De las grandes bandas de rock progresivo que surgieron a finales de los años sesenta, King Crimson demostró desde la publicación de su primer álbum («In The Court Of The Crimson King») en 1969, que tenían un sonido totalmente distinto, hecho que le dio al grupo una identidad propia, cuyo afán por seguir experimentando se fue confirmando en sus dos siguientes producciones «In The Wake Of Poseidon» y «Lizard», ambos publicados en 1970, en donde abarcaron estilos que oscilan entre el rock sinfónico y la jazz fusión.

Al analizar de manera retrospectiva la obra de King Crimson, he podido observar que «Islands» ha sido algo subestimado al ser considerado parte de una etapa de transición para el grupo, aún así, es un disco poseedor de una atmósfera oscura que requiere de varias escuchas para que de ese modo se pueda apreciar mejor y descubrir la belleza que presentan los temas allí incluidos, algunos de los cuales han sido rescatados en las presentaciones ofrecidas por la reciente alineación de King Crimson.

Para el momento en que King Crimson había publicado su tercer álbum («Lizard») en diciembre de 1970, el cantante y bajista Gordon Haskell y el baterista Andy McCulloch habían abandonado al grupo, quedando Robert Fripp (guitarra), Mel Collins (flauta y saxofón) y Peter Sinfield (letras, sonido e iluminación) como los miembros restantes del grupo. McCulloch sería sustituido por Ian Wallace, quien fue incorporado a la banda por recomendación de Keith Emerson. En cuanto al puesto de cantante y bajista, el mismo recayó sobre Boz Burrell; y por cuanto ya se habían programado algunas presentaciones que comenzaban en abril de 1971, el propio Robert Fripp se encargó de enseñarle a Boz todo el repertorio del grupo nota por nota.

Alternando sus presentaciones en vivo con sesiones de grabación en los Command Studios ubicado en Londres, desde agosto hasta octubre de 1971, la banda concluyó «Islands», el cual salió bajo la producción de King Crimson, contando asimismo con la asistencia de ciertos músicos de sesión, algunos de los cuales como Keith Tippett, Robin Miller y Mark Charig, ya habían participado en el disco anterior.
«Formentera Lady», composición de Robert Fripp y Peter Sinfield, le da inicio a «Islands» con la introducción de un contrabajo interpretado con arco por el músico sudafricano Harry Miller, interviniendo luego la flauta de Mel Collins junto al piano de Keith Tippett, entrando la voz de Boz Burrell quien canta de manera tranquila sobre tales instrumentos, en un estilo bastante parecido al de Gordon Haskell; después de la segunda estrofa entran la batería y el bajo, con la voz siguiendo la melodía marcada por la flauta, para luego sonar el piano junto a diversos implementos de percusión, sonando posteriormente la guitarra rítmica de Fripp, con la intervención de Collins en el saxofón y la flauta. La atmósfera del tema adquiere un clima angustiante con la voz de la soprano Paulina Lucas marcando la pauta, junto a los acordes del contrabajo de Harry Miller.

Peter Sinfield tuvo su inspiración en escribir las letras de «Formentera Lady» al haber visitado recientemente las Islas Baleares ubicadas al frente de la península ibérica, en especial la isla de Formentera, describiendo los paisajes y animales allí observados, señalando igualmente que en ese lugar Ulises cayó bajo los encantos de la hechicera Circe, en una clara referencia a la Odisea de Homero. Este tema formó parte del repertorio de la banda en aquélla época. Por otro lado, el actor español Pau Durà debutó como director en 2017 con su película «Formentera Lady’, de donde se dice que tomó inspiración en la canción del mismo nombre.

Sin que todavía hubiese concluido el primer tema del disco, entran los platillos de Wallace para dar inicio al tema «Sailor’s Tale», escrito por Robert Fripp; en donde el bajo y la batería inician la introducción, entrando luego el saxofón y la guitarra quienes marcan el ritmo junto al sonido de una corneta interpretada por Mark Charig. Después escuchamos un solo de guitarra que contrapuntea con el saxofón; posteriormente el bajo marca otro ritmo y Fripp efectúa unos rasgueos en la guitarra haciéndola sonar como si se tratara de un banjo sonando sobre un fondo de melotrón, el cual va subiendo de volumen a medida que el tema se va acelerando y en donde los instrumentos restantes dan la impresión de estar compitiendo entre sí, sobresaliendo la guitarra que se va quedando sola, para concluir el tema con el sonido del melotrón a bajo volumen. «Sailor’s Tale», cuyo estilo se acerca bastante a la jazz fusión mezclado con la intensidad de King Crimson, fue interpretada en vivo por la banda en aquélla época, siendo recuperada posteriormente por la formación actual del grupo.

