Se hizo la oscuridad y comenzó a sonar la intro orquestal de “Realm  of pain” ambientando la entrada de “Tears Of Martyr” que apareció en el escenario con una sala bastante vacía, un comienzo arrollador con los guturales de Miguel Ángel que nos trasmitió la fuerza necesaria para comenzar el show con ganas, Berenice no se quedó atrás, pues hizo gala de su “vozarrón” y su dulzura mientras se proyectaba en la pantalla el videoclip del tema.

Su segundo tema fue “Dark tears”. intro de piano y palmas sonando al son de la música, bajando la intensidad, pero sin relajar. A pesar de haber poco público había gente entregada que coreaba los temas.“Book of blood” explosiva. Un estallido de potencia vocal, tanto de Berenice como de Miguel Ángel. La guitarra simple y firme, dando el peso que pedía el tema.

En mi opinión, es un grupo que da pasos de gigante, pues el año pasado compartieron escenario junto a “Epica” en ese mismo lugar y la diferencia es descomunal, tanto musical, como en la actuación en si, han ganado muchísima presencia y musicalidad. Por mi “chapó”.
Cumplieron su cometido de ir calentando al público más que sobradamente con temas como “Chasing the sun” o la balada en la que su vocalista lució registro, vibrato, emoción y expresividad que ponían todos los pelos de punta.

Miguel Ángel hizo su solo de “presentación” al mismo nivel que dejó ella.
Tanto con ellos como con “Dark Moor” lo que quizás mas eche de menos fue ver a un teclista, pues ambos grupos se caracterizan por llevar mucho teclado y era casi inevitable buscarlo por el escenario en cada “solo” y es que aunque sonaba genial nunca será igual que un músico más en el escenario.

“Violence in red” y para ir despidiéndose “Renascence” tema que lleva por nombre el titulo de su segunda demo, tema en el que cada uno de sus músicos se lució. Adrián a las cinco cuerdas con un solo de bajo que nada tiene que envidiar al bajista anterior de dicho grupo.

La melodía nos engañaba, pues pensábamos que eso era todo y que no podía más pero siempre nos sorprendía con una nota más aguda.Y para terminar “Evil Domini” un apoteósico final, guitarra y bajo unidos por el doble pedal del batería, el cual ejecutó el tema con maestría, con esos cambios de ritmo que quedaban muy marcados en las diferencias instrumentales, vocales y guturales.
Como ya dije, un apoteósico final.

Llegó el momento tan esperado por los asistentes, en la sala ya se respiraba otro ambiente, pues ya habían llegado los rezagados.
Fuera luces, suena la intro de Gadir y sale “Dark Moor” a escena con ganas de comerse el mundo aclamados por su público.Tras el típico“¡buenas noches Madrid!” Alfred presento el concierto dedicando una canción a la memoria de Paul Naschy el escritor de “Alaric de Marnac” título de este segundo tema.

De su disco “Beyond the sea” sonó “Before the duel” que consiguió mover hasta a los mas parados, pues todos se sabían el estribillo de esta canción, Alfred estuvo a la altura arrancando el aplauso del público con sus agudos, al igual que Enrik fundador del grupo que demostró maestría a la guitarra.“Tild at windmills” (Ancestral Romance) canción que Alfred presentó como “muy bonita, muy bonita” y efectivamente, el dueto entre Alfred y Berenice nos puso los pelos como escarpias, eche de menos la voz de Alfred pues en los duetos los agudos de Berenice lo tapaban en exceso, faltaba equilibrio.

Continuamos con “The Chariot” (tarot) otro single, sencilla pero cañera, el señor Roberto Cappa nos hizo el tema más interesante todavía, enlazando este tema con un solo de bajo en el que el nuevo miembro de “Dark Moor”, Mario, nos hizo babear. Arrancó el vitoreo de todo el público asistente para continuar con “Ah! wretched me!” sin dejarnos siquiera asimilar lo que acababa de ocurrir.Llegó la hora de contar leyendas…” Mio cid” tema que habla sobre las hazañas de este caballero, ambientado el medievo una flauta y alfred con una estrofa en español para que nadie tenga excusa para no cantarla.

Al ritmo de los gritos de la gente Roberto Cappa comenzó su solo de batería, técnica, pasión, fuerza, expresión, virtuosismo, todo el uno. Ritmo, ritmo y más ritmo. Imposible no dejarse llevar. Y con esto sonaban los primeros acordes de “Just rock” con los que Alfred nos hizo cantar a todos en un dueto entre él y el público antes de que sonara ésta desenfrenada canción en la que todos coreábamos: rock! rock! rock!

Siguieron con el show con una versión del musical Jekyll and Hide genialmente interpretada por Alfred y Berenice, que la teatralizaron lo máximo posible y fue todo un gustazo pues se veía la química sobre el escenario.Ahora tocaba otra historia, pero esta vez, venida desde Itaca, “ For her” (Autumnal), sorprendieron con un “lovers” en acústico diciendo que se bajaría un poquito la intensidad, algunos gritaron un “nooo!!” pero en mi opinión fue lo ideal, preciosa, todo pasión, invitaba a cerrar los ojos y sentirla desde lo más profundo.

Oscuridad y aparece en la pantalla unas llamas y era lo que todos nos imaginábamos “ritual fire dance” una peculiar versión de la danza del fuego de Manuel de Falla, el tema lo llevo la guitarra en todo momento alardeando de técnica, simplemente impresionante, aunque me resulto raro el instrumento que deduzco que sería un efecto de teclado que no era ni flauta, ni oboe, ni nada parecido llevando lo que originalmente es un solo de oboe, quedaba algo extraño, pero cumplió su misión.

Nos dieron una sorpresa inédita, un bonus que solo salió en la edición japonesa del disco. Alfred se vistió para la ocasión, pues cantó un aria de Puccini, que defendió estupendamente, pues el no es cantante de ópera, pero aun así nos dejó boquiabiertos ante su voz.Berenice salió a escena nuevamente para cantar con Alfred “Love from the stone” (Astral Romance).
“La canción del pirata” tema que se cantó en cada rincón de la sala y estuvo Alfred comodísimo cantando en su idioma natal y en un registro más o menos cómodo casi todo el tiempo.

Haciendo amago de irse, se hicieron de rogar un poco para tocar la primera propina, “on the hill of dreams” y para cerrar el concierto volvío Berenice a interpretar “A music in my soul” canción que nos llegó a todos al alma, podíamos sentir la pasión que desprendían todos ellos, como sentían la música en su alma. Así termino un concierto donde cada minuto fue espectacular. Esperamos que vuelvan pronto por Madrid pues nos quedamos con ganas de más.

Texto y Fotos: Michelle Alexandra Ll.

ENLACES RELACIONADOS:

Roberto Cappa – Dark Moor –

Dark Moor: Ancestral Romance // Scarlet Records