El pasado 2 de junio, era el día elegido para rendir homenaje a uno de los grandes locutores musicales que ha dado el país, El Pirata. Y es que este hombre celebraba 40 años en las ondas. Para hacer el homenaje, se organizó un festival compuestos por grupos que están empezando o que no tienen muchas oportunidades de tocar por las salas de la capital.
Texto y Fotos: Alfonso Dávila

Hablar del Pirata es hablar de uno de los grandes locutores de la radio musical española, que a día de hoy sigue acercándonos grupos a través de su Emisión Pirata. El festival homenaje tuvo lugar en la nueva sala que se ha inaugurado hace poquitos meses, la sala ReviRock. La sala es impresionante, muy amplia, con un muy buen equipo, con unos precios asequibles, y muy fácil de llegar, apenas está a cinco minutos andando de la estación de metro Puerta de Arganda y de la de cercanías Vicálvaro.

Los encargados de abrir el festival, tras darnos la bienvenida el Pirata pinchando algunas canciones, fue el grupo madrileño Souleck. Si normalmente abrir un festival es una tarea difícil, lo es mucho más cuando es la primera vez que actuaban en eléctrico, y es que todas las actuaciones que habían realizando hasta el momento habían sido en acústico.

Y la verdad es que realizaron un concierto muy bueno, sorprendiendo gratamente al público que ya se encontraba en la sala, aunque durante toda la jornada no fue muy numeroso. La banda está liderado por el guitarrista Sam (ex Open Mind) y por la cantante Schultz, realizan un rock alternativo tirando al gótico bastante interesante. Lo dicho, muy buena actuación, aunque aún tienen que mejorar algunos aspectos del directo.

Los siguientes en aparecer a las 13:30 fueron los zaragozanos Mercury Rex, a los que personalmente tenía muchas ganas de ver después de escuchar su primer disco “Instinto Animal”. Comienzan con el tema que da título a su disco, y desde el principio contaron una acústica y unas luces muy buenas, y es que la sala ReviRock tiene unas prestaciones increíbles. Sus canciones van desde el heavy metal más puro, hasta las baladas, como “Luna de hiel”, que también sonó durante el concierto.

“Ave fénix” pone el punto power metalero a su concierto, con los teclados y un impresionante solo de guitarra por parte de Pedro J. Monge (Vhaldemar), que es sin duda uno de los guitarristas españoles más virtuosos que hay en la actualidad. Tras agradecer a los músicos que han participado en su debut discográfico, como Juan Luis Serrano (Obús) y Manuel Seoane (Burning Kingdom), y que se encontraba por el festival, arremetieron con “Sin dudar” y una versión de Joan Baez de “Diamonds and Rust”, pero en heavy. “Como una llama” puso el punto y final a una fantástica actuación, que dejó a todos los presentes con ganas de más.

Llegaban la hora de comer, y como el hambre ya azuzaba, había que elegir entre comer o ver al trío Niño Mandarina, el grupo que menos pegaba en el cartel con su estilo pop-rock. Finalmente el hambre ganó, aunque les di una oportunidad y vi un par de temas de su concierto, entre los que se encontraba su single “Yo no sé Rock ´n´ Roll”, cosa que dejaron claro cuando hicieron una versión reagee del himno de Asfalto “Días de escuela”. En fin, para gustos los colores.

Ahora ya si, después de un buen bocadillo de lomo y una cervecilla, que no dolía pagar como en otras salas, y es que la ReviRock tiene unos precios muy asequibles, llegaba la hora de ver el nuevo proyecto de uno de los cantantes míticos de los ochenta, Johan Checa. Su nuevo grupo, llamado Phantasy, lo formó tras una nueva disolución de Cráneo, tras haber grabado un disco, “Un plástico más”. Por desgracia su actuación fue la que quedó más deslucida de toda su jornada, y es que se fue la luz y los focos no funcionaron, teniendo que tocar a oscuras, además de contar con un sonido muy malo por el mismo motivo.

En este nuevo proyecto, Johan se ha acompañado por grandes músicos, como el “Napi” al bajo, y con el que estuvo en la última formación de Cráneo, Víctor Castellanos batería de Mr. Rock y Miguel Ángel López “Cachorro” a la guitarra. Además durante la actuación contó con la colaboración del guitarrista Fran Soler y de la cantante Bárbara Negro. Comenzaron con tres canciones de Cráneo, “Grito de amor”, “Niño desarraigado” y la balada “Mil gotas de sangre”. Estrenaron algunos temas propios, como “Veneno en tu piel” (con la que salió Fran y ya se quedó hasta el final del concierto) y “La historia” en la que contaron con la colaboración de una de las mejores cantantes femeninas que hay hoy en día, Bárbara Negro (Black Rock, PM, Bell Bestia).

