Gracias a la tremenda maratón de conciertos impartido por el Hellfest Open Air el fin de semana pasado, pudimos ver gran parte de los mejores show que nos ha dejado este querido festi francés a lo largo de los años, además como también un documental sobre la historia su historia y recorrido a través de los años, contando anécdotas de sus inicios y toda la evolución que los ha llevado a ser uno de los festivales más importantes de Europa.

Esta vez nos hemos centrados en los platos progresivos importantes del año 2017, como lo fueron Opeth y Devin Townsend Project, contándoles cómo se vivieron esos conciertos tras la pantalla en este triste verano sin festivales en vivo pero si online.

Partamos contándote lo que fue esa calurosa tarde junto a Devin Townsend Project.

Un sólido Devin a la cabecera da inicio al espectáculo con “Rojoice”, del recordado Z² del año 2014, que tantas buenas canciones nos dejó. Una bomba de energía para partir bien arriba como se tiene que hacer, sobretodo en un Hellfest a todo sol. Rápidamente nos movemos a los temas del Transcendence con “Stormbending” y “Failure”, quien nos deleitaría con su su versatilidad vocal, tanto en el limpio como los característicos growls del front man. Además la selección de los temas fue bastante buena, ya que son unos de los destacados del disco por su sonido mucho más pesado que lo que llevaba haciendo los últimos años y funcionan muy bien para animar al público. Los conciertos en vivo del artista por lo general son muy divertidos, a pesar de que la guitarra y el micrófono le dejan muy poco espacio para interactuar con la gente, pero ya sabemos cómo es Devin y busca cualquier momento para tirar una broma al aire o hacer esas singulares caras que pone en los directos, la buena energía del chico traspasa las barreras sin lugar a dudas.

Nos volvemos a Devin Townsend Band, otro de los proyectos del cantante junto al track “Deadhead” del disco Accelerated Evolution, una opción un tanto arriesgada para tocar en un festival, por lo largo del tema, pero los pasajes que nos trae la hace perfecta para oír esa tarde. Después de una breve intro nos cae “Supercrush!, del maravilloso álbum Addicted! Lanzado el año 2009. Un disco grabado junto a la cantante Anneke Van Giersbergen , que en vivo suena de una manera muy peculiar sin su hermosa voz, pero Devin le hace la competencia para que quede como una de las infaltables en vivo. Lo duro del prog nos lo traería “March of the Poozers”, con un Devin más suelto en el escenario por algunos momentos. Otro temazo del Z².

Suena al hilo la canción “Kingdon” de la placa “Physicist”, esta vez sí escuchando en la base el apoyo vocal de Anneke en algunas partes puntuales. La sensación de las mangueras tirándole agua al público constantemente y el Crowd surfing a flor de piel, anima hasta al público desde el otro escenario a formar parte de esta locura que genera el poderoso show de Devin.

Después de terminaba este tema el público que queda gritando el nombre del músico, mientras el anuncia el último tema que quedaría para cerrar los 50 minutos en el MAINSTAGE. Con un suave inicio nos introduce por lleno a “Higher”, que le da los últimos minutos de gloria en el escenario a los músicos y el cierre perfecto para cargar las energías para el resto del festival.

Setlist:
Rejoice Z
Stormbending Transcendence
Failure Transcendence
Deadhead *Devind Townsend Band – Accelerated Evolution
Supercrush! Addicted!
March of the Poozers Z
Kingdom Physicist
Higher Transcendence

**OPETH**

Desde el altar stage, uno de los más oscuros de la jornada le tocaba cerrar a Opeth a eso de las 0:00 horas, luchando con uno de los grandes cabezas de cartel de ese año como Aerosmith, pero como todos sabemos el público de los suecos es fiel y no se dejarían persuadir por ninguna otra de las opciones del variado cartel del Hellfest.

La conocida intro de “Sorceress”, les daría paso a los músicos a pasar a escena poco a poco e irse integrando con sus instrumentos a la canción. Una poderosa carta para abrir cualquier show y una de las canciones cortas que aparecerán en este setlist, porque cuando hablamos de Opeth en vivo sabemos que los setlist pueden durar la nada si nos cuelan un tema de 20 minutos. Siguiendo el recorrido nos topamos con “Ghost of Perdition” y los infaltables growls de Akerfeldt, tan extrañados por todo los fanáticos de los antiguos discos de la banda y del disco Ghost Reveries, que nos proporcionó tantas alegrías por el 2005. Unos solidos Opeth, que en vivo suenan como cañón y nos dan una catedra de porque son una de las mejores bandas del progresivo en la actualidad.

Una pequeña pausa se toma Mikael para agradecer a los asistentes y hacer un par de chistes con el público, pero algo muy breve que nos llevaría de lleno a “Cusp of Eternity”, sacada del Pale Commmunion del año 2014. Otro de los tracks cortos para hacer rendir los minutos arriba del escenario, pero también mostrándonos la destreza y un poco del nuevo sonido del Opeth que se ha ido renovado a través de los años como todos sabemos. Un incorruptible Martin Axenrot detrás de su batería, acompañado de Fredrik Akesson en la guitarra y un Martín Méndez tocando como si estuvieran en el local de ensayo, un relajo por el fresquito que les debe haber tocado esa noche y no estar en los horarios donde el calor no deja indiferente a nadie y a veces logra vencer a los más débiles, sobre todo cuando llevas bastantes horas de festi acumuladas.

El ambiente se vuelve a tornar oscuro con “Heir Apparent” aplaudida desde sus primeros acordes. Un público respetuoso dándole silencios a ese piano que interrumpe un momento a las guitarras para seguir con la tralla poco segundos después. Otra old school para hacer el balance necesario en un festival y tener los guturales de Mikael presentes en escena una vez más. Seguida para el setlist de ensueño nos topamos con “Era”, otra más sacada del disco Sorceress. Solo clásicos para dejar a todos contentos a todos los asistentes. Ya pasado los 40 minutos de show se despiden con un último tema y nos adelantan que será bastante largo… como no si la elegida para el glorioso cierre de esa madrugada es “Deliverance”, el eterno viaje de casi 14 minutos, que en vivo suena como una eternidad perfectamente indiscutida. Entre unos pocos globos negros los asistentes celebran junto a la banda y disfrutan de este épico momento, con un setlist bastante envidiable, sin mucho de los nuevos Opeth, más que nada enfocados a los nostálgicos festivaleros del Hellfest Open Air aquella noche del 2017.

Setlist:
Sorceress
Ghost of Perdition
Cusp of Eternity
Heir Apparent
Era
Deliverance

Karina Báez O.