ifintro Después de casi 3 años exactos desde su última visita, tuvimos ocasión de volver a ver a los suecos IN FLAMES en su gira de presentación de su nuevo disco “Siren Charms”, decimoquinto lanzamiento discográfico, y cumpliendo ya 20 años de carrera discográfica.
Texto: Marcel.lí Dreamevil
Fotos: David Aresté

Para la ocasión los suecos se han buscado como compañeros de viaje a los jóvenes ingleses WHILE SHE SLEEPS, banda de hardcore melódico con un único disco en el mercado (This is the six), y a los americanos WOVENWAR, o lo que es lo mismo, los miembros de AS I LAY DYING pero con otro vocalista llamado Shane Blay (OH SLEEPER) y presentando este nuevo proyecto que nada tiene que ver con el metalcore de los americanos sino que apuestan por un estilo más melódico con voces limpias y estribillos más que pegadizos.

El motivo de esa elección lo desconozco pero creo que el efecto causado ha sido más o menos el mismo que en su anterior gira, es decir, traer a bandas desconocidas hace que el cartel sea menos atractivo y eso, si o si, se nota en la venta de entradas. Por poner un ejemplo no tan lejano, en el año 2009, en la gira de presentación de aquel “A Sense or Purpose”, IN FLAMES lideró el cartel con KILLSWITCH ENGAGE, los vi en Birmingham y aquella sala estaba petada hasta la bandera. Sin embargo, tanto en el 2011 como ahora, la sala Razzmatazz no llegó a llenarse ni de lejos.

Es más, me arriesgaría a decir que incluso en esta ocasión había menos público que en su anterior visita. Con todo, calculamos que podría haber unas 700 personas más o menos (algo lejos de la capacidad máxima de la sala, que es de 2500). A pesar de todo, y añadiendo un leve punto optimista al asunto, tal vez el hecho que tocaran en la misma fecha y ciudad que ANATHEMA tal vez afectó (aunque no sé yo si ambas bandas tienen el mismo público).

Y ya que estamos hablando del público, otro dato que me llamó la atención fue la juventud del mismo, vamos, posiblemente la mayoría de los allí presentes no sabían ni hablar cuando IN FLAMES publicó aquel LUNAR STRAIN (1994). Por tanto, podría arriesgarme a decir que los suecos se han deshecho de su base clásica de fans metaleros de siempre para conquistar a un nuevo público más acorde con esta tendencia musical moderna y contemporánea que practican. Evidentemente eso tiene su consecuencia ya que este joven público posiblemente se haya enganchado a IN FLAMES a raíz de sus recientes discos y, como veremos más adelante, tal vez eso justifique que los suecos hayan renunciado casi por completo a su primera etapa discográfica.

En cuanto a los teloneros, sintiéndolo mucho, no tuvimos ocasión de ver ni a unos ni a otros. Los que vivimos fuera de la capital y trabajamos estamos obligados a un tiempo de desplazamiento y a tragarnos los eternos colapsos de tráfico así que casi por los pelos pudimos llegar justo cuando acabó WOVENWAR y coger buena posición para ver el inicio de IN FLAMES.

EMPIEZA EL SHOW

Como era previsible, el show empezó con “In Plain View”, primer corte de su reciente Siren Charms. ¿El mejor tema para empezar? Bajo mi punto de vista no. Hay temas bastante más cargados de adrenalina para poder encender un concierto en condiciones pero, claro, no están en su último disco que, recordemos, es el más descafeinado de su carrera. En cualquier caso, ese tema no está mal del todo. Eso sí, olvidémonos de esas grandilocuentes presentaciones de antaño con telones, efectos y todo eso. Ahora In Flames presume de austeridad, hoy son Anders, Niklas, Björn, Peter y Daniel encima de un escenario tal cual. Muy buenas luces encima de las tablas y ninguna colgada del techo (curiosos cuanto menos).

El segundo corte fue “Everything’s Gone”, posiblemente el tema más agresivo de su último disco. “Vamos bien”, pensé, y me arranqué a berrear el estribillo como loco con la sorpresa de que me quedé solo cantándolo. “¿Qué pasa con el público?” – pensé – “Ah claro, el público estaba más pendiente de grabarlo todo con sus smartphones que de saltar y cantar. Da igual, el tema lo disfruté como un enano pero no pude evitar pensar que ese público era muy parecido al del Costa de Fuego del 2012 y que es un hecho que tienen otra onda.

Fear Is The Weakness”, “Trigger”, la rareza “Resin”, único guiño a su primera etapa y la potente “Where the Dead Ships Dwell” seguían haciendo que subiera el octanaje del show. Anders con su micrófono y su pequeño pedestal al que se subía habitualmente para hacerse más visible, se comía el escenario y el resto de la banda colaboraba muy bien para poner en escena una más que notable agresividad y actitud. Destaco especialmente la contundente compañía de su enorme bajista – que no cesaba de hacer headbanging – y de Niklas Engelin, que en todo momento se ocupó de transmitir el máximo entusiasmo posible. Daniel (batería) y Björn fueron algo más estáticos pero perfectos en la ejecución de todos los temas.

