El otrora guitar hero de todo un pedazo de hair band como Danger Danger, Andy Timmons, abandonó el barco tras pocos años en la banda y se ha labrado una carrera como guitarrista en solitario que le ha aupado al pedestal de los más venerados de las seis cuerdas. Ha trabajado de músico de sesión y ha editado varios álbumes con la Andy Timmons Band. Es precisamente con estos últimos que se acercó a nuestro país para presentar sus mejores temas de siempre e incluso algunas novedades que, según sus propias palabras, podremos seguramente degustar a finales de año. Texto y Fotos: Edko Fuzz

Abrió la velada en un Razzmatazz 2 con telón para aforo reducido el mago de las seis cuerdas italiano Ciro Manna, acompañado del fantástico bajista Mark Galiero y una bestia parda tras los parches como Antonio Muto. Resultó entrañable la amabilidad de los tres, especialmente Ciro, totalmente emocionado y agradecido por la oportunidad de abrir para Timmons y también por la amable recepción del público barcelonés.

Amigos de pocos movimientos en el escenario, la banda se dedicó a presentar temas de los discos "XY" y "Feel ‘n’ Groove", ofreciendo un auténtico clínic de cada uno de los tres instrumentos. Fills imposibles, slaps salvajes y solos interminables en una agradable oferta instrumental que recibió el calor del público.

Con un cambio de backline prácticamente inexistente, la Andy Timmons Band tomó el escenario abriendo con "Super 70’s". El sonido, excelso, está construido para que la Ibanez de Timmons (ojo, ni un cambio de guitarra en todo el show) y sus Mesa Boogie luzcan por encima de todo. Al bajo, su compañero de fatigas durante 25 años ya, Mike Daane, y a la batería el excelente Rob Ashvarian.

"Pink Champagne Sparkle" y "Welcome Home" hacen avanzar el show a base de solos, buen gusto y gestos técnicos detallistas que asombran al extremadamente respetuoso público, una rareza en la ciudad condal, todo sea dicho. Se agradece.

Andy nos deleita con algún tema nuevo como "Ascension", también repasa un poco su discografía con "Sanctuary" o "Beautiful, Strange" y luego la banda se explaya con un largo medley de The Beatles, en el que comprimen lo mejor de la versión del disco "Plays Sgt. Pepper" en que Timmons homenajeó, a su manera, al cuarteto de Liverpool.
Una lástima que acabe alargándolo demasiado, ya que probablemente con una versión un poco más corta el resultado hubiera sido más efectivo.

Pero poco importa eso cuando lo que la gente quiere es ver a Andy Timmons tocar, cuanto más, mejor. La lección a las seis cuerdas es de las que no se olvidan e impacta ver que Timmons rehúye bastante las acrobacias de cara a la galería, y se dedica a lucirse con una elegancia suprema (ni suda, el tío) ayudándose del obligado delay, un wah-wah y no mucho más mientras la solvente banda que lleva detrás le arropa en pasajes hard rockeros, funkeros, souleros y los variopintos tiempos de las canciones.

"Deliver Us" y "Helipad" de su disco "Resolution" preceden al elegante e imaginativo solo de bajo de Mike Daane, que consigue mantener el silencio en la sala. Para la recta final del show, Timmons vuelve a tirar de "That Was Then, This Is Now" con "Electric Gypsy" y, por supuesto, "Cry for You", que levanta un rugido de aprobación del fiel público.

El concierto no acaba aquí pero, ya que la banda vuelve al escenario para acabar con "Groove or Die" por petición  y en la que Andy casi se deja los dedos, y finalmente un alargado "Little Wing" del ídolo de ídolos Jimi Hendrix en una fiesta con un invitado de honor, Ciro Manna, durante la cual ambos guitarristas se reparten los solos, partes rítmicas y sonrisas a partes iguales y, por si fuera poco, Andy incluso se atreve con las voces.

Una velada en Razzmatazz 2 con sobredosis de solos de guitarras que, aún y resultar un tanto lineal para el que suscribe, colma de felicidad al tipo de público que ansía contemplar a sus ídolos de las seis cuerdas darlo todo sobre un escenario. Con un sobresaliente en actitud y aptitud, nada se puede reprochar a estos dos tríos que hicieron las delicias de las no más de 350 personas que se dieron cita en la sala.

Texto y Fotos: Edko Fuzz.