Metal Symphony Website

La magia de Nightwish y los himnos incombustibles de Accept fueron los ganadores de la primera jornada del BARCELONA ROCK FEST.

La magia de Nightwish y los himnos incombustibles de Accept fueron los ganadores de la primera jornada del BARCELONA ROCK FEST.

Barcelona Rock Fest 2022. – 30 de Junio de 2022 Parc de Can Zam. Sant Coloma de Gramenet. Barcelona.


La magia de Nightwish y los himnos incombustibles de Accept fueron los ganadores de la primera jornada del BARCELONA ROCK FEST.

Accept, con sus eternos clásicos y uno de los shows más compactos, levantó la primera jornada del Barcelona Rock Fest y Nightwish salió victorioso dejando el nivel demasiado alto para los Avantasia de Tobias Sammet que, pese a su gran esfuerzo y entrega, vieron ensombrecido su espectáculo por culpa de los problemas de sonido.


Primeras impresiones

Tras dos largos años de espera, y rodeada de mucha controversia, finalmente abría las puertas la séptima edición del festival catalán rebautizado como BARCELONA ROCK FEST y lo hacía no exento de complicaciones puesto que, a escasas horas de su comienzo, la organización tuvo que anunciar la caída del cartel de las bandas INSOMNIUM y SAXON, la cual cosa modificó los horarios de inicio de actuación de algunas bandas y la incorporación, in extremis, de MEDINA AZAHARA como banda sustituta de los ingleses (que finalmente también veríamos reemplazada por OBUS), azotando así a un ya castigado cartel que, durante sus dos años de aplazamiento ha ido siendo erosionado en diversas ocasiones siendo el penúltimo golpe la reciente caída del cartel de los americanos MANOWAR, substituidos también de forma precipitada por AVANTASIA.

La apertura, de momento, no parecía mejorar respecto a anteriores ediciones. Así, siendo jueves y primera jornada, a eso de las 16h la zona de aparcamiento del festival de mil plazas ya estaba cerrada y, una vez conseguido aparcamiento, a las 17h todavía había cola para entrar al recinto, cosa que se antojó harto molesta cuando la organización anunciaba el inicio de las actuaciones a las 15:45h.

Una vez dentro, la sensación fue un poco como de haber entrado en el túnel del tiempo. Era como si el Rock Fest del 2019 lo hubiesen quedado sin desmontar y se hubiese deteriorado al haber estado a la intemperie durante todo este tiempo. Llamaba la atención el césped, colocado como de cualquier manera, a retazos y sin que cubriera la totalidad del terreno. Esta vez no había gradas y, en general, todo destilaba la sensación entre descuido y montaje precipitado. Todo menos los precios que, como cada año, se han ido incrementando, llegando ya a los 10€ el vaso grande de cerveza (por poner un dato de referencia).

En cualquier caso, lo que está claro es que el público tenía ganas de festival. La última edición fue en el año 2019 y aquella vez fueron 4 jornadas de festival. Esta vez hemos vuelto al formato de 3 días y a juzgar por el volumen de gente que había esta primera jornada, por mucha crítica que pudiera haber en redes sociales, la gente demostró seguir apoyando al BARCELONA ROCK FEST.

BLACKOWL

Como viene siendo costumbre por parte de la organización, siempre se suele dar cancha a alguna banda local con el fin de dar visibilidad a las nuevas formaciones de la zona. En esta ocasión le tocó el turno a la banda barcelonesa BLACKOWL, que fueron los responsables de abrir el festival presentando el que es su primer disco titulado “Fly Away”(2021). Banda de reciente creación (año 2018) pero con mérito suficiente como para haberse ganado el premio de inaugurar el Stage Fest del festival, tuvieron programada poco más de media hora disponible para presentar al público sus claras influencias al más puro estilo AC/DC (es francamente sorprendente el registro de su joven vocalista Dani Martos). Lo que poco podían imaginar en ese momento es que horas después, debido a que DIAMOND HEAD no llegarían a tiempo por culpa de los problemas con el avión, volverían a ser invitados para tocar el viernes a las 16:10 durante una hora entera. Las adversidades para unos hicieron que los BLACKOWL hicieran doblete en el escenario grande del festival.

STORMZONE

Cubriendo el horario inicialmente programado para INSOMNIUM (que causaron baja a menos de 24 horas del festival por culpa del COVID) saltaban a escena STORMZONE. Estos irlandeses (Belfast), fundados en el año 2004, llevan ya a sus espaldas siete discos de estudio, él último de ellos publicado en el año 2020 y titulado “Ignite the Machine” así que supongo que no hay mejor sitio para encender la máquina que el solárium de Can Zam.

