y uno de los cortes más disco, no solo por los samples electrónicos si no por la aportación de todos los instrumentos (la bateria con su bombo y hi-hat constantes, el bajo con sus octavas en lugares estratégicos, el efecto en las notas que deja caer la guitarra…). A esto es a lo que nos referíamos con anterioridad al hablar de la importancia que cobra la creación de una entidad en cada canción. El tema en sí, como buen single que es, no puede tener otra descripción que pegadizo, pero no por riffs repetitivos y melodías fáciles soportados por bases rítmicas machaconas si no por la coherencia interna del tema (aunque, evidentemente, la melodía es igual de fácil de recordar que las de sus anteriores hits).

A continuación llegamos a It’s Your Night, el otro tema pegadizo por excelencia del álbum y con bastantes números de convertirse en single también. Se trata de un tema sorprendentemente positivo para lo que nos tienen acostumbrados los finlandeses, aunque aún así de algún modo conserva cierta melancolía. Tal vez esta ya viene implícita en la voz de Lauri o en las melodías de las composiciones, aunque apostaría que las notas que salen de la guitarra de Pauli tienen mucho que ver. Algo a destacar de esta canción, que considero muy positivo para un tema con aspiraciones pop (que es claramente el objetivo de esta canción) es que no sólo tiene un estribillo pegadizo y particular sino que parece imposible despegarse incluso del propio verso que, a diferencia de en muchos temas similares (incluso me atrevería a decir en el propio I’m a mess que acabamos de escuchar) no está "de relleno. "

Llega ahora el momento del tema tranquilo, agradable, que en esta ocasión lleva por título Save Me One More Time. Se trata de una canción del estilo de Chill, Sail Away, Justify… aunque tal vez con menos madera de single que las nombradas. Consiste en un estribillo sencillo y bien construido, fácil de escuchar aunque tal vez peca de demasiada sencillez y musicalmente tampoco tiene mucho más a destacar.

Someone’s Gonna Light You Up es tal vez el tema más "duro" del álbum, más parecido a lo que fuera Dead Letters, persiguiendo contundencia y, en definitiva, un sonido más propio del rock alternativo que lo que hemos escuchado hasta el momento, sobretodo en la parte del verso. Sin embargo para nada llega a desentonar, si no que queda muy bien encajado entre los demás temas del disco. De hecho seguramente de encontrarse en alguno de sus tres discos anteriores nos pareceria más suave, pero es precisamente en la riqueza del contraste mesurado donde encuentra su lugar.

El ecuador del trabajo recibe el nombre de End of The Story, un tema que nos devuelve a esta faceta suavizada de The Rasmus. No se sabe si por la sencillez de su melodía o directamente por el gran número de veces que se repite, el estribillo de esta canción perdurará en la memoria después de la primera escucha, siendo el verso algo difícil de recordar ya que, como comentábamos, esta es una de esas veces en las que este parece estar para rellenar. Recuperan aquí algo del estilo del que hacían gala en los temas suaves de Into, sonido pop tranquilo sin demasiadas complicaciones con una melodía clara apoyada por todo lo demás.

Más garra tiene You Don’t See Me, con un estribillo más adecuado para el directo (aunque de momento no la toquen sobre los escenarios). Aunque tiene una base rítmica más presente que en el tema anterior o en Save Me One More time, no persigue un sonido contundente, así que podríamos definirla como pop-rock, con un estribillo animado cuya función es poner al oyente de buen humor, aunque la letra no sea precisamente motivadora. Más allá de la primera impresión y pese a la frivolidad de esta descripción podemos comprobar que existe un trabajo compositivo de juegos de voces y sonidos (presente de hecho en todos los cortes) que le da una calidad superior a temas de un estilo similar. No hay que olvidar que más allá de si se trata de un grupo más comercial o menos, The Rasmus son músicos curtidos por el tiempo y además cuentan con una buena producción.

Volvamos a los temas individuales. Somewhere, canción con mucha presencia de la guitarra, tanto las rítmicas (acústica y eléctrica) como el efecto de la lead eléctrica sobre esta. En esta ocasión el verso supera con mucho al estribillo. De nuevo se trata de un tema suave pero de índole positivista, cuyo objetivo es subir el ánimo, esta vez sí, acompañado por la letra. Muy buena elección para después de You Don’t See Me, en mi opinión.

Más efectos de guitarra para el inicio de Friends Don’t Do Like That, tema con el que recuperamos la potencia de The Rasmus, sobretodo en el estribillo en el que se desata una fuerza que residía en la tensión del verso. Muy interesante también la base instrumental del tema, ya que de nuevo no busca la contundencia por sí misma sino que crea un conjunto sonoro con lógica en sí mismo, lleno de detalles.

Terminamos con Sky, tema que no está destinado a recordarse como uno de los mejores de la banda. El inicio, un verso muy contenido, parece prometedor pero el estribillo melódico en el que estalla es bastante genérico y tampoco se presta mucho a la memoria. La parte hacia final de los coros recupera el interés y reclama la atención del oyente. Seguramente esta parte es la que justifica la elección de este tema como el cierre del disco, ya que en cierta medida apela a la emoción del oyente, que es como deberían acabar, a mi entender, los discos de géneros no exclusivos: dejando al oyente preparado para pedir más.

En conclusión, buen disco de la banda finlandesa explorando terrenos más accesibles pero de manera más madura.

Pese a ser acusados de aprovecharse de la moda y no ser más que un boom, lo cierto es que The Rasmus han demostrado con creces ser mucho más que In The Shadows, tanto antes como después del lanzamiento del álbum que contenía tal single, hace ya nueve años. Aunque en los dos álbumes siguientes (Hide From The Sun y Dead Letters) siguieron en cierta manera la estela que se marcaron en su día, con su homónimo podemos decir que se han sobrevivido a sí mismos y han encontrado un estilo más personal y se han desmarcado de la moda en la que se les encasillaba (si es que casi una década después se le puede llamar moda) sin perder los rasgos que les identifican. Tal vez por el hallazgo de esta individualidad han decidido poner a su octavo disco el nombre de la banda. Ahora esperamos conocer el futuro de su historia musical para saber si este ha sido un disco de transición y volverán a redefinir su estilo o si lo van a adoptar como estable. De momento cuentan con un nuevo single llamado Mysteria y compuesto especialmente para el tour en el que se encuentran immersos.

Marta Coscujuela

Temas:

01 Stranger
02 I’m A Mess
03 It’s Your Night
04 Save Me Once Again
05 Someone’s Gonna Light You Up
06 End Of The Story
07 You Don’t See Me
08 Somewhere
09 Friends Don’t Do Like That
10 Sky