Los Zigarros + Vurro – 9 Diciembre’16 – Sala La Riviera (Madrid)

Eso de no parar de trabajar hasta superarse y conseguir lo que se quiere no siempre es el típico tópico de las pelis, a veces existe… no siempre pero existe, y el pasado 9 de Diciembre Los Zigarros lo confirmaron.

Texto: Susana Manzanares
Fotos: David Aresté

En esta casa siempre decimos que es un orgullo comprobar cómo los grupos que vamos siguiendo desde sus inicios suben y suben escalones, gracias a su trabajo y a creer en lo que hacen dejándose la piel en los escenarios. Comenzamos a verlos por vez primera en la RockSound luego en la Costello y siempre que podíamos en cualquier punto de nuestra geografía. De ahí pasamos a medio aforo en sendas But y Bikini… y al cabo de casi tres años, y a punto de coronar éste, había que asaltar el gran aforo en sala, tocaba llenar La Riviera.

   

Con la popularidad del primer disco y la edición de este segundo, atacaron fuerte y junto a la gran labor de Cultura Rock, hicieron todos esos grandes conciertos en aforos medianos para por fin coronar el Tourmalet de las salas de conciertos, La Riviera madrileña al igual que hicieron con su primer disco en la mítica Sala El Sol.

Era un reto, un objetivo, una demostración de lo que decíamos al principio, el trabajo estaba ahí y había que subir al trampolín y lanzarse a la piscina para reafirmar el estado de gracia del grupo. Aunque todo hay que decirlo y había algunos condicionantes que nos hacían pensar si no se la habrían jugado mucho… El día fijado para el concierto era para muchos un puente de un fin de semana de 4 días, incluso la semana entera para otros tantos y la verdad es que cuando comenzó Vurro su peculiar concierto no había mucha gente en la sala, lo que nos hizo temer lo peor.

   

Parece ser que no había levantado tanta expectación para el directo como venía pareciendo en las redes y el peculiar artista sólo aglutinaba unas pocas filas de gente para que vieran su cuanto menos original puesta en escena. Para aquellos que no lo conozcan, Vurro es una especie de youtuber hombre orquesta que toca los teclados y canta con una máscara/esqueleto de vaca en la cabeza mientras ofrece una selección de temas ajenos y propios mezclando rock con ciertas percusiones y sonidos “rurales” haciendo una curiosa y graciosa mezcla que puede resultar en video, pero en directo no podemos decir lo mismo.

Ya que desconocemos la identidad de quien se esconde tras el cráneo no sabemos si tiene experiencia en directos, pero por lo que vimos quizá estemos hablando de su primer concierto en un escenario. La máscara no le deja ver lo que tiene a su alrededor, por tanto tuvo que entrar y salir acompañado… no veía donde tenía los platillos, los cuales toca con los cuernos de la susodicha y al no tenerlos bien sujetos se le movían constantemente lo mismo que el teclado, para lo que necesitó a su ayudante en más de una ocasión. El tema de la máscara es vistoso, pero es una pena que suponga más desventajas que ventajas y eso es algo que se debe calibrar bien. Dotándola con una mejor visibilidad y movilidad a través de ella y con un micro inalámbrico, el sonido y la voz habrían ganado bastante y habría sido todo menos atropellado y por momentos aparatoso, pues hasta el simple hecho de beber agua requería peripecias.

   

En cuanto a la música pues sí, tocar toca bien, bastante bien… pero en adelante podría lucir más su original propuesta con algo más de rodaje o acompañado del soporte de una banda incluso. Es un gran teclista y músico y la máscara le añade un puntito de gracia que está muy bien, le da un toque divertido y original pero hay que andar con cuidado y no correr el riesgo de que se convierta en algo más jocoso, eso le haría flaco favor a su talento como artista. Esperemos que la gente congregada lo disfrutara y se volviera satisfecho para casa, no todas las bandas tienen la oportunidad de debutar en La Riviera, pero no precisamente para hacer gracia.

