aeintro Nueva cita metalera en la ciudad condal. Tras las recientes descargas de IN FLAMES y OVERKILL durante el pasado mes de octubre, hoy tocaba rematar el mes de noviembre con la descarga de los poseedores del trono del trash metal europeo, a saber, los sempiternos KREATOR. Para lo ocasión vinieron acompañados de los no menos notables ARCH ENEMY, de la banda de Andy Sneap, HELL, y de los jóvenes alemanes DRONE, que con su nu thrash metal se encargaron de abrir esa majestuosa velada de fuego.
Texto: Marcel.li Dreamevil
Fotos: Mario López

Obviaremos las disculpas y simplemente apuntaremos que fue imposible ver a DRONE y a los veteranos HELL, que al parecer sorprendieron al respetable con alguna de sus coreografías sanguinolientas que, según nos contaron algunos, sacó más de una sonrisa entre el público.

Un servidor se declara seguidor de la banda des de que debutaron en el año 1996 con aquel “Black Earth”, cuando a las voces teníamos al carismático Johan Liiva junto a los hermanos Amott a las guitarras y Daniel Erlandsson a las baquetas. Esta banda, recordemos, se formó a raíz de la separación de CARCASS, de los cuales también era ferviente seguidor, y es por ese motivo que siempre que ha habido ocasión he tratado de disfrutarlos en directo.

En el año 2001 Arch Enemy lanzó uno de sus mejores discos, a saber, “Wages of Sin”, disco en el que debutaba una joven de 27 años llamada Angela Gossow, que sorprendió a propios y extaños con su particular forma de cantar y con su actitud en escena, agresiva, ruda, directa y muy fiera. Desde entonces, Angela Gossow, Michael y Christopher Amott, Sharlee d’ Angelo y Daniel Erlandsson se convirtieron en un combo inseparable hasta que, tras la publicación de su penúltimo trabajo “Khaos Legions” (2011), Angela Gossow anunció que dejaba su posición de vocalista para convertirse en la manager de la banda. Asimismo Christopher Amott también abandonaba viéndose substituido por el también guitarrista Nick Cordle para la grabación de este “War Eternal”, a saber, un disco no solamente excelente sino que supone, sin duda alguna, una regeneración del sonido de la banda que, tal vez, había flaqueado algo en sus últimos lanzamientos.

Por supuesto, no podemos obviar que uno de los reclamos de la banda es esa joven vocalista de 29 años llamada Alyssa White – Gluz que ha llegado para tomar el relevo de Angela (tarea harto complicada). Por si acaso eso no era poco reclamo, nos encontramos con el hecho de el pasado 17 de noviembre, es decir, hace 11 días, se anunciaba la incorporación del virtuoso Jeff Loomis ( ex – NEVERMORE) a las filas de los suecos.

A las 19:50h, con extrema puntualidad, sonaba la intro de su último trabajo para dar paso a lo que fue un conciertazo en toda regla. Una hora exacta de reloj que les permitió tocar un total de 11 temas, tres de su “War eternal” (2014), tres de su penúltimo “Khaos Legions” (2011), dos de “Doomsday Machine” (2005), dos de su “Anthems of rebellion” (2003) y uno del referido “Wages of Sin” (2001). Es decir, en cuando a set list, renuncian a la era pre-Gossow, así como del “Rise of the tyrant” (2007). En cualquier caso, una elección acertada de grandes éxitos aderezados con sus tres nuevos singles “War eternal”, “As the pages burn” y “You will know my name”.

Una vez analizado el set-list, hablemos de la puesta escena de la banda. Un auténtico arco iris capilar adornaba el escenario. Teníamos a los morenos Daniel y Sharlee, al pelirrojo de Michael Amott, al rubio Loomis y, por último la saltarina cabellera azul y verde de Alyssa White-Gluz que se ha tomado verdaderamente en serio el puesto que le toca desarrollar y que no es otro que el de intentar esquivar la sombra que le pueda hacer Angela (tal vez sea por esa razón que esta menuda no pare de moverse y de saltar por el escenario animando como la que más a todo el público).

