Guns N’ Roses + The Pretenders – 9 de Junio 2023 – Estadio Cívitas Metropolitano (Madrid)

Con los festivales de verano dando sus primeros pasos, casi siempre cae en la agenda algún que otro show de estadios… tuvimos a Springsteen, Scorpions, tendremos a Leppard y tuvimos hace unos días a los que hoy nos ocupa, a Guns N’ Roses.

Los americanos han visitado  de nuevo el viejo continente en una nueva gira europea después de su reunión allá en el 2016. Más lejos queda aquel Chinese Democracy, último y paródico disco por lo tarde que acabó saliendo. Así que venían con su arsenal de sus mejores temas para ofrecernos una noche de las de no olvidar. La expectación crecía días antes de los conciertos al ver que estaban haciendo un set de tres horas con temas como «Bad Obsession», «Pretty Tied Up» o «Reckless Life».. Y hasta cierto punto creció más aún cuando los legendarios y entrañables The Pretenders iban a ser los teloneros.

A las 20h salieron al escenario los de  Chrissie Hynde en calidad injusta de “teloneros de…” e ir calentando el ambiente. Mientras la llegada de gente llevaba su curso, la banda descargaba “Back on the chain gang” o “Middle of the Road” con un sonido bastante potente ( y alto y/o saturado).“I’ll Stand by you” y “Don’t get me wrong” fueron los momentos más álgidos del show , muy compacto y enérgico eligiendo un setlist adecuado. Como suele pasar, en directo todo el mundo sube el volumen y las revoluciones y más que tocar pop rock, fueron rock con todas las letras… sobre todo su guitarrista James Walbourne que dio un auténtico recital. Chrissie tan recatada como elegante, llevó a la banda con temple, tocando su telecaster, cantando y dándole incluso a la armónica.

Una pena que no le hubiesen programado un show a ellos solos al día siguiente (o al anterior), porque nos supo como el aperitivo del aperitivo,  suponemos que la agenda de una gira así no permite salirse de tiempo. Una pena, ojalá vengan pronto. 30 minutos para descansar, prepararse, acabar de llegar, intentar cenar y ver que la comida ya estaba escaseando, quitar el escenario de 2×2 de los Pretenders, gente de aquí para allá y… se acabó.

Sin pasarela, telón que les tapara ni pirotecnia el bajo de Duff comenzó con «It s so easy»,  todos con el sonido a tope (saturado) sonó como un cañón y la gente coreando todo el tema…. Toda la euforia se paró con “Bad Obsession”, primer disparo de su set vintage de esta gira que traía el grupo.

Más de 30 temas que se fueron a más de las tres horas de duración y que sin dudas iban a disfrutar los más acérrimos del grupo, ya que cayeron por decir alguno “There was a time” que no lo hacían desde 2017 y “Shadow of your Love”  o “Locomotive”que interpretaron por primera vez entre todos esos. El repertorio fue uno de los puntos polémicos de la noche por su duración y por la inclusión de toda esa retahíla de clásicos que la mayoría desconocía.

Con sus versiones pasó tres cuartos de lo mismo ya que eligieron “T.V. Eye” de los Stooges, “Down on the farm” de los Subs o “Wichita Lineman” de Jimmy Webb… algunas hacía mucho que no las tocaban y que salieron en alguno de sus lanzamientos, pero sin duda desconocidas para la gran mayoría… Sonó “Knockin’ on Heaven’s Door” que es de Dylan, pero casi casi la vemos como una del grupo al igual que “Live and let die” de Wings, que por el giro que le da al grupo casi hacemos suyo el tema.

Obviamente también sonaron las que esperan todo el mundo y por las que fueron al concierto como Welcome to the jungle, You could be mine , Sweet Child o Mine, November Rain o Paradise City que parecía que se caía el estadio. Y también las no tan meanstream y que eran himnos de la banda como “Estranged”, “You could be mine”, “Anything goes” o “Yesterdays”…. haciendo un setlist tan mastodóntico había propuestas para cualquier tipo de público de la banda, siendo el peor parado el más “generalista” que como decimos tuvo dificultades para apreciar gran parte del set.

La banda, con un poco (más) de sentido que aquellos “Axl & friends” que se cobijaron bajo el nombre de Guns ‘n’ Roses que nos visitaron años atrás se vio cohesionada para dar un concierto con al menos una hipotética garra y que los temas nos llegasen como merecían. El sonido deslució la actuación durante toda la noche, suponemos que por las condiciones de donde se hizo el show ya que fue subiendo y bajando durante toda la noche… o los instrumentos no se oía o la voz saturaba, o al revés…. por ejemplo el trabajo de Melissa Reese a los teclados fue nulo ya que no se oyó en toda la noche salvó en unos coros que tuvo la voz saturada.

Dizzy Reed se salvó un poco por tocar el piano, pero tampoco destacó mucho durante la noche… Frank Ferrer y Duff McKagan conformaron una gran base rítmica que destacó durante la noche para que Richard Fortus y Slash pudieran dejarnos toda la lista de riffs tan míticos que tiene la banda. Por desgracia como decimos hubo momentos que no se oyeron, pero el karma nos dejó que escucháramos el solo impoluto de “Estranged” o “Don’t you cry”.

Fortus fue el perfecto escudero para Slash, que fue uno de los puntales del show, por no decir el que más que imprimía más veracidad a todo lo que estaba pasando allí. De nuevo dio una lección de tocar en vivo dejando grandes interpretaciones como hemos dicho… Como curiosidad decir que no nos ofreció su solo con el fragmento de la BSO de El Padrino, sino que prefirió hacer una jam rockera con la banda para atacar acto seguido a Sweet Child o’ mine.

Por lo mal que nos lo habían pintado es digno decir lo bueno y lo malo de Axl Rose… o simplemente la aparición de una formalidad en su forma de trabajar, ya sea por contrato, decisión propia o lo que sea… Lejos queda hacer aquellas sinvergonzonería como presentarse dos horas tarde como hizo en el Auditorio Juan Carlos I en 2006, o hacer que los demás hicieran 300 solos como en el Calderón para que pudiese descansar y poder ir cantando algún tema que otro.

Vimos a un Axl que lo primero que hay que decir es que aguantó, de una forma o de otra y eso ya es de mención para un show de tres horas… Con alguna que otra parte instrumental y con Duff a las voces en un tema pero ahí estaba: entonando bien, mal, con sonido saturado, sin que le oyéramos, intentando llegar a unos supuestos agudos, marcándose sus bailes lascivos de antaño con su cintura esférica… En definitiva lo intentaba, ya fuera como decimos bien o mal, pero el trabajo estuvo ahí y hay que tenerlo en cuenta.

Mucho se habrá dicho del show en cualquier canal de difusión, así que el símil que podríamos hacer desde aquí siendo objetivos y partiendo como todo en esta vida que cada uno tiene su opinión es que el concierto de Guns ‘n’ Roses fue como un menú degustación… habrá aquellos que les guste todos los platos, aquellos conscientes que aunque paguen por 3 platos pagan todo el menú aunque se coman los demás sin gustarles, los del término medio que les gusta casi todo pero ven que es largo por aumentar el precio o aquellos que vean toda esa ristra de platos sin sentido pensando que con la mitad lo solucionarían.

Texto: David Aresté
Fotos: Xavi Torrent (Live Nation ES)