EL PRIMER COITUS INTERRUPTUS.

Con lo bien que iba el concierto y de repente plantan la trilogía de temas “With Eyes Wide Open”, “Paralyzed” y la casi acústica “Through Oblivion”. ¿Son malos temas? En absoluto. ¿Son temas para un directo? Bueno, si quieres apagar un fuego de repente son ideales y eso es lo que los suecos hicieron. La gente a la barra a pedirse unas cañas (no en vano tardamos más de cinco minutos en que nos sirvieran). ¿UN CONCIERTO DE IN FLAMES EN EL QUE EL PÚBLICO SE VA A TOMAR UNA CAÑA? ¿DÓNDE SE HA VISTO?

SEGUNDO INTENTO.

No todo estaba perdido. Tras la caña y el cigarrito (es un decir, porque ya se sabe que está prohibido fumar), llegó la festiva “Ropes” que también disfruté mucho junto a mis compañeros de expedición aunque no puedo decir lo mismo del público que, por motivo desconocido, seguía un tanto apático. En fin…

Delight and Angers” consiguió despertar al público y se liaron a hacer un enorme circle pit que ocupó gran parte de la zona central. Fenomenal que la peña se alíe con los suecos porque por todos es conocido que a Anders y los suyos les gusta que la gente enloquezca en sus directos pero hacerlo con este tema que es un medio tiempo melódico resulta un poco incongruente. Daba un poco la sensación de “tu toca lo que quieras que yo hago el circle pit este porque mola”.

A todo esto, acabo de recordar una bromita del público hacia Anders, entre canción y canción, cuando le enseñaron una pancarta en la que ponía “Anders, echamos de menos tus rastas”. Claro que si, a un concierto de metal sale uno a desmelenarse, no con una gorrita hombre! Cabe decir que Anders encajó con muy buen humor la broma y, finalmente, él también reconoció echar de menos la melena.

Cloud Connected”, uno de los buques insignia de la banda, funcionó perfectamente y como colofón llegó el turno de subir a alguien del público al escenario para que grabara la inevitable ONLY FOR THE WEAK. Dejad que me detenga un segundo para que os explique otra de las anécdotas del concierto. Como viene siendo habitual en el protocolo In Flames, llega un momento en sus conciertos en el que Anders hace alusión a la cantidad de gente que está grabando con los teléfonos móviles y no sólo eso sino que reta a alguien del público a que suba a escena y luego le invita a que grabe el siguiente tema con la condición de que al día siguiente lo cuelgue en Youtube.

Bien, al primero que hizo subir a escena el pobre no entendía ni pajolera de lo que Anders le estaba diciendo. Anders simplemente le estaba preguntado en inglés que si su teléfono podía grabar video y el chico sólo pudo balbucear “no tengo batería”. No pasa nada, Anders le invitó a que se sentara a los pies de la batería, le sirvió una cerveza y fue a buscar a otra persona entre el público. En esta ocasión fue una chica, equipada con una cámara compacta digital y asegurando que sí que podía grabar. Así fue cómo empezó a sonar “Only for the weak”, la chica empezó a grabar y a medio tema se sentó al lado del que estaba tomándose la cervecita a los pies de la batería. ¿Por qué? Porque también se había quedado sin batería. Tuvo que ser Anders quien le preguntara porque había dejado de grabar y el que la invitara a ponerse de pie para que cantara junto a él y, al menos, animar un poco el cotarro. Pocos conciertos de Tankard ha visto este joven público. Que tenga que venir el cantante a decirte que te levantes (¡!)

OTRO COITUS INTERRUPTUS

A pesar del primer corte de rollo, lo cierto es que IN FLAMES había conseguido volver a hacer arder la llama. Por lo tanto, ¿alguien puede explicarme a quién se le ocurre tocar una balada de más de ocho minutos, o lo que es lo mismo, posiblemente el peor tema de la banda? Efectivamente, después de la fiesta de “Only for the weak” nos vienen con “The Chosen Pessimist”. Señores, que un concierto tiene que ser un festival y no una invitación a cortarte las venas (digo yo). Ale, otra vez a la barra.

ÚLTIMO EMPUJÓN PARA UN FINAL FELIZ

Tras esta segunda interrupción en lo que debería haber sido una erupción de adrenalina (eso eran antes los conciertos de IN FLAMES), fueron cayendo unos cuantos singles cual castillo de fuegos artificiales con “The Quiet Place”, “Rusted Nail” y “The Mirror’s Truth”, éste último acompañado de un enorme circle pit, ahora sí, plenamente justificado para continuar con “Deliver Us” y, tras la despedida por parte de Anders, la previsible “Take This Life”.