El alma matter de STORMZONE, John “Harv”Harbinson (voz), acompañado de Steve Moore (guitarra), Graham McNulty (bajo), Davy Bates (batería) y Dave Shields (guitarra) tuvieron una hora de tiempo para ir desgranando un surtido variado de lo que viene siendo su apuesta de heavy metal clásico anclado en la vieja fórmula del género que, si bien es cierto que difícilmente les acabe encumbrando en una gran banda para recordar, resultó efectiva para calentar motores al inicio de este tipo de eventos. Profesionales y correctos, hicieron lo que se esperaba de ellos, es decir, intentar calentar motores y preparar al público para lo que iba a ser una gran noche de rock.

Especial mención para “Harv”, con quién tuvimos ocasión de poder charlar a posteriori y quien se mostró especialmente agradecido por la actuación llevada a cabo en el festival y por la respuesta del público. No en vano, lleva más de 30 años, nos contaba, en el negocio de la música habiendo empezado en el norte de Irlanda con la banda NO SWEAT y actuando en pequeños locales. Evidentemente, llegar a actuar en festivales no es algo fácil y es por eso que mostraba su gratitud.

GOTTHARD

Tocaba dar la bienvenida al rollo más gamberro y macarra de los hard rockeros suizos GOTTHARD que volvían de nuevo al festival desde su pasada visita al festival el pasado año 2017. Estamos hablando de una de las formaciones musicales de Suiza más exitosas de su país. Hay que tener presente que GOTTHARD se formaron hace ya 30 años y que durante este tiempo han tenido tiempo de publicar 13 discos de estudio (siendo el último precisamente el titulado “13” del año 2020) y que sus once últimos lanzamientos han sido número 1 en Suiza.

Todos estos méritos no les supusieron una posición excesivamente privilegiada en la pole del festival así que a la banda les tocó interpretar sus piezas con el astro rey aún castigando. Así ha sido como Nic Maeder (voz), Leo Leoni (guitarra), Freddy Scherer (guitarra), Marc Lynn (bajo) y Flavio Mezzodi (batería) saltaron sobre el escenario Stage Rock para demostrar que, definitivamente, pese al duro obstáculo que supuso para la banda la triste pérdida de su líder Steve Lee en octubre de 2010, GOTTHARD ha sido capaz de remontar y seguir publicando discos de altísimo nivel y cosechando éxitos.

Con una solidez incuestionable, el público del BARCELONA ROCK FEST pudo presenciar una banda entregada y divertida en la que Nic Maeder mostró su agradecimiento por llevar ya 10 años en la banda. El repaso de grandes éxitos fue el esperado con temas como “Every Time I Die”, la versión “Hush” de Joe South que popularizó Deep Purple en su álbum de debut de 1968, “One Life One Soul” o “Anytime Anywhere”, con la que cerraron. Si bien es cierto que la sombra de Steve Lee siempre estará presente, Maeder cumplió bien su misión y dejó al público contento. No podemos decir lo mismo del sonido, que sobretodo al principio del show sonó bastante saturado.

MYRATH

Solapando horario con los suizos GOTTHARD tocaban los tunecinos MYRATH que, pese a verse relegados a la carpa, cabe señalar que fueron el primer gran éxito de la tarde porque la llenaron hasta la bandera y dieron un espectáculo de diez. No en vano, son ya más de 20 años de trayectoria y su propuesta progresiva está lo suficientemente madurada y rodada como para ser capaces de ofrecer un espectáculo musical y visual de altísimo nivel incluyendo bailarinas e incluso magos en escena.

A las puertas de publicar su nuevo disco “Tales of the Sands”(2022) tras su último “Live in Carthage”(2020), la banda de Malek Ben Arbia (guitarra), Elyes Bouchoucha (teclado), Anis Jouini (bajo), Zaher Zorgati (voz), Morgan Berthet (batería) conquistó sin ningún género de dudas a todos los allí presentes y, en mi opinión, creo que para su próxima visita se merecen, decididamente, un hueco en los grandes escenarios del festival.

JINJER

Tras el soplo de diversión y hard de los suizos GOTTHARD y el halo de misterio de MYRATH, llegaba la apuesta vanguardista y groove de la jornada con los ucranianos JINJER. A pesar de que mucho se había especulado acerca de si finalmente podrían o no tocar a tenor de las tristes circunstancias acaecidas en su tierra materna, la banda formada por Tatiana Shmaylyuk (voz), Eugene Abdiukhanov (bajo), Roman Ibramkhalilov (guitarra) y Vlad Ulasevich (batería) está pudiendo actuar por los festivales europeos programados y disfrutando del apoyo de todos sus fans.