La banda ejecuta el show con una precisión absoluta, a excepción del algún fallo de sonido con la guitarra de Amott y algún pequeño despiste de Loomis que vamos a perdonar del todo ya que no podemos obviar que este hombre hace muy pocos días que se ha incorporado a la banda y aprenderse los temas del tirón no es tarea fácil. Aun así, Loomis llevó a cabo su labor de manera ejemplar. En cuando a Sharlee, sigue cumpliendo su función como de costumbre, enorme presencia, enorme melena y actitud de vikingo que ayuda a transmitir fuerza y contundencia a la imagen de la banda. No obviaremos tampoco las baquetas de Erlandsson, a saber, uno de los fundadores de Arch Enemy y que, aunque discreto, marca el compás con total precisión.

Así, mientras íbamos disfrutando de temazos como “War eternal”, “My Apocalypse”, “Ravenous” o “As the pages burn”, nos íbamos contagiando del entusiasmo de Alyssa que, con un destacable bagaje a sus espaldas como líder de los canadienses THE AGONIST, demuestra tener tablas y personalidad de sobra para sacar el concierto adelante. En cuanto a su actitud en escena he de decir que a mí me convenció y creo que incluso supera la labor de Ángela en el sentido de que Alyssa trata de seducir al público mientras que Ángela más bien demostraba su mala leche y lejos de seducirlo más bien lo atemorizaba. No sé si me explico, los líderes de las bandas tienes todos sus distintas personalidades pero podríamos decir que los hay que se preocupan de llevar a cabo su papel con el mayor rigor posible (como hacía Angela) y los hay que, aparte de eso, también se preocupan de “caer bien” y de ganarse la simpatía del respetable. En ese sentido Alyssa se muestra claramente más abierta que su predecesora.

En cuanto al nivel vocal aquí me temo que me decanto por Ángela. No quiero decir con eso que la labor de Alyssa no sea buena porque es realmente destacable pero en cuanto a registro, garra, ferocidad y agresividad Gossow gana unos cuantos enteros y eso, como es inevitable, se notó en los temas que tuvo que interpretar Alyssa. ¿Significa eso que sonaron mal? En absoluto. Solamente significa que, por ejemplo, el grito de guerra que lanza Angela para empezar a cantar Nemesis no llega a ser igualado por Alyssa. No obstante, también es razonable pensar que los temas que cantaba Gossow estaban compuestos para su rango vocal.

En resumen, juego de luces perfecto, sonido exquisito, ejecución y actitud sobresalientes, el nuevo fichaje llamado Loomis sin defraudar y la nueva vocalista comiéndose el escenario sin ningún temor y metiéndose al público en el bolsillo desde el minuto uno. Ah, y ya que hablo de público, esta vez sí, un grandísimo aplauso porque mostraron ser verdaderos seguidores de la banda y desde la primera hasta la última fila mostraron su devoción con auténtica entrega.

Set list:

Tempore Nihil Sanat (Prelude in F minor)
War Eternal
Ravenous
My Apocalypse
You Will Know My Name
Bloodstained Cross
Under Black Flags We March
As the Pages Burn
Dead Eyes See No Future
No Gods, No Masters
We Will Rise
Nemesis

También con puntualidad extrema, salían a escena los cabezas de cartel, los líderes de la noche, los eternos KREATOR, reyes del thrash europeo y uno de los líderes indiscutibles del nuevo renacimiento del género que de unos años a esta parte ha experimentado el referido subgénero musical.

A punto de cumplir los 30 años desde que debutaran en 1985 con aquel “Endless Pain”, Mille Petrozza y Ventor Reil, ambos fundadores de la banda, acompañados de Christian Geisler al bajo desde 1995 y Sami Yli-Sirniö a la guitarra, desde el año 2001, saltaron a escena dispuestos a incendiar la repleta sala Razzmatazz 1, con capacidad para 2500 personas.