El grupo nos sorprendió con una versión muy emotiva de “El sitio de mi recreo”, del desaparecido Antonio Flores. Para cerrar su actuación lo hicieron con otro tema propio, “Solo una noche más”. Muy bueno el concierto, aunque quedó muy deslucido por el problema de las luces.

A continuación, llegó bajo mi punto de vista, el descubrimiento del festival, el grupo bizkaino The Name. El quinteto está compuesto por Guillermo Fernández (voz y guitarra), Javier Caldito (guitarra), Andrey Aza (bajo), Axier Báez (bajo) y Roberto Orruño (batería), antiguo batería del mítico grupo Juicio Final, que grabaron dos discos. Comenzaron con “Si no hay perdón” y “Aquella vez”, los dos primeros temas de su último disco, “Indentidem”. Pronto llegó la primera versión de su concierto, y esta fue “Concierto para ellos” de Barón Rojo, con la que nos dejaron a todos embobados por su gran ejecución, y es que The Name son una buenísima banda de directo, con unos músicos realmente buenos. Llegaba la hora de recordar su primer álbum, “… as we are”, con el tema “Aún sigo ahí”.

Con otra nueva versión, en este caso de los americanos Kansas, pusieron aquello patas arriba, y es que “Carry on a Wayward Son” es un temazo. Ya llegaba la hora de terminar su actuación, y para cerrar eligieron un tema propio, “Mi realidad”, y otra versión, en este caso el “Heaven and Hell” de Black Sabbath, recordando a Dio y con la que terminaron por demostrar que son un grupazo al que hay que seguirles la pista, porque de verdad merecen mucho la pena. Muy buena actuación de los vascos, que según me comentaron tras su actuación, quedaron encantados por el concierto y la gran oportunidad que les dieron de tocar en Madrid y salir de su circuito habitual.

A media tarde les llegaba el turno a los madrileños Wereworld, que están presentando su primer disco, el cual ha sido nominado finalista como mejor disco de metal del año de los Premios de la Música Independiente. Arrancaron con “The Land of the Fading Sun” y el tema homónimo “Wereworld”, con algunos problemas de sonido por culpa de un amplificador, que no terminó de solucionarse en todo la noche. Tanto Ana como Guillermo estuvieron impecables a las voces, dándole ese toque característico al grupo que les hace destacar dentro del panorama nacional, ya que su estilo no es muy común por estos lares.

“Requiem for the World” y “Origin of Hate” en donde demuestran en su totalidad el metal moderno que hacen además de introducir el clarinete, un instrumento no muy común en la escena metalera. Las metaleras guitarras de “Dead Spring” no nos dan tregua, para después tocar “Autmn Song”, una canción muy operística que quedó muy bien tocada en directo.

“I F.L.Y.” fue la canción que cerró el concierto de este combo, que sin lugar a dudas merecen mucho la pena. Mucha suerte desde aquí con la nominación al premio.A continuación era el turno de Inntrance, a los que tenía muchísimas ganas de ver, pero me los perdí. El motivo fue una agradable conversación con los miembros de The Name. Pese a todo he de decir que es un grupo muy potente, con dos discos y un EP editados, muy buenos, y a los que personalmente conocía gracias a su video del tema “Bullet”. Mis disculpas al grupo.

Ahora ya si, de nuevo dentro de la sala, era la hora de ver al grupo de Tarragona Ankor. Hablar de Ankor es hablar de una de las bandas nacionales con más proyección internacional, con un sonido duro, tirando hacia el meta moderno americano, por el que se pirran en Escandinavia y en los países centroeuropeos. El sexteto a día de hoy está compuesto por David Romeu (guitarra y voz), Fito Martínez (guitarra), Javier Casanova “Rubio” (teclados), Jordi Vidal (batería), Julio A. López (bajo) y Rosa de la Cruz (voz). Comenzaron con “Starting Over”, un tema muy rápido y “Pride”, durante todo el concierto solamente tocaron temas de su segundo disco “My own Angel”. Rosa es sin duda una buenísima frontwoman, y es que cuando esta chica se sube al escenario, se lo come, aunque en el festival lo pasó un poco mal por el calor que hacía.

