Volbeat + Skindred + Bad Wolves – 10 de Noviembre del 2022 – Sant Jordi Club (Barcelona)

Las grandes giras se siguen dejando caer por Barcelona a pesar de la poca recepción del público en cuanto a venta de entradas. Una frase ya repetitiva en todas las crónicas, pero necesaria de recalcar porque lo vivido con Volbeat el pasado jueves en el Sant Jordi Club ha sido una de las giras más completas a nivel estructural que nos ha tocado ver este año. Compitiendo codo a codo desde el otro lado con The Cure en el Sant Jordi, sin nada que envidiar a lo que pasaría con Bad Wolves, Skindred y los mismísimos Volbeat a lo grande.

Lo de Bad Wolves haciendo la previa y animando a la peña que poco conocía su repertorio, pero igualmente cañeros y concisos desde el primer segundo. Los originarios de Los Angeles se unen a este tour en marco de su más reciente trabajo Dead Monsters lanzado hace unos pocos días. La entrada de Daniel “DL” y estas nuevas canciones pretenden dejar atrás la sombra de su excantante Tommy Vext, que no se fue en muy buenos términos. Por mucho esfuerzo los pocos que se aglomeraban en las primeras filas les costo mucho conectar. Obviamente el cover de” Zombie” ayudo muchísimo para que la media hora fuera más amable pero más que nada pasaron sin pena ni gloria.

Algo muy contrario a lo que nos encontraríamos con Skindred y el perfecto animador Benji Webbe. Sin tener nada que hacer prácticamente en este cartel a simple vista, los músicos dejaron muy claro porque merecían acompañar a Volbeat aquella noche. Un popurrí de temas que nos llevarían de viaje por toda su amplia discografía. “Under Attack” y “Rate Race” fueron el pie inicial que haría saltar a todos. El remix de sonidos y estilos es la característica principal, metiendo raggamuffi, hip-hop y lo que se nos pase por la mente.

El grupo con una formación bastante estable a pesar de estar activos más de 20 años conserva la energía y identidad que los conocimos en aquellos años de más preámbulo. Un poco viviendo de las viejas glorias, pero garantizando una celebración inigualable. Obviamente, Webbe no dejo espacio en blanco para animar los asistentes y pedir su colaboración constante. Quien se iba a resistir a estar metido en el mehollo, hasta a mi me arrastraron a estar entre la multitud con las manos en el aire. Conocidos o no, la cercanía se agradece y se paga, dejando encendidos a todos y con ganas de un show propio que sin duda alguna todos repetiríamos.

Sin más preámbulo la pista se preparaba para el primer golpe de Volbeat en escena. Todo muy espectacular, trayendo las pantallas gigantes detrás del escenario, la misma escenografía que me toco ver como headliners en el Rock am Ring. Impactante fue encontrarnos de cara con “The Devil’s Bleeding Crown” y “Pelvis on Fire”, desatando los primeros gritos que se llevaría Sant Jordi Club. “Temple of Ekur” vendría a darnos la cuota necesaria de su nuevo trabajo Servant of the Mind. No enfriaría el ambiente, pero sí que se notaria la bajada en el recibimiento. Michael Poulsen paseándose por la pasarela, haciéndola suya en cada movimiento maquinado y preciso. A pesar de estar detrás de la guitarra el vocalista tiene una presencia impoluta que inunda cualquier escenario.

La maravillosa e infaltable “Lola Montez” le daría el color nuevo al ambiente. Aunque no lo creamos, nuestro cerebro almacena una gran cantidad de hits del grupo que hasta el menos creyente no lo podría dimensionar. Eso me viene pasando desde hace algunos años que cada vez esta tremenda banda se nos cuela en nuestros reproductores y hace estragos con sus poderosos riffs y pegajosos estribillos. Una prueba de eso es “Last Day Under the Sun” y “Fallen”, disfrutadas a más no poder por todos los que nos congregamos aquella noche.

El subidón seguiría con “Wait a Minute My Girl” y obviamente, la clásica Black Rose no aflojaríamos y nos iríamos al lado duro con “Shotgun Blues”. A pesar de que las canciones antiguas tienen mucho arrastre las nuevas después de darles un par de vuelta antes del bolo suenan espectacular. Unos Volbeat renovados que llevados al en vivo saben sacarle el partido necesario a su nuevo trabajo. El perfecto solo de la incomparable “Seal The Deal” fue otro de los altos que nos dejó la banda. Otra de las cosas a destacar era la gran presencia de familias completas con sus hijos pequeños gozando en la pista. Últimamente cada vez se ven más caras jóvenes disfrutando de un buen rock y buscando que sean los próximos en llenar las salas por su cuenta.

Antes del encore nos tenían preparado otro festín con “The Devil Rages On”, la golpeante “Slaytan” y “Dead but Rising”, otro de los claros himnos establecidos en sus bolos. Una capa de heavy al hueso al más estilo de los daneses. Ya para finalizar tocaría la buena racha con “The Sacred Stones” y “Die to Live”, encendiendo los pasos de baile de más de alguno. Como era de esperar “For Evigt” se llevaría el honor de ser la más coreada, dándole paso al final con el confeti final, “Still Counting”. Un cierre hermoso y emotivo. Obviamente siempre se quedará uno que otro track fuera del setlist a medida que pasan los años. Pero no cabe duda que siempre Volbeat es un acierto por donde se le mire.

Texto y Fotos: Karina Báez O.