Cabe señalar que en esta gira Kreator no está presentando disco alguno sino que sigue tirando de aquel “Phantom Antichrist” de hace 2 años. No obstante, eso no supuso absolutamente ningún obstáculo para congregar a sus fieles seguidores a pesar de que hace escasos meses ya tuvimos ocasión de verles descargar en el Rock Fest del pasado mes de julio.

El concierto arrancó con la intro “The Patriarch” para dar paso a “Violent Revolution”, ambos cortes extraídos del homónimo disco publicado hace ya 13 años y que, sin duda alguna, supuso la vuelta al sonido “old school” de la banda, tras una etapa algo confusa protagonizada por los ignorados discos “Renewal” (1992), “Cause for conflict” (1995), “Scenarios of violence” (1996), “Outcast” (1997) y “Endorama” (1999). No en vano, de toda su etapa de los noventa, solamente rescataron el tema “Phobia” de su disco “Outcast” (1997).

Así, continuado con el comentario de su set list, un total de 20 temas protagonizaron la descarga y se repartieron de forma bastante equitativa entre la mayoría de sus discos. Así, el 50% de su colección de temas se situaron entre sus recientes lanzamientos “Enemy of God” (2005) – 4 temas – , “Hordes of chaos” (2009) – 2 temas – y el reciente “Phantom Antichrist” (2012) – 3 temas -. En cuanto al otro 50%, nos regalaron un surtido cada uno de sus discos más representativos, a saber, “Endless Pain”, “Flag of Hate” y “Tormentor” de su disco de debut “Endless Pain” (1985), “Pleasure to kill” que dio título a su segundo disco de 1986, “Extreme Agression” del homónimo álbum de 1989 y “People of the lie” de su “Coma of souls” (1990). Ah, y no olvidemos que incluso nos sorprendieron con la versión del “The Number of the Beast” de los Maiden, un gesto, bajo mi punto de vista, de mucha humildad ya que cabe señalar que tres años después de la publicación de ese disco de los Maiden, llegó el debut discográfico de Kreator osea que, discográficamente hablando, no se llevan tanto.

Del conjunto del set-list yo solamente eché de menos el clásico “Betrayer” y, como siempre, que no rescataran ningún tema del genial “Terrible Certainty “ (1987), pero lo compenso con el sentido homenaje que hicieron a través del tema “Voices of the Dead” a todos los grandes músicos que ya nos han dejado. Un tema algo “melódico”, que sirvió para acompañar un montaje de diapositivas que se iban proyectando en el telón de fondo del escenario y en el que iban apareciendo las grandes figuras del género que, lamentablemente, ya no están entre nosotros como puedan ser, entre otros, Dimebag Barrell o el inolvidable Ronnie James Dio, que sirvió como imagen de cierre de este agradecido homenaje.

Repasado el set-list, vayamos a comentar la puesta en escena. A diferencia de anteriores conciertos, en esta ocasión Kreator optó por un montaje más contemporáneo y que me recordó bastante al que trajo In Flames en su reciente concierto, es decir, el equipo de luces montado sobre la parte del fondo del escenario, rodeando al equipo de batería y lanzando la colección de destellos directamente hacia el público, dotando así al conjunto del escenario de una mayor profundidad y permitiendo, a su vez, que el telón de fondo del mismo sirva como enorme pantalla de proyección sobre la cual se fueron sucediendo una notable colección de secuencias especialmente diseñadas para acompañar a cada uno de los temas que iban sonando. Y todo ello aderezado con cuatro columnas que no paraban de escupir humo así como cuatro cañones que hacían lo propio disparando hacia el público. En conjunto, el montaje otorgaba a Kreator la sensación de ser una especie de pesada locomotora cargada de metal escupiendo ira y fuego por todos los costados.

