History of Rock – 12 Abril’18 – Teatro Calderón (Madrid)

Por segunda vez en la misma semana -la primera para Apocalyptica- una vez más nos íbamos al teatro, en esta ocasión para asistir al espectáculo History Of Rock que tras el éxito de la temporada anterior volvía de nuevo a nuestros escenarios.

Texto: Susana Manzanares
Fotos: Mario López

El auge que está teniendo en los últimos tiempos el formato tipo musical hace que se extienda a multitud de estilos y a homenajear a todo tipo de bandas generando así una amplia oferta elaborada para todos los gustos.  De un tiempo a esta parte, no falta al menos un par de espectáculos por temporada en las principales ciudades, bien sea con organización propia o venida de fuera de nuestras fronteras.

  

En esta ocasión, un elenco formado por cuatro grandes voces y un equipo de músicos conforman esta temporada de History Of Rock a su paso por Madrid. Aunque inicialmente estaba prevista la participación de Diddi Kastenholt (Bai Bang) y de Sami Alho (Free Spirit), finalmente los vocalistas elegidos para esta ocasión han sido Kenny Leckremo (ex-H.e.a.t.) y Christian Eriksson (Twilight Force) junto a la prodigiosa voz de la argentina Inés Vera-Ortiz y a un estupendo vocalista desconocido para nosotros que nos vais a disculpar pero no tenemos referencias de quién se trata, estamos en ello.

En ese aspecto nos gustaría puntualizar algo. Queda un poquito descuidado el hecho de anunciar a unos artistas para la promoción del espectáculo (principalmente en los vídeos con los que se está publicitando, pues hasta hace poco eran de la gira anterior y no aparecía ninguno de los artistas mencionados) que tras algunos cambios de última hora no son tal y aún queda peor el que a día de hoy y todavía con la obra ya varios dias en cartel, siga sin actualizarse parte de esa información en redes. No va muy acorde con lo que es, un gran espectáculo serio y de prestigio, y puede dar lugar a malos entendidos con lo que se está vendiendo, pues uno va creyendo que va a ver un elenco y se encuentra otro diferente.

  

La representación se divide en dos actos de cerca de hora y media cada uno, con unos quince minutos de descanso entre ellos siguiendo la manera tradicional teatral y de esa misma forma, también con puntualidad. Se hace el silencio y empieza el espectáculo con un medley de cuatro himnos imprescindibles de la historia de la música, Johnny B. Goode de Chuck Berry, doblete de Elvis con Jailhouse Rock y You Ain’t Nothing But A Hound Dog para terminar con Great Balls Of Fire – Jerry Lee Lewis, casi nada…

Terminar ese medley claro, porque la cosa no había hecho más que empezar. Uno tras otro fueron sonando The Rolling Stones, The Beatles, Deep Purple, Boston, Survivor… toda una sucesión de temas sin apenas pausa, donde iban desfilando los intérpretes, juntos, a dúo y también por separado, donde se lucen más a nivel individual como en el caso de Inés con un estupendo The Rising de Bruce Springsteen, con todo el escenario sólo para ella y para las dos coristas flanqueándola una a cada lado. En este punto álgido llegamos al descanso tras un paseo por Pink Floyd y Dire Straits.

  

A la vuelta del descanso quedaba mucha tela que cortar todavía, los sonidos más duros del rock se mezclaban con los más clásicos, era hora de combinar a Led Zeppelin, AC/DC, Queen, Tina Turner, Guns n’ Roses, Metallica, Bon Jovi, Van Halen, Aerosmith o Europe con U2, Creedence Cleerwater Revival, Prince o de nuevo The Beatles… Todo vale si la dicha es buena. Un mix de grandes temas en cascada uno tras otro, sucesión que en una visión general fue de más a menos, el espectáculo empezó mucho más arriba de lo que terminó… en mi humilde opinión personal, Hey Jude de The Beatles no me parece el tema más idóneo para terminar un espectáculo de este tipo, máxime si el anterior ha sido Highway To Hell… bajón total. En contrapunto tengo que destacar la impecable interpretación de los artistas y músicos, la parte instrumental bastante correcta pero sin duda lo más notable de la noche -junto con el espectacular juego de luces- el conjunto de esplendidas voces reunidas para este espectáculo (aunque a veces sobreactuaron un poco), acertadísima elección.

En conclusión, estos espectáculos como todo, también generan distintas opiniones. Los que están en contra porque no dejan de verlo como una banda tributo nutrida con una importante maniobra de marketing, artistas de cierto renombre en el mundillo y selectas ubicaciones como son los teatros, que sin duda dan un brillo especial a cualquier tipo de espectáculo. En el lado opuesto está la otra parte, la que lo posiciona como un espectáculo musical cuidado, con artistas de innegable talento -sean conocidos o no- que dan cien por cien en el centro la diana del gusto del gran público, porque este espectáculo va dirigido a ellos. No hay más que ver a todo el mundo de pie disfrutando, cantando a pulmón y brazos en alto buena parte de la actuación, por no decir toda, y e l éxito del Photocall a la salida.

  

Será que con los años y tantos conciertos a nuestras espaldas algunos nos volvemos más exigentes y espectáculos como este aunque nos agradan, musicalmente no acaban de llenarnos del todo. Dónde está el fallo? No hay ningún fallo. Como digo, la realidad es que este espectáculo va dirigido al gran público, a acercar el Rock a un público de todas las edades, mayores, jóvenes y niños que no tienen por qué ser rockeros de pro para disfrutar y saberse al dedillo esos grandes himnos archiconocidos que son ya historia de la música y lo más importante, de disfrutarlo en vivo si por la razon que sea no tienen la facilidad de ir con asiduidad a ver música en directo. Sólo por eso estas iniciativas son de lo más loable, porque aunque nuestros exigentes oídos se queden con ganas de más, si sirve para que las futuras generaciones mantengan viva la llama del Rock bienvenido sea uno y mil espectáculos como este.

Texto: Susana Manzanares
Fotos: Mario López