Larkin Poe + The Sheepdogs – 8 de Noviembre 2023 – Sala La Riviera (Madrid)

Tras su sold Out en La Paqui del año pasado, Houston Party Music nos anunciaban que Larkin Poe estaban dispuestas a atacar por primera vez los grandes aforos en su próxima venida a España. De eso como decimos hace un año para que las hermanas Lovell y sus chicos se lanzasen a por La Riviera y la grande de las Razzmatazz para presentar su último Blood Harmony, que acaba de ser nominado para los próximos Grammy’s. Diez años de carrera pasando los diez álbumes editados y llegando ya a los grandes aforos, carrera más que en ascenso.

Al igual que en la anterior gira tenían banda invitada, pero esta vez con mejor atino ya que las dos practican estilos parecidos. The Sheepdogs fueron los elegidos para abrir la noche presentando su último «Outta Sight» del año pasado. Los de Saskatoon trajeron un set corto ya que en todos hubo partes de improvisación instrumental demostrando su calidad instrumental en temas como en «Southern Dreamin», «Find the truth» o «Bad Lieutenant».

 Sobre todo su guitarrista Ricky que lo daba todo en cada nota que tocaba. Muchos decían que tenían que ser ellos el grupo principal de la noche y la verdad es que lo demostraron por la ovación en cada uno de los temas que tocaron… siempre se las ingenian para acabar con un solo doblado entre Ricky Paquette y Ewan Currie que hacía subir la adrenalina de los allí presentes. Además trajeron un luminoso y vinieron todos de punta en blanco, si eso no es ir con todo no sabemos que más decir… Se nos hizo corto, a todos… tienen que venir solos y que nos exploten hasta nuestro último sentimiento.

Una eficiente crew limpió el escenario para dejar paso a las hermanisimas y a sus chicos, Tarka Layman al bajo y Kevin McGowan a la batería que ya les acompañaban en su gira anterior. A la hora marcada comenzaron con los dos primeros singles del último disco, «Strike Gold» y «Kick the blues» para meterse al público en el bolsillo y ya tener todo ganado.

Las luces eran perfectas, tal y como lo fueron durante toda la noche… en cambio el sonido si que comenzó un tanto bajo en la voz de Rebecca en esos primeros temas y que se acabó arreglando siendo igual de perfecto que el juego de luces siendo unos complementos perfectos para el show de los americanos.

Su repertorio se centró en ese último disco con temas con «Georgia off my mind», «Bad Spell» o «Bolt Cutters & the family Name» además de recordar «Holy Ghost Fire», «Bleach Blonde Bottle Blues» o «She’s a self made man» de sus anteriores lanzamientos. Con 10 años de carrera ya lo tienen difícil para hacer un setlist, o no porque lejos de repetir un setlist para toda la gira iban cambiando canciones y aquí por ejemplo nos dejaron sin Southern Confort al final del show, cosa que nos dejó faltos de algo. Más si iba al final junto a «Deep Stay Down» que se quedó un tanto sola y «desamparada»  quedando un final tranquilo… cosa que no suele ser lo esperado. Más aún con la que liaron en «Wanted Woman» y «Bolt Cutters & the family name» antes de ese bis que le faltó algo más.

Como ya dijimos anteriormente, el hecho de vivir en Nashville te hará vivir la música o entenderla de una forma que en ningún otro sitio son capaces de vivirla con esa crudeza o pensando en las raíces de la misma… es a lo que «juegan» Larkin Poe, siempre enseñando y mostrando de donde vienen de una forma clara como «Summertime Sunset» o «Preachin Blues» , pero no se puede negar sus momentos mainstream en los dos primeros temas como hemos dicho..

Pero es digno de alabar que si en la anterior gira acabasen con el «Come on in my kitchen» de Robert Johnson reivindicando esa música de raíz y el blues americano, esta vez fueron más allá de un set acústico con Tarka con un contrabajo y Kevin con un pequeño set de percusión para tocar bluegrass cambiando sus micros por uno más potente y que todo el sonido pasase por ese. Rebecca pidió silencio para recrear una atmósfera idónea para el momento y aunque le costó, las primeras filas le hicieron caso…. no podemos decir lo mismo de la parte de atrás de la sala, esa que poblan gente que les importa bien poco el concierto y quedan con sus amigos a hablar sin parar hasta salir y que molestan a su alrededor si por x motivo quieres estar al final de la sala…. Algo ilógico como maleducado, por llamarlo de alguna forma. Así que costó disfrutar de uno de los momentos más mágicos de la noche mientras tocaban «Might as well be me», «Stubborn Love» y el «Cocodrile Rock» de Elton John, una pena.

Sea como fuera, otra gran noche americana en la capital que nos permitió viajar en algunos momentos al delta del mississippi gracias a Larkin Poe, a la reina del slide Megan y al buen hacer vocal y técnico de Rebecca acompañadas de sus chicos. Como dijimos en la anterior visita la banda ha subido de aforo, no sabemos si para la próxima apostarán por grandes recintos o querrán conseguir primero el sold Out de salas como La Riviera. Veremos que pasa.

Texto: David Aresté
Fotos: Susana Manzanares