Siendo, como digo, una de las apuestas jóvenes del cartel del BARCELONA ROCK FEST, esta banda fundada en el año 2009 viene presentando su reciente “Wallflowers”(2021), del que han dado buena cuenta con “Call me a symbol” (cuyo video acaban de estrenar), “Colossus”, “Disclosure!” y “Vortex”. Su penúltimo larga duración “Macro”(2019), el EP “Micro”(2021) y el atmosférico “Pisces” de su King of Everything (2016) fueron los protagonistas de un concierto que, como es lógico en todo festival, se hizo corto pero realmente intenso.

La labor técnica de los instrumentistas es algo indiscutible, pero si algo cautivó al público fue el carisma de Tatiana y la capacidad que tiene de navegar entre las guturalidades más extremas y las cautivadoras voces limpias.

Si habitualmente JINJER ya suele ser un torrente de energía, en esta ocasión, y dada la circunstancia vivida en UCRANIA, la complicidad vivida entre el público y la banda fue realmente especial.

ACCEPT

Nuevo giro de registro en pleno festival y esta vez para dar la bienvenida, por tercera vez (la primera fue en 2016 y la segunda en el 2018) a uno de los primeros grandes clásicos de la noche. Los alemanes ACCEPT, recordemos, banda fundada en 1976 y que con algún que otro parón ya va camino del medio siglo de vida, sigue girando presentando el que es su último trabajo de estudio titulado “To mean to die”(2021).

Haciendo honor a la verdad hay que decir que poco queda de ACCEPT hoy en día en la formación que pudimos ver. En realidad, solamente tenemos al bueno de Wolf Hoffmann a la guitarra. El resto son Mark Tornillo, que lleva ya 13 años cantando con la formación desde que en el 2010 volvieron con aquel histórico “Blood of the Nation”. Tenemos también a Uwe Lewis (EX GRAVE DIGGER, EX REBELLION), guitarra desde 2015, el batería Christopher Williams, también desde 2015, y a los nuevos Martin Motnik, bajista desde 2019 (recordemos que el histórico Peter Baltes también abandonó ACCEPT) y Philip Shouse (guitarra desde 2019).

Evidentemente, sesenta minutos de espectáculo para una banda de la dimensión de los teutones no dan para mucho y menos si, como suele pasar, le metemos en medio el “Princess of the Dawn” y el “Balls to The Ball” pero, claro, estamos en lo de siempre, a ver quién se atreve a quitarlos.

ACCEPT vinieron a comerse el escenario y lo consiguieron conocedores de lo que el público esperaba de ellos. De repente el público del BARCELONA ROCK FEST se levantó de golpe y se unió todos a una para dar la bienvenida a toda la colección de himnos que Wolf y los suyos iban entregando entre coreografía y coreografía al más puro estilo ochentero. Un ejercicio de auténtico heavy metal clásico del de toda la vida, del que crea escuela, con todas las poses habidas y por haber, con duelos de guitarristas y con un batería – Christopher Williams – realmente espectacular.

Lo cierto es que repartieron su set-list a partes iguales entre la etapa Udo Dirkschneider y la etapa Mike Tornillo y eso demuestra que siguen confiando en su proyecto actual.

“I’m a Rebel” sirvió de colofón de un concierto que sirvió para despertar de golpe a un público que, ahora sí, ya quedaba preparado para lo que quedaba pendiente durante el resto de velada.

DROPKICK MURPHYS

Aún me estoy preguntando qué pudo pasar para que esta banda de punkies sacados de la barra de cualquier bar irlandés a altas horas de la madrugada hayan tenido más tiempo y mejor horario que todas las bandas que habían tocado hasta entonces ese jueves.

Bromas aparte, he de decir que DROPKICK MURPHYS son una veterana formación formada en Boston el año 1996, que acumula 10 discos de estudio, el último de ellos titulado “Turn Up That Dial(2021)” y que justamente a finales de este septiembre publicaran nuevo disco titulado “This Machine Still Kills Fascists” así que, pese a seguir dudando acerca del encaje en este festival, su trayectoria está más que acreditada.

Encima del escenario hay que reconocer que la banda, como buenos punks, son una auténtica fiesta y, a juzgar por la cantidad de instrumentos que llevan, uno no puede esperar menos. Todos ellos son Al Barr (voz), Ken Casey (bajo), James Lynch (guitarra), Tim Brennan, (guitarra, acordeón, tin whistle, bouzouki, piano), Jeff DaRosa (banjo, mandolina, mandola, bouzouki, tin whistle, guitarra, piano, armónica, cítara), Scruffy Wallace (gaita, tin, whistle), Matt Kelly (batería).

