“Entelequia” es el nombre del tercer trabajo de los mallorquines Eveth; lo que no es una entelequia, ni mucho menos, es que nos encontramos ante uno de los mejores trabajos del pasado 2017 dentro de la escena power metalera estatal y que Eveth son, a día de hoy, un grupazo al que el hecho de residir en las islas penaliza a la hora de dar a conocer su excelente metal dentro de nuestras fronteras. A pesar de ese hándicap, la banda toca y mucho, y el que suscribe puede atestiguar que son una apisonadora y que bien vale el precio de la entrada poder verlos sobre las tablas.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

Cuatro años han pasado desde aquel lejano “El legado de los Sueños”; cuatro largos años hemos tenido que esperar para poder echarnos a la boca algo de material de una de esas bandas que no te deja indiferente; y es que Eveth son de esos grupos que cuando los escuchas sabes que tienen ese no sé qué que te hace disfrutar de su power metal de toda la vida, aderezado con pequeñas pinceladas hard roqueras y ciertos elementos operísticos que hacen ciertamente apetecible sus trabajos.

Parece que la banda ha encontrado cierta estabilidad en su actual roster formado por David Dalmau a la voz, David Sapometal y Toni Recio a las brutales guitarras, Byel Recio al bajo y Leo Villar a los parches. “Entelequia” ha sido grabado y mezclado en Psychosomatic Recording Studios de Inca, siendo masterizado en los estudios Hay Zeelen Mastering de Mallorca. De la espectacular portada se ha ocupado Adolfo WB en un trabajo sencillamente bestial.

El disco arranca con la inquietante intro “Entelequia” que da paso a uno de los pepinazos de disco, “Conjura de villano”. Como un cañón arranca el tema; rapidísimo riff de guitarra, contundente base rítmica con doble bombo a piñón, cortes de ritmos y vuelta a la velocidad, qué más se puede pedir, pura magia metal. Una excelente letra, muy épica, de esa que gusta al foro heavy metal, muy bien interpretada y un estribillo pegadizo aderezado de unos coros perfectos nos dejan una canción de diez. Esto empieza de puta madre.

Torre de Babel” pisa algo el freno, pero no pierde contundencia ni pegada, es más, la gana. Continúa la excelencia en la parte literaria del disco, lo que se agradece, la verdad. Se trata de una canción de estructura más moderna que su predecesora, globalmente es muy fresca y compacta. Con “Mi momento existe” volvemos a la velocidad de crucero; tema pegadizo muy en la onda de los actuales Saratoga con una labor de las guitarras que da gusto escuchar, le han sacado un sonido brutal. Vaya temazos que se han currado.

Con el sugerente nombre de “Eclíptica pasión” llegamos a la mitad del plástico que se pasa volando. Al ritmo de la batería arranca un tema donde se abandona el power metal por unas estructuras hard roqueras made in spain tipo Beetovhen R o Lujuria, eso sí, pasadas por la máquina de Eveth y dotándoles de la justa chicha.

En “La huida” nos relajamos y encontramos una bonita balada con una cadencia ascendente, que hará las delicias del respetable más sensible. “Lilith” vuelve a poner las cosas en su sitio. Como una apisonadora arranca el tema al son de un ritmo típicamente blackero. La canción nos destroza la cabeza en cada uno de sus contundentes y cortantes ritmos. Mientras se nos detallan los dimes y diretes de la pobre Lilith la apisonadora te va destrozando casi sin darte cuenta. Otro cañonazo más.

Igualmente directa y ágil es “La esfera del miedo”, puro power metal, rápido, técnico y contundente. Una canción sin descanso, de ritmos agresivos, pero elegantes, muy pegadizos que te hará mover la cabeza, si no es así, ni eres heavy ni eres nada. Misma estructura sigue “Mar blanco” y es que lo que funciona por qué cambiarlo.

Entramos en la recta final con “Dios de Kemet” donde se vuelve a apreciar el gusto por el estudio y la información a la hora de desarrollar la parte literaria de la banda. En este caso, nos trasladan al antiguo Egipto donde el ritmo oriental de una viola sirve de introducción a un auténtico cañonazo de puro y duro heavy metal, personalmente el tema que más me ha gustado, y el nivel de las composiciones es alto, ojo. Con la velocidad como epicentro, los buenos de Eveth se cascan un temazo técnico, muy actual y fresco, da gusto escuchar. “Por siempre” pone punto y final al cd, curiosamente, de manera pausada y sosegada en un tema desarrollado en semi acústico que sirve de lucimiento personal para David, y es que su agradable voz se merece este homenaje, que bien que se lo ha currado a lo largo de este discazo.

Brutal tercer trabajo de Eveth. He disfrutado con cada una de las escuchas que le he pegado a “Entelequia”. Un pepinazo de escándalo, sin fisuras, compacto y muy contundente, como debe ser. Un lujo de banda que, si en estudio suena bien, no debes dejar de ver en directo, tus tímpanos y tu cuello lo sufrirán… y lo disfrutarán. Enhorabuena y muchas gracias.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

Temas:

Entelequia
Conjura de villano
Torre de Babel
Mi momento existe
Eclíptica pasión
La huida
Lilith
La esfera del miedo
Mar blanco
Dios de Kemet
Por siempre