El tercer tema del disco está conformado por «The Letters», composición atribuida a Robert Fripp y Peter Sinfield, la cual tiene un comienzo lento con la guitarra de Fripp ejecutando unos arpegios, uniéndosele la voz de Burrell y en donde Fripp efectúa unos delicados punteos con otra guitarra; después de la segunda estrofa, intervienen Collins con el saxofón y Wallace con la batería, acompañados por un frenético solo de guitarra, pausándose luego la canción que le da paso al bajo y Collins ejecuta un sobresaliente solo de saxofón sobre los golpes de la batería, mientras que la guitarra de Fripp marca otro ritmo. Luego entra la voz de Burrell con un tono más agresivo, siendo acompañado por la flauta, mientras que el bajo va sonando junto a la guitarra, para después concluir el tema con el sonido de unos platillos y la voz de Burrell cantando la última estrofa a capela. Las letras parecen describir dos cartas, una escrita por una chica a la esposa de su amante contándole de su relación, y la otra se interpreta como una carta de suicidio escrito por dicha esposa.

La melodía de «The Letters» proviene de un tema denominado «Drop In», el cual fue interpretado en vivo por la primera formación de King Crimson en 1969; y que se deriva a su vez de un tema titulado «Why Don’t You Just Drop In» interpretado por el grupo precursor de King Crimson de nombre Giles, Giles & Fripp. En la caja «Epitaph» publicado en abril de 1997, aparece una versión de «Drop In», en tanto que «Why Don’t You Just Drop In» la podemos encontrar en la recopilación de Giles, Giles & Fripp llamada «The Brondesbury Tapes», publicada en octubre de 2001. «The Letters» fue otro de los temas del disco que formó parte del repertorio en vivo de aquélla época y posteriormente fue incluida en las presentaciones actuales del grupo.

El lado «B» del álbum comienza con otra composición de Fripp y Sinfield titulada «Ladies Of The Road», cuyas letras constituyen una clara referencia sobre las chicas o groupies que la banda conoce durante sus presentaciones. El tema se inicia con la guitarra eléctrica marcando unos acordes, entrando Burrell quien canta una melodía mientras que Wallace se le une con la pandereta y a medida que se desarrolla el segundo verso le va agregando el bombo junto al bajo de Burrell, al terminar dicho verso, interviene Collins con un solo de saxofón y posteriormente Fripp ejecuta un breve solo de guitarra (semejante a lo que luego desarrollará en la canción «Fallen Angel» de 1974), con la voz cantando el tercer verso en una tonalidad más fuerte.

Al momento de efectuar los coros, la voz de Burrell se dobla en diferentes partes repitiendo las palabras, siendo acompañado por la guitarra, el bajo y la pandereta de Wallace, quien con la batería le da entrada al siguiente verso con la intervención del saxofón de Collins, hasta interpretarse de nuevo los coros con una posterior entrada de un solo de guitarra, para luego ser sustituido por el saxofón, mientras que las voces dobladas de Burrell repiten el título de la canción, la cual sería interpretada en vivo por aquélla época.

El disco continúa con la instrumental «Prelude: Song Of The Gulls», composición de Robert Fripp cuya melodía proviene del tema «Suite No. 1» del grupo Giles, Giles & Fripp, incluida en el álbum «The Cheerful Insanity of Giles, Giles & Fripp» publicado en septiembre de 1968. Aquí se trata de una pieza orquestal de gran belleza en donde sobresale el oboe interpretado por Robin Miller, sobre un fondo de violines ejecutado por músicos no acreditados.