A medida que transcurría su concierto veíamos que se iba cumpliendo uno de los objetivos de la noche, se estaba llenando La Riviera y llegando al final de éste, una sala llena estaba expectante a que comenzase el concierto de los valencianos. Al cambio de equipo aparecieron en los laterales un par de telones con sendos lobos que protagonizan la nueva imagen del grupo creada por el gran maese del arte rockero y muy apreciado por esta casa como es Alvaro P-ff de The Fly Factory.

   

Y ¿que nos iba a ofrecer el grupo a diferencia de las veces anteriores? pues los dos discos íntegros, con la suerte de poder escuchar temas que no suelen tocar en directo y la particularidad que no tocar ninguna versión, pues ya va siendo hora de hacerse mayor y demostrarnos a todos con sus temas propios de la pasta de la que están hechos, aunque quitando algún que otro guiño que hubo durante la noche, siendo sincera, eché muchísimo en falta la maravillosa ‘You Wreck Me’ de Tom Petty que bordan como nadie.

Como ya habían anunciado, la noche contaría con varios invitados que fueron de gran ayuda al grupo, en los teclados con la aportación de Mauro Mietta, la armónica de Ángel Vera y la genuina e inconfundible voz de Carlos Tarque dando su toque en “Tenía Que Probar” y en la llamada a todos en el último tema “Dentro de la ley” junto a Toni Jurado a una segunda batería y al bajista que grabó con ellos su primer disco, ruego disculpéis que no recuerde su nombre…

    

Imposible no entregarse toda la banda totalmente ante una sala tan repleta y tan dándolo todo,   como era de esperar y que coreaba absolutamente todas y cada una de las canciones del grupo, “No Obstante Lo Cual”, “Desde Que Ya No Eres Mía”, un tremendo “Cayendo Por El Agujero”, la festiva “Resaca” y así una tras otra hasta completar todos los temas del set haciendo mover las posaderas desde la primera a la última, porque si hay algo en las canciones de Los Zigarros es que son tremendamente pegadizas.

La banda brindó grandes e intensos momentos a lo largo de la noche, bueno, pues como siempre sólo que esta vez aún más. Manteniendo su estado de gracia continuo ofrecieron un gran concierto a todos los presentes encandilando a todos, desde sus más antiguos fans que siguen a los Tormo desde los tiempos de los Perros del Boggie, hasta los que los conocieron esa misma noche. Comandados por un elegante Ovidi que brilló especialmente esa noche ataviado con su americana de terciopelo, corbatín y botines rojos, hizo de maestro de ceremonias marcando el paso y ofreciendo grandes dosis de actitud rockera y cantando a un gran nivel, sintiendo e interpretando cada una de las notas. Álvaro a las cuerdas fue de menos a más, sí que comenzó un pelín parado pero luego se fue soltando acabando como el gran guitarrista que hemos visto en los conciertos de esta gira, saltando, cantando, animando y luciéndose en solos perfectos. Los Zigarros también son el siempre efectivo Nacho Tamarit que marcaba al bajo parte del ritmo de la maquinaria y Adrián Ribes a la batería que algún día se la carga de cómo le da…

   

Gran noche en la que todo salió a pedir de boca y dicho por la propia de Ovidi,, en su concierto más importante hasta la fecha. El listón se lo han puesto muy alto, tendrán que seguir trabajando para superarlo, pero está visto que les gusta y que no les cuesta nada, no dudamos de que lo harán y nos seguirán confirmando que el producto nacional es mucho y muy bueno e interesa, al igual que la música en directo, ojalá se cayeran un montón de tópicos. Nosotros estuvimos allí y damos fe de este nuevo hito para el grupo, esperemos que para el siguiente disco haya otro y por supuesto… allí estaremos.

Texto: Susana Manzanares
Fotos: David Aresté