‘Cave in – Boston’. Este era el mensaje que rezaban los amplis de la banda cuando andaban obsesionados con Pink Floyd y su Live A Pompeii (1972) en él se podía leer el mensaje original ‘Pink Floyd – London’ en los amplificadores de los ingleses. Y es que parte de la huella sonora de la banda proviene de los reverbs, pedales y delays que la banda de Gilmour, Waters y compañía utilizaban en sus creaciones y directos. En una entrevista contaba Stephen Brodsky entre risas que su propuesta había surgido de la mezcla de los Floyd unida a la brutalidad de los maestros Neurosis. Con estas credenciales nada podía salir mal, ¿verdad? Un auténtico caballo ganador. La historia, siempre caprichosa, se encargaría de llevar a los de Massachussets por otros derroteros.

Así fue que durante los años dorados de la banda (1998-2003) parecía que iban a ser la next big thing y, aunque después no pasaron al estrellato, sí que gozan de un estatus de banda referencial. Si con Until Your Heart Stops (1998) arrasaron el panorama con un ejercicio de Hardcore, de Metalcore sencillamente obligatorio como referencia en cualquier discoteca del género y posteriormente asaltaron los bastiones del rock alternativo nada realmente grande llegó a pasar. Kurt Ballou de Converge se encargó de las mezclas del primer LP y el cantante de la misma formación, Jacob Bannon, aparecía también en colaborando en el que hasta el momento es mi disco preferido. Actualmente el bajista Nate Newton forma parte también de Cave In, y vaya si se nota. Recordemos que Stephen Brodsky y Converge colaboraron en uno de los mejores discos del año pasado el increíble Bloodmoon: I (2022). Si te quedas con ganas de más no dejes de escuchar el segundo disco de Doomriders llamado Darkness comes Alive(2009) (con el batería JR Conners y Nate Newton). La colaboración entre ambas bandas ha sido continuada y fructífera con multitud de proyectos con miembros de cada banda o de Cave In: Mutoid Man, colaboraciones con show de youtube 2 minutes to late night, Old Man Gloom, Zozobra… Creatividad e inquietudes no faltan en ninguna de las dos bandas.

Pero aún y así y con todo a favor la banda no estalló realmente y nunca llegó a mayores cotas de popularidad. Si bien con discos más enfocados al rock alternativo como Jupiter (2000) o Antenna (2003) podían presagiar algo más Cave In nunca acabó de petarlo a lo grande. El legado hasta el momento son 7 discos con multitud de influencias y sonoridades que muestran el gran potencial como músicos.

La zozobra ya amenazó con el hiatus en el que entró la banda después del Perfect Pitch Black (2006) aunque se reunificaran tres años después y sacaran un buen EP (Planet of Old) para después ofrecer nuevo disco White Silence (2011) un par de años después. Pero la desgracia acechaba, la banda no arrancaba y la actividad se estancó. Los miembros de la banda parecían más cómodos en sus proyectos paralelos que en su banda madre.

Y sobrevino el desastre. En 2018 Caleb Scofield muere de accidente de tráfico y el brutal golpe sacude la banda entera. Final Transmission de 2019 grabado todavía con Scofield sirvió para ayudar económicamente a la familia a nivel económico. El final parecía haber llegado. Por suerte no fue así.

Rise, fall, rise again… reza una de las líricas de Metallica y así lo hicieron Cave In. Heavy Pendulum es la muestra que la banda no solamente está viva sino que, además, ha parido un disco abrumador. Una catarsis musical que puede ser uno de los grandes lanzamientos de este 2022.

New Reality

New Reality es la puerta de entrada en este nuevo trabajo de más de 70 minutos y es una declaración musical en toda regla. Nunca olvidado Scofield, pero si soltando amarras, la nave avanza con la furia de los vientos del destino. El riff inicial ya deja claro que la banda se lo ha tomado en serio. Este riff procede de una década atrás pero que queda revitalizada y acompañada por el resto de banda para parir un temón marca de la casa. Nate Newton es un animal al bajo (y en los coros), su aportación es más que notable: no es que la banda ande coja es que puede correr a velocidades insultantes. Esta brutalidad inicial se retuerce y recrudece en otro mazazo llamado Amaranthine. Newton tomando el relevo de los growls de Caleb, todo en su lugar. Crudeza y aspereza, las voces de Brodsky rallando la sonoridad Alice In Chains son las grandes bazas, aunque no las únicas. La referencia a los de Seattle resulta muy presente a lo largo del álbum, sin ir más lejos, el corte homónimo Heavy Pendulum es un delicioso mash-up entre los propios Cave In, AiC e incluso Soundgarden. Trio de Reyes.

