Este 2013 está siendo perfecto para aquellos que les guste el death melódico. Y es que dos de las grandes bandas del género, Children of Bodom y Kalmah, han sacado disco de larga duración en el presente ejercicio. En esta ocasión nos encargaremos del LP lanzado por el grupo liderado por los hermanos Kokko, lo que supone el séptimo larga duración editado por los fineses.
Paris Gonzalez
Nota: 8,5/10  

Corto, directo, efectivo. Así se podría resumir el séptimo y último disco de los finlandeses Kalmah. Una mezcla cuasi perfecta de velocidad, brutalidad, caña, agresividad pero, a la vez, secciones mucho más calmadas y melódicas que contribuyen a crear una balanza bien equidistada de los dos extremos.

Quizás han estado siempre a la sombra, por detrás de los grandes nombres del género como In Flames, At the Gates y, por encima de todos, de sus compatriotas fineses Children of Bodom. Sin embargo, el grupo encabezado por los hermanos Antti y Pekka Kokko se han mantenido con una cadencia equilibrada sin demasiados sobresaltos a lo largo de su ya dilatada discografía.

En esta ocasión, los dos hermanos se han rodeado de su bajista y batería habitual desde hace unos años: Timo Lehtinen y Janne Krusmin, respectivamente, y un novel a los teclados, Veli-Matti Kananen. La verdad es que no cabría mencionar a ningún componente del grupo por encima del resto. Todas las secciones suenan magníficamente bien y tanto la rítmica, los teclados, así como las afiladas guitarras hacen un buen trabajo para crear un gran disco.

Con un brutal blastbeat comienza el tema que da título al disco, Seventh swamphony. Toda una declaración de intenciones en el que las melodías se intersecan a la perfección con la brutalidad que buscar desplegar los finlandeses. El arpegio principal suena como un desgarrador y frío cuchillo que está a punto de cortar un fino cuello mientras que los múltiples “solos” de Anti Kokko suenan de vértigo.

Mucho más épica y melódica se muestra Deadfall. Un corte en el que los teclados crean un ambiente típico de los parajes de la Escandinavia profunda con el punto álgido tras el primer coreable estribillo. Tema corto y sencillo a la par que eficaz. Continúa con la estela épica dejada por el anterior corte Pikemaster, algo más profundo y con algunos certeros cambios de ritmo aunque el toque folk al estilo Finntroll o Ensiferum suena un tanto extraño en un disco de Kalmah.

Hollo, el corte más largo del disco, se desenvuelve con un tempo mucho más relajado que sus antecesores, con toques y tintes épicos, que sirven para relajar al oyente en su escucha y que sirve para calentar motores de cara a lo que viene, buena forma de crear un momento de calma. El quinto tema de este “Seventh swamphony” es Windlake tale, demoledor en todos los aspectos, con una rapidez y una potencia brutales.

Muchísimo más oscuro y pesado suena, por su parte, Wolves on the throne, tema en el que el sonido de la sección rítmica se hace notar con un bajo impresionante en ciertas partes aunque también queda sitio para unas notas armónicas con los teclados del debutante Veli-Matti Kanainen.

Pese al inicio fantasmagórico, Black marten’s trace nos retrotrae al primer tema con unos agresivos blast beats y una potencia extraordinarias. Cierra el disco The trapper que cambia completamente el álbum de registro en la intro aunque pronto se desvelan las verdaderas intenciones, un tema que vuelve a un tempo calmado pero en el que la fuerza y la rabia no faltan en lo que supone un buen colofón para un genial disco.

En resumen, un disco más que notable que enganchará a los seguidores de la banda y del género y que debe ser una buena forma de conocer a la banda por parte de aquellos que no lo hayan hecho todavía. La potencia, agresividad y rabia se mezclan con partes melódicas y calmadas que redondean en un buen álbum.

Paris Gonzalez

Temas:

  1. Seventh swamphony

  2. Deadfall

  3. Pikemaster

  4. Hollo

  5. Windlake tale

  6. Wolves on the throne

  7. Black marten’s trace

  8. The trapper

Web: https://www.kalmah.com/