Bajo otro punto de vista, y analizando ahora la distribución del set list, y por orden de protagonismo, tocaron 6 temas de su reciente “Siren Charms” (2014) que fueron “In Plain View”, “Everything’s Gone”, “Paralyzed”, “Rusted Nail”, “Through Oblivion” y “With Eyes Wide Open”. En segundo lugar rescataron 4 temas de su predecesor “Sounds of a Playground Fading” (2011), a saber, “Deliver Us”, “Fear is the Weakness”, “Ropes” y “Where the Dead Ships Dwell”. En tercer lugar dieron cancha a 3 temas de su antepenúltimo disco, “A Sense of Purpose” (2008) con “Delight and Angers”, “The Chosen Pessimist” y “The Mirror’s Truth”. Por tanto, como podrá concluir el lector, IN FLAMES está apostando claramente por su nueva etapa y es por ello que dedicaron casi el 70% de su show a sus tres últimos discos.

En cuanto al 30% restante, los suecos rescataron 2 temas de aquel “Reroute to Remain”(2002), osea, “Cloud Connected” y Trigger”, la inevitable “Only for the weak” del “Clayman” (2000), la canción “Resin” del “Colony” (1999), “The Quiet Place” de su “Soundtrack to Your Escape” (2004) y, como no, la aclamada “Take This Life” de aquel “Come Clarity”(2006).

Por último, cabe señalar que IN FLAMES olvidó “Lunar Strain” (1994), “The Jester Race”(1996) y “Whoracle” (1997), discos que, sobretodo estos dos últimos, contienen fabulosos temas que bien podrían haber servido para sustituir a la larguísima, aburrida y completamente innecesaria “The Chosen Pesimist”. Si fueran cromos yo hubiese cambiado esa “elección pesimista” por “The Jester Race” y “Jotun” y aún me sobrarían algunos segundos de tiempo para aplausos.

En resumen, puede apreciarse claramente como In Flames apuesta por su etapa reciente y, poco a poco, va abandonando esos gloriosos discos del inicio de su carrera olvidando que son esos discos los que les han llevado hasta donde han llegado hoy en día. Precisamente sobre esta cuestión tuve ocasión de preguntarle a Björn Gelotte en su anterior visita, es decir, cuál era el motivo por el cual cada vez tocaban menos clásicos. En aquella ocasión me contestó que no querían hacer aburridos y previsibles sus conciertos tocando siempre los mismos clásicos y que les resulta más dinámico ir variando. Entonces entendí su respuesta pero ahora, tres años más tarde, y comparando aquel set-list con el de ahora, esa explicación pierde peso ya que del total de 19 temas, y descontando los 6 que pertenecen a su nuevo disco, repitieron 10 canciones así que, en el fondo, la única variedad de su set se ha visto marcada por 3 temas, “Resin”, “Ropes” y “The Chosen Pesimist”. Querido Björn, habrá que buscar otra excusa.

Como conclusión de esta crónica solamente puedo decir que In Flames pinchó. El pinchazo ya no es por la banda en sí ya que tocaron perfectamente, su actitud es inmejorable, su entusiasmo envidiable e incluso el rango vocal de Anders ha sido mejor que en otras ocasiones. El fallo creo que está en que, hoy por hoy, al menos en Barcelona, In Flames ya no es esa banda que llenaba la sala hasta la bandera y ahora cuenta con un público totalmente distinto al que tenía y que, por lo visto, tampoco resulta ser excesivamente devoto. Veremos cómo evoluciona el tema.

En cualquier caso, lo que sí quiero destacar, y esto ya al margen del concierto en sí, es la sencillez y humildad que sigue mostrando la banda al completo. Como viene siendo costumbre, al finalizar el concierto la banda acudió al cercano bar Pepe a comerse un bocata y tomarse unas birras sabiendo sobradamente que allí siempre se encuentran con un buen puñado de fans. Lejos de esconderse, todos y cada uno de ellos se mezclaron con los allí presentes intercambiando conversaciones, bromeando y dejándose fotografiar con todo aquel que lo pidiera. Al día siguiente les tocaba viajar a Zaragoza pero no parecían tener ninguna prisa. ¿Qué mejor después de un concierto que comentar la jugada con tu público no? Así de paso pudimos palpar lo ilusionado que está Niklas Engelin con el nuevo disco de Engel que tiene preparado para noviembre así como enterarnos que, seguramente, volvamos a poder ver a la banda por España antes de lo que pensamos.

Texto: Marcel·lí Dreamevil
Fotos: David Aresté

Set list:

In Plain View
Everything’s Gone
Fear Is the Weakness
Trigger
Resin
Where the Dead Ships Dwell
With Eyes Wide Open
Paralyzed
Through Oblivion
Ropes
Delight and Angers
Cloud Connected
Only for the Weak
The Chosen Pessimist
The Quiet Place
Rusted Nail
The Mirror’s Truth
Deliver Us
Take This Life