Y es que este álbum no echa la vista atrás más bien como los péndulos de bolas de eterna cadencia, toma impulso en todo su background sónico para propulsarse hacia el futuro con una energía, entrega y honestidad increíbles. Conners a la batería se acopla de manera magistral al bajo dando una solidez espectacular a todo el trabajo. Y no hablemos de la dupla de guitarras Brodsky/ McGrath capaces de meter todo tipo de detalles en sus trabajos.

Blood Spiller

El inicial New Reality es uno de los singles así como Blood Spiller segundo corte del LP y quizás más melódico que el inicial y que cuenta con otro riff descomunal, pesado, atronador. Quizás sea otro ejercicio que recoge la quintaesencia de la banda. Dos escalones iniciales que sitúan a la banda en la casilla de salida con una sonido bien reconocible y que después se verá salpicado por todo tipo de sonidos y estructuras, estilos e influencias.

Hablábamos de cómo la banda quiere ampliar, aún más, sus horizontes musicales y no hay mejor muestra de ello que Nightmare Eyes. Un desarrollo más progresivo, más doomy. Sin duda uno de los temas que más me han embrujado. La dupla Conners/Newton realizan un trabajo espectacular que desemboca en otra locura salida de la mente del cult leader Cisneros y sus Sleep: Waiting for Love. De nuevo una guitarra evocadora de los sonidos propios del añorado Cornell y Tayil nos regala un un viaje espacial. Una categoría compartida por la también sublime Careless Ofering.

Si todo esto no es suficiente quizás Reckoning sea la pieza que acabe de convencerte por completo. Con foprmato semi acústico, amarado de sudor de delta blues y con Adam McGrath tomando las riendas vocales. Esta canción demuestra el enorme potencial de la banda, una bandaza con todas las letras y su retorno un lujo. Así de simple.

Reckoning

Pero nos estábamos olvidando de otro de los singles. Blinded by a Blaze inicia con un arpeggio sobrecogedor, de amenazante oscuridad. El puro sonido de la tristeza, la nostalgia. Parida líricamente en un viaje en coche de Brodsky durante la hora dorada (esa franja horaria en que el Sol tiñe de amarillo cálido todo lo que pueden tocar sus rayos) en que una evocación al pasado lo llevó muy lejos de dónde estaba…un magic ride que tenía la semilla sonora plantada desde las sesiones del Final Transmission y que con el tiempo y cierta mística floreció en esta maravilla. La ola grunge estalla con fuerza en esta canción otra vez más.

Blinded by a Blaze

Antes de terminar esta review quiero destacar un par más de temas. En primer lugar, Searchers of Hell donde la furia domina todo. Riffs muy próximos al sludge, a Mastodon. Una apisonadora terrible que vomita rabia y dónde cada beat de batería machaca sin contemplación mientras los arpeggios te lamen las heridas con ácida saliva. Y su contrapunto más rocker. Floating Skulls nos trae la herencia más alternativa, la etapa de la banda plasmada en el lejano Antenna se hace patente aquí.

El colofón final a este maravilloso disco lo pone una pieza de largo desarrollo en que toda la banda está especialmente inspirada. Wavering Angels solo se puede adjetivar como estratosférica. Otra vez un riff que por momentos te lleva a deambular por el Hotel California. Desnudo y delicado en su inicio y unos perturbadores efectos por debajo. Recordando que siempre acecha algo, que el mundo no para y, como retrata Lynch en todas sus obras, un subsuelo lleno de insectos que carcomen todo y sale a flote nada más rascar la superficie. Es un viaje galáctico, épico, un trip musical que conviene no perderse. La progresión te lleva exactamente dónde rompen las olas más furiosas, fuerza bruta de la naturaleza y con ese romper y el dulce retroceder de las olas se cierra un discazo.

Si hace un tiempo Cave In parecía abocados a la desaparición ahora, en 2022, nos encontramos con unos tipos capaces de entregar un disco increíble. Aglutinando todas sus virtudes han sido capaces de realizar una obra que emociona, transporta, inyecta rabia o sume en la desesperación y, ¿no es eso precisamente lo que debe hacer la música?.

Marcel Palagós
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