Sexto álbum de estudio de estos alemanes, que de la mano de Napalm Records nos traen otra pequeña revolución a su sonido, un personal y melódico metalcore con varias influencias de muy diferentes estilos y su ya habitual mezcla de voces guturales masculinas con otras femeninas que proporcionan el lado más dulce y comercial de la banda.
Texto: V
Nota:7/10  

 

Lejos ha quedado el death metal crudo y a la vez melódico de sus inicios, algo básico pero que ya dejaba ver ciertos detalles distintivos como la eventual aparición de teclados y voces femeninas en algunos temas a cargo de Sabine Scherer, la cual se acabaría convirtiendo en miembro permanente de la banda y pieza esencial en la actualidad.

En la inicial The Great Pretender nos sorprenden con un sonido espectacular y a la vez diferente a lo que nos tenían acostumbrados. Si empezaron con unas guitarras cercanas al death melódico que después fueron acercándose a estilos más modernos, algo parecido a los actuales Soilwork o al metalcore (¡qué poco me gusta esa palabra!) de Threat Signal mezclado con Lacuna Coil, aquí notamos un sonido mucho más afín al djent, y es que parece que además han utilizado incluso guitarras de 7 cuerdas. También las voces por parte de John Gahlert, antiguo bajista de la banda, se adaptan mejor al nuevo estilo que las del anterior cantante, Joe Prem. Sin embargo y a pesar de esos cambios, Deadlock sigue sonando a Deadlock y no tardan en aparecer las voces de Sabine para contrarrestar los momentos más agresivos.

I’m Gone es mucho más comercial, con la predominancia de Sabine por encima de todo, algo cada vez más habitual desde hace ya varios discos. Algo similar que en Dead City Sleepers, y es que a pesar de ser su rasgo más identificativo, esos inicios guitarreros y los constantes parones para el lucimiento personal de Sabine acaba resultando de lo más predecible y, por qué no decirlo, empalagoso para el que no esté acostumbrado.

La canción The Arsonist podría pasar perfectamente por una canción pop y sonar en cualquier emisora de radio si no fuera por las pequeñas partes con voces guturales, y es que no es muy diferente a lo que hicieran en su día Evanescence. El esribillo nos recuerda a canciones del estilo de Avril Lavigne o incluso Miley Cyrus (no es broma).En Hurt, vemos como Sabine saca lo mejor de sí con una canción compuesta únicamente por teclados y su propia voz solamente interrumpidos hacia el final por el resto de instrumentos, con solos de guitarra incluidos.

The Final Storm vuelve a tener elementos djent, pero en general es muy sinfónica y por momentos épica, con grandes coros y donde las voces femeninas aparecen mucho menos.My Pain es una canción casi bailable que encajaría perfectamente en la mayoría de discotecas convencionales, con grandes dosis de elementos electrónicos, algo que han utilizado en menor medida en The Arsonist que en su anterior trabajo. Curioso final con la versión de un clásico del pop/new wave de los ochenta, Small Town Boy de Bronski Beat, donde Deadlock mezcla todas sus habilidades metálicas, pop y electrónicas.

Quien ya los conocía entenderá su evolución, ya que nunca han engañado a nadie y desde bien temprano dejaron entrever sus influencias e intenciones. Si preferías su parte más death-melódica, este nuevo disco seguramente no te enganchará y se te hará pesado y demasido experimental, pero si te gustan los grupos pseudo-góticos al estilo Evanescence o Lacuna Coil con momentos más duros e incluso técnicos, Deadlock te encantarán. Es una banda que entra bien y es apta para casi todos los públicos debido a su gran variedad de elementos, aunque siempre siguiendo una misma fórmula que los hace ser -repito- muy predecibles y cada vez más comerciales.

Texto: V

Temas:

01. The Great Pretender
02. I’m Gone
03. Dead City Sleepers
04. The Arsonist
05. Darkness Divine
06. As We Come Undone
07. Hurt
08. The Final Storm
09. My pain
10. Small Town Boy (Bronski Beat cover)

https://www.deadlock-official.com/

https://www.facebook.com/deadlockofficial