Coreleoni + Maxwell –21 de Diciembre 2019 – Sala Shoko (Madrid)

Gran fiesta de hard-rock de calidad en la noche de sábado madrileña, que llenó la sala Shoko para disfrutar de la banda del señor Leo Leoni. Pocas veces nos encontraremos un cartel formado por bandas suizas y que ambas tengan un cantante latino como es el caso de la dupla Maxwell y Coreleoni. El caso es que, más allá de las curiosidades, la noche fue muy entretenida, ya no solo por los cabeza de cartel, sino también gracias a Maxwell que dieron un más que buen concierto.

Belch

No pudimos ver el concierto completo de Maxwell gracias al desastroso tráfico de la capital. No obstante, pudimos ver 5 temas y podemos certificar que dieron un muy buen espectáculo, caldeando el ambiente, y disfrutando de un sonido muy bueno (mejor incluso que el de la banda del guitarrista de Gotthard). La banda ya tiene un bagaje, unas tablas, y se nota. Tienen un cantante con una gran voz para el heavy y el Hard Rock y el resto de la banda es muy sólida y solvente y temas festivos y que enganchan. Tanto es así que gran parte de la sala estaba muy pendiente, cantando y levantando los cuernos correspondientes. Y ya es difícil ver ese seguimiento ante una banda telonera. Su cantante pidió al promotor de turno que volvieran a contratarles para otro concierto en Madrid y la verdad, que tras lo visto el viernes, es una idea de lo más atractiva.

Tras el cambio de escenario, nos dejan ver una pared (dentro de las posibilidades de ese escenario) de Marshalls, casi todos de atrezzo, pero que muestran lo que quiere ser Coreleoni. Probablemente haya sido el “concierto de Gotthard” más cañero en años. Dieron hora y media de Hard Rock sin casi respiro, con un Ronnie Romero realmente excelso.Y es que, si me quedo con algo, es con como el cantante chileno, por fin, se comió el escenario, no solo con su voz, que eso lo hace siempre, sino con su actitud, mucho más activo, enloquecido y vacilón de lo que nos tiene acostumbrados. Es lo que le podría faltar a este hombre, moverse, gesticular, interactuar con el público, y parece que va consiguiendo ser un gran frontman. Tanto es así que se permitió una broma/burla con respecto al señor Coverdale y sus gestos en el escenario.

Más allá del cantante, me llamó la atención que dejaron fuera temas como Let It Be, para dar hora y media de intensidad y macarrería. Se veía al señor Leo muy contento, intentando hablar en español alguna palabra que le habrá enseñado el señor Romero.Quisiera destacar un par de momentos. Uno sería cuando ambos hachas se bajan a hacerse un solo entre el público en la canción Firedance. Otro sería el cierre al concierto con la maravillosa versión de I’m On My Way, tributo a Steve Lee que sonó perfecta y que provocó más de una lágrima entre los que estábamos en la sala.

Abrieron muy fuerte, sin descanso entre temas con Standing in the Light, Love for Money, Open Fire y Angel (y más de uno ya estaba contento con solo escuchar esto). Más allá de estos, destacaría Cheat&Hide, corte que no tengo muy claro que Gotthard lo haya interpretado alguna vez en directo, la bailonga Firedance o Mountain Mama con Leoni y su Talk Box característico. Tampoco podían faltar los clásicos como Quinn the Eskimo (The Mighty Quinn) o Sister Moon que pusieron la sala patas abajo. También interpretaron sus temas originales de su segundo trabajo, con una recepción más bien fría por parte del público. Ahí quedó patente lo que en el disco ya parecía. Y es que esos temas no tienen tanto gancho como muchos de los versionados de Gotthard.

La única pega es que el sonido no fue todo lo bueno que merecía este concierto, especialmente en los solos de guitarra, que por momentos se dejaban de escuchar.

Una gran noche, mucho mejor de lo que un servidor hubiera podido pensar antes de entrar en la sala. Un gustazo descubrir una banda como Maxwell y un concierto casi redondo de Coreleoni, sonando los clásicos más hardrockeros de Gotthard, con un Ronnie que parecía poseído por el señor Steve Lee.

Belch
Fotos: Mariano Crespo (Force Magazine)