En cuando a los músicos, a estas alturas ya no cabe esperar grandes sorpresas. El bueno de Ventor, a la batería, no paro de aporrear su instrumento con la mala leche que siempre le ha caracterizado. Le sigue en entusiasmo el también veterano bajista Christian Geisler, que no para ni un segundo de hacer headbanging y de animar al público. En contrapartida, podemos observar al efectivo pero soso guitarrista Sami, que simplemente se limita a tocar sin transmitir entusiasmo alguno y, por último, pero no por ello menos importante, al padre de la criatura, Mille Petrozza, que a sus 47 años, y tras haberse pasado una década entera experimentando con nuevos sonidos, optó por resucitar a Kreator llevándolo a sus orígenes y reconquistar así el trono merecido. Dicha tarea la inició con “Violent Revolution” (2001) y desde entonces no ha cesado de lanzar excelentes discos de thrash, la cual cosa ha vuelto a situar a los alemanes donde lo dejaron a finales de los 80. Por tanto, y retomando la puesta en escena, Mille sigue entregándose a su público con el entusiasmo que le permite el tener que cantar y tocar a la vez pero sin olvidar al respetable ni un segundo. Eso sí, tal y como comentaba con Arch Enemy cuando hablaba de los distintos tipos de líderes que podemos encontrarnos en escena, en el caso de Kreator, Petrozza siempre ha representado el papel de metalero enfadado y gruñón, enfurecido contra un sistema político que no funciona y que solamente es capaz de generar odio, rabia, frustración y desigualdad. En esta ocasión, como no podía ser de otro modo, Mille llevó a cabo su papel tal y como se esperaba de él.

En cuando al sonido tal vez ahí radicó el punto flojo del concierto. Así como Arch Enemy se escuchó a la perfección, en el caso de Kreator eso sonaba excesivamente saturado, en muchas ocasiones eso parecía una especie de bola de distorsión, dobles bombos y berridos y eso, para algunos, hacía que les costara distinguir un tema de otro. Cabe añadir a eso que Petrozza nunca ha destacado precisamente como un excelente vocalista así que es relativamente sencillo que los instrumentos le tapen la voz. En cualquier caso, y con esto paso a hablar de la reacción del público, creo que eso poco importó a los allí presentes puesto que, desde el primer compás, todos los allí congregados, tanto los fans de los ochenta como los jovenzuelos que posiblemente hayan descubierto a Kreator en los últimos tres discos, se volvieron completamente locos con cada uno de los temas. Circle pit, moshpit, headbanging a saco, puños en alto, saltos, crowd surfing y todo lo que podáis imaginar del ritual que supone un auténtico concierto thrash estuvo presente esa noche.

Quien escribe estas líneas reconoce haber estado en las primeras posiciones durante el inicio del show, asume haber estado haciendo circle pit y el wall of death con “Endless Pain” pero también reconoce que el agotamiento hizo que me situara unas cuantas filas atrás para coger aire. Aun así, era impresionante comprobar cómo, tema tras tema, el público no aflojaba ni un segundo. Razzmatazz estaba ardiendo con Kreator arrasando como pocas veces he podido ver en directo.Tras la imparable descarga, el medley “Flag of Hate/ Tormentor” sirvió como despedida de unos noventa minutos que nos sirvieron para dejar secos nuestros depósitos de adrenalina. Bravo Kreator y que podamos disfrutarlo por muchos años.

Texto: Marcel.li Dreamevil
Fotos (conciertos Madrid): Mario López

Set list:

The Patriarch
Violent Revolution
Civilization Collapse
From Flood into Fire
Extreme Aggression
Phobia
Enemy of God
Voices of the Dead
Awakening of the Gods (intro only)
Endless Pain
Suicide Terrorist
Mars Mantra
Phantom Antichrist
Impossible Brutality