La última canción del disco, «Islands», escrita por Fripp y Sinfield, tiene una atmósfera tranquila y sin muchos cambios, cuyas letras describen la sensación de estar en una isla paradisíaca; comenzando con Boz Burrell cantando de forma comedida siguiendo el ritmo del piano interpretado por Keith Tippett, sonando al fondo el contrabajo con arco de Harry Miller junto a una casi imperceptible guitarra. Luego de transcurrido más de dos minutos, se hace presente la corneta de Mark Charig, que viene a ser el instrumento dominante en este tema, con Robert Fripp interpretando esta vez un harmonium que suena al fondo, contrarrestando en cierto modo el piano de Tippett; y antes que Burrell interprete el último verso se hace presente la flauta de Collins que va guiando la canción hasta que aparece la suave interpretación de Wallace en la batería junto a Burrell cantando el coro; luego la corneta vuelve a llevar el ritmo junto al piano y el harmonium. Presentándose posteriormente un fondo de melotrón que va sonando in crescendo a medida que avanza la canción hasta llegar a su conclusión dejando únicamente el sonido del harmonium. Esta canción fue interpretada pocas veces en la gira de promoción del disco; pero desde 2017 ha sido incluida dentro del repertorio actual de la banda.

Después de un minuto de silencio, aparece lo que parece ser un ensayo, sonando una flauta al fondo mientras escuchamos a los músicos conversando, para sonar posteriormente lo que parecer ser una afinación de violines, seguidos después por alguien indicando el inicio de un tema, terminando abruptamente el disco.

«Islands» fue el último disco en donde Peter Sinfield colaboró junto a King Crimson, ya que una vez publicado el álbum en diciembre de 1971, éste fue despedido de la banda por Robert Fripp, quien ya no se sentía a gusto trabajando con él; posteriormente Sinfield se asociaría con Emerson, Lake & Palmer contribuyendo en algunos temas de dicho grupo y también colaboraría junto a Roxy Music y Premiata Forneria Marconi, entre muchos otros.

En enero de 1972, se produjo la ruptura del grupo a raíz que durante unos ensayos, Robert Fripp rechazó una composición de Mel Collins que los demás integrantes deseaban desarrollar; pero debido a que la banda tenía ya contratada unas presentaciones por los Estados Unidos, acordaron cumplir con tales compromisos produciéndose la última presentación de esta formación de King Crimson, el primero de abril de 1972 en Birmingham, Alabama. Después de esta última presentación, Robert Fripp regresó a Inglaterra mientras que los demás permanecieron en América. A su regreso, Fripp publicó el álbum «Earthbound» en junio de 1972, documento en vivo de esta última gira. Luego de un fallido intento de formar una banda junto a Jon Hiseman y Mark Clarke, antiguos integrantes de Colosseum, Fripp reagrupó King Crimson alrededor de John Wetton, Jamie Muir, David Cross y Bill Bruford, abriendo una nueva etapa de la banda, y para muchos de sus seguidores, una de las mejores.

En cuanto a los demás integrantes del grupo, Ian Wallace trabajaría como músico de sesión para muchos artistas, hasta su muerte en agosto de 2006; Boz Burrell sería miembro fundador del supergrupo Bad Company, y permanecería en la escena musical hasta su fallecimiento en septiembre de 2006; y Mel Collins formó parte en algunos discos de Camel y también ha sido un músico de sesión muy solicitado por diversos artistas, en el 2013 se reuniría con Robert Fripp en una nueva alineación de King Crimson, permaneciendo en el grupo hasta los actuales momentos.

En lo referente a los músicos de sesión que trabajaron junto a King Crimson en la grabación de «Islands», Harry Miller trabajó con diversos músicos de jazz hasta su muerte en 1983. Robin Miller siguió trabajando con diversas orquestas de música clásica y también colaboró en el primer disco de Steve Hackett (Voyage Of The Acolyte) en 1975, Miller falleció en 2014. Keith Tippett, quien desde que comenzó a trabajar con King Crimson desde 1970, había rechazado la oferta de Robert Fripp de integrarse a la banda como integrante oficial, siguió grabando como líder de su propio grupo de jazz, hasta su muerte en junio del 2020. Mark Charig ha continuado trabajando como músico de jazz con su propia banda y según lo informó la página oficial de King Crimson, la soprano Paulina Lucas falleció en 2010.


Para efectuar esta reseña, me apoyé en Wikipedia, la página web «dgmlive.com», así como en las notas incluidas en las ediciones del 30 y 40 aniversario de «Islands», la edición del 40 aniversario de «Earthbound» y el libro King Crimson de Carlos Romeo, publicado en 1999.

Rafael Coutinho.