Dios salve a la reina – 16 de Noviembre’17 – Palau de la Música Catalana (Barcelona)

Continuando la gira nacional de “Don’t stop me now” los argentinos “Dios salve a la reina” hacían parada en Barcelona, y más concretamente en el gran Palau de la música. Se alejan ya de la típica definición de “banda tributo” ya que llevan casi 20 años y son respetados en el mundo entero, solo hacía falta ver la gran entrada de público en el templo del modernismo catalán.

Texto y fotos: David Aresté

  

Las reseñas hacia el grupo es el camino y las garantías que los abalan y les confirman como el mejor tributo a Queen. Grandes personalidades relacionadas con el entorno de la banda han hablado de ellos como Phil Murphy (Queen Tour Manager),Jacky Smith, presidente del Fan Club Oficial de Queen dijo cuando los vio dijo que son uno de los mejores tributos que ha visto en su vida. Norbert Muller del FM Memorial Day reafirmó en que nunca esperaban que fueran tan buenos. Han tocado en grandes festivales, grandes estadios haciendo shows memorables en Chile, Brasil, en UK también telonenando a Deep Purple.

Ya que partían como un show propio y no como los de Zaragoza y Tarragona dentro de una programación de festivales, los argentinos se hicieron acompañar para abrir la velada de la cantautora Lula Miranda, cantautora de tintes pop que por razones obvias no entra en nuestra linea editorial y poco podemos decir, aunque nos sorprendió sin duda su registro vocal. Llegó el tiempo de cambiar el equipo y descansar un poco esperando al grupo principal, y a todos aquellos que aún faltaban por entrar a ver al grupo principal y acabasen de llenar el imponente auditorio. Los temas más icónicos de la historia del rock sonaban por los altavoces del Palau hasta que tras 10 minutos de la hora marcada se apagaron las luces y comenzó el viaje atrás en el tiempo.

  

Como ya imaginábamos el repertorio iba a ser igual que en las anteriores fechas: sus mejores clásicos , alguno que no entraba en los repertorios de Queen incluso alguno de la etapa de Freddie Mercury o Brian May en solitario. Para dar más consistencia a su show, Pablo Padín cuidó como siempre su vestuario cambiándose varias veces recordando momentos, giras y video clips emblemáticos del grupo. De la gira del "Hot Space", del "Jazz", del "A Kind of Magic", el video de I want to break free, el de "Another one bites to dust"….

Por desgracia no se prodigan mucho los conciertos de rock en el Palau, así que no sabíamos como iba a resultar el desarrollo del concierto y la acogida de los temas… pero lejos de convencionalismos estéticos y elitistas, el público rugía cada vez que comenzaban las primeras notas de casi todos los temas "I want it all", "Killer Queen","A kind of magic" o se emocionaba con "Save me" o "Somebody to love". Un repertorio de clásicos atemporales que recibieron a pecho descubierto todos los allí presentes.

  

El show cayó en una mínima linealidad hasta cierto punto normal ya que ya llevábamos más de hora y media de concierto, pero como era de esperar le faltaba el último ascenso hacia el clímax final del show. Antes de eso y encarar la última parte del show Ezequiel Tibaldo (John Deacon), nos explicó que en todos estos años no le había pasado nada a Matías pero que por como se encontraba la noche anterior le habían dicho que no podía tocar. Así que llamaron a Carlos García, que sacó gran parte ºdel show sin ningún problema, luego ya en la parte final volvió Matias y quiso acabar el show demostrando su profesionalidad y su pasión por lo que hace.

Siguiendo con el discurso de Ezequiel, presentó a Peter Freestone como invitado especial, fue el asistente personal de Freddie Mercury durante muchos años y nos explicó un par de pinceladas de lo que era trabajar con una persona como él. Intermedio que nos sirvió a todos para coger aire y recibir a toda la ristra de clásicos como se merece, José Anselmo Clavé y Beethoven inclusive, que miraban desde las columnas del recinto el concierto.

  

Si algún sitio se tiene que oir y ver bien es el Palau de la música, un sonido impoluto y unas luces acordes con el show y el ambiente acompañaron a la banda para interpretar temas como “A kind of magic”, “You take my breath away”, “Love of my life”, la de May en solitario “Driven by you” y un ascenso imparable y que imaginamos que nadie diga que no a “I want to break free”, “Radio ga ga”, “Crazy thing little love” y “Bohemian Rhapsody”. “Bohemian Rhapsody” es uno de esos temas que muy seguramente el maestro Lluís Millet hubiese disfrutado desde su estudio en el piso de arriba del propio Palau, es un tema que poco más podemos decir de él.

Los bises comenzaron con la festiva y tan de moda “Don’t stop me now”que volvió a enloquecer al personal, del primero al último… poniendo a la gente de pie durante esta última parte del concierto. Le seguía “Big Spender” de su amiga Liza Minelli donde Pablo recreaba al original rompiéndose la camisa bajo el chillerío de todos y así atacaba al final de finales. Ponía el broche final uno de los dúos más importantes de la historia como es el “We will rock you” primero y el “We are the champions” como final; himnos de la historia del rock que solo hicieron que rematar a un público totalmente entregado a los argentinos, a su buen hacer y al recuerdo que nos traen cada vez que pisan un escenario. El final de WATC se enlazó con “God Save the Queen”y Pablo recreando de nuevo los finales de Freedie con su capa y su corona.

  

Es más que evidente que el que más trabajo tiene que hacer es Pablo recreando los gestos, voz y vestimenta de Freddie Mercury, siendo el foco de atención, de público y nuestro. Pero sin duda Francisco Calgaro como Brian May estuvo subllime, tocando, soleando, tocando el piano, cantando… Ezequiel como John Deacon tampoco se queda atrás ya que al igual que sus compañeros tuvo que cantar y tocar los teclados además de tocar el bajo, así que fue la base perfecta para Carlos García que hizo la primera parte del show, y Matías que hizo la segunda aún estando convaleciente.

Siempre lo hemos dicho, si los grupos tributo son la opción de ver música que no podemos ver es una opción que está ahí y uno decide si consumirla o no, es tan fácil como eso. Y si alguien es de hacerlo como DSLR y llevar tantos años y acabar tocando en el Palau, solo merece nuestro completo respeto y admiración y porque no decir eso que son los mejores en lo suyo… pero bueno, eso ya queda para cada uno, si se quiere comprobar solo hace falta pasarse por uno de sus directos. Si las musas del escenario del Palau aportan magia, ellos la aumentan mucho más, dejándonos grandes recuerdos de esta velada.

  

Texto y fotos: David Aresté