Siguieron con “No Matter What” y el tema de su segundo videoclip, “Completely Frozen”, con un estribillo muy fácil de recordar, y que bastante gente ya conocía. Llegaba el momento del solo de teclado por parte de Rubio, que sirvió para dar un respiro a todo el mundo, además presentó el siguiente tema que tocarían, “It Would be Easier”, y comentando que ahora llegaba la parte blanda del concierto, con la que todos los grupos aburren, menos ellos. Tras la primera canción lenta, tocaron otra más. En este momento la elegida fue el tema que da título a su último disco, “My own Angel”, que les quedó de lujo, pese a los problemas con uno de los amplificadores de la guitarra. Volvieron a la caña con una versión de System of a Down, “Chop Suey!”.

Por desgracia solamente quedaba tiempo para dos canciones más antes de terminar el concierto. “Against the Ground” y “Remaining”, primer single de su segundo disco, fueron las elegidas para cerrar la enérgica actuación de este grupo de Tarragona, dejando un muy buen sabor de boca a toda la audiencia. Y es que Ankor es una banda que si continúan por este camino van a llegar lejos, por el momento hasta Turku (Finlandia), como segundos cabezas de cartel del festival Distrotion Festival, y en el territorio nacional, acaban de ser confirmados por el festival Costa de Fuego.

El siguiente en salir era el cabeza de cartel Jorge Salán, que aunque en un principio estaba anunciada la participación de la metal queen, Doro Pesch, al final no pudo acudir por problemas de agenda. Esa noche, el trío estaba compuesto por Jorge Salán a la guitarra y a la voz, Luisma Hernández (Santelmo) al bajo, y Tete Viejo (Tako), que se estrenaba con el grupo esa noche, a la batería. Tras sonar la intro de la banda sonora de “300”, comenzaron con “Depredador”, de su último disco “Sexto Asalto”. Continuaron con otros dos temas más de su último plástico, los cuales fueron “Mar de cristal” y “Tocar tierra”. Durante toda la actuación, pudimos observar a un Jorge muy dicharachero, haciendo comentarios entre canción y canción, y demostrando que cada día está más cómodo en su papel de líder del grupo.

Tras la presentación del grupo siguieron con “Aprendiendo a perder”, para seguir con “En la tormenta”, de su anterior disco “Estatuas en la calle”. “Reflejos del ayer” se la dedicó Jorge a su padre, por haberse jubilado, y tras ella se marcó un solo de armónica y de guitarra, durante el cual se subió al a una caja que había sobre el escenario. Un nuevo discurso de Jorge, nos presenta los dos últimos temas, dos versiones de Gary Moore, y es que el genial guitarrista irlandés es una de las mayores influencias del músico madrileño. La primera versión fue “Sky is Crying”, que la bordó, especialmente en el solo donde se lució demostrando todo su poderío con la guitarra. La última canción fue la famosísima “Over the Hills and Far Away”, con la que puso a toda la sala a cantar y a dar palmas. Impecable el concierto ofrecido por el trío.

Para cerrar la fiesta, nada mejor que la música fiestera de Kiss, pero como su caché se salía un poco del presupuesto del festival, llamaron a una de las mejores bandas homenaje que hay en el país, los Exkissitos. Aunque la gente ya estaba cansada por la larga jornada de conciertos, sin embargo, fue salir el grupo y animarse todo el mundo, y es que a parte de tocar los clásicos de los americanos, en escena este grupo son muy divertidos, además de llevar un buen espectáculo, aunque no pudieron lucir toda la pirotecnia que suelen utilizar. Liderados por un Paul Stanley que estuvo sobrado con sus presentaciones y sus discursos en inglés y en castellano con acento guiri, tocaron clásicos como “Let me Rock ´n´Roll” a “Lick it up”. Como no podía ser de otra manera, hubo solo de bajo de Gene Simmons, en el escupió sangre, incluso en un tema escupió fuego.

Y con su actuación llegó el final de una espléndida jornada de festival. Un festival bien hecho, que gustó a todo el mundo, sin ninguna queja hacia la organización, ni contra la sala ReviRock, a excepción del apagón. En definitiva un gran homenaje hacia el Pirata, donde se les dio cabida a grupos que no suelen venir por Madrid o a los que no se les ha dado la oportunidad de tocar, dejando patente la calidad de los grupos estatales, por mucho que mucha gente intente despreciar. Esperamos todos deseosos de que se hagan más conciertos en esta sala, porque de verdad, merece mucho la pena.Agradecer desde aquí todo el trabajo realizado a la organización, a la sala ReviRock y a la discográfica The Fish Factory, por todas las comodidades que dieron. Y como no, al Pirata, por seguir aún en la lucha por el rock español.

Texto y Fotos: Alfonso Dávila