Eso, como digo, no fue un concierto de metal, eso fue un show punk con toques celtas irlandeses, muy buen rollo y con el guiño de la versión de T.N.T de AC/DC para que nadie se queje. Lo dicho, de momento la jornada iba siendo de lo más variada.

NIGHTWISH

Llegaba la hora de disfrutar de una de las primeras actuaciones largas de la noche con otra de las formaciones veteranas de la escena y repetidores del festival (los tuvimos en el 2015). Los fineseses NIGHTWISH, con 26 años de trayectoria se hallan presentando su último trabajo de estudio titulado “Human:II:Nature”(2020) y lo hacen ya sin su carismático bajista Marco Hietala quien, recordemos, decidiera abandonar la formación el pasado enero de 2021.

Actualmente la banda está formada por Floor Jansen (voz), Emppu Vuorinen (guitarra), el líder fundador Tuomas Holopainen (teclado), Kai Hahto (batería) y Troy Donockley ( gaitas, flautas, coros, bodhrán, guitarra acústica) y, a pesar de que en su conjunto la banda se muestra sobradamente solvente, se echa de menos la carismática presencia de Hietala encima de las tablas.

Podemos olvidarnos por tanto del subidón de adrenalina que suponía ver en directo temas como “Whish I Had An Angel” o “Bye Bye Beautiful”. El nuevo bajista de la banda no canta así que toda la labor vocal recae sobre Jansen y eso repercute en la selección del set-list. Un set-list que se ha centrado fundamentalmente en los discos “Human:II:Nature”(2020), “Imaginaerum”(2011), Endless Form Most Beautiful (2015), “Once”(2004) y la balada “Sleeping Sun” como único guiño a su pasado discográfico de aquel “Oceanborn”(1998).

Se echó de menos el despliegue pirotécnico al que nos tienen acostumbrados en temas como “Planet Hell”, “Dark Chest of Wonders”, “Last Ride of the Day” o “Ghost Love Score” pero es que, y esto ya es algo a nivel general del festival, en esta edición la pirotecnia es un recurso que ha dejado de existir.

Buena actuación y excelente respuesta de un público que ha disfrutado de un espectáculo más sólido que el que trajeron en su anterior visita. Aplauso especial a Floor Jansen quién ejerció como auténtica maestra de ceremonias, no cesando ni un segundo en su empeño por animar al respetable y levantar el espectáculo.

AVANTASIA

Momento de los cabezas de cartel del primer día de festival. Después de mucha controversia, donde debería poner MANOWAR al final acabó poniendo AVANTASIA, a saber, el proyecto del inquieto alemán Tobias Sammet (EDGUY) quien ya lleva desde el año 2000 con esta super banda con la que ha grabado 8 discos, siendo el último el titulado “Moonglow”(2019).

También hay que decir que AVANTASIA son otra de las bandas repetidoras del festival. Quiero decir que ya los tuvimos en la edición del 2017 como cabezas de cartel así que, más o menos, ya sabían a lo que venían, con lo cual, se puede decir que jugaban en casa.

Reconozco, por qué no decirlo, que no soy un seguidor de la banda, pero no por ello tengo que dejar de decir que AVANTASIA es una de esas formaciones que siempre ofrecen cierto reclamo porque Tobias es un tipo realmente carismático y, además, suele venir acompañado de un auténtico elenco de estrellas que hace que valga la pena quedarse a contemplar el espectáculo.

A nivel de vocalistas le acompañan nada más y nada menos que Ralf Scheepers (PRIMAL FEAR), Jorn Lande, Eric Martin (MR.BIG), Ronnie Atkins (PRETTY MAIDS), Bob Catley (MAGNUM), Ina Morgan y Herbie Legans. Luego también hay un par de músicos con los que uno tiene un vínculo especial como son sus dos guitarristas. Por un lado Sascha Paeth, a quien un servidor viene siguiendo desde su viejos tiempos en HEAVEN’S GATE y, por otra parte a Oliver Hartmann, que algunos sabrán reconocer como el vocalista de los primeros discos de AT VANCE.

Todo estos estos argumentos auguraban una feliz actuación, pero la pena fueron los problemas de sonido, un espectáculo que se antojó excesivamente largo y un ritmo un tanto irregular.

AVANTASIA son una gran banda, hubo mucho esfuerzo por parte de todos (especialmente Scheepers y Atkins que se esforzaron al máximo elevando sus registros todo lo que pudieron), Tobias es un líder enorme y carismático, pero, en mi humilde opinión, creo que esa no fue su mejor noche.

Texto: Marcel·lí Dreamevil

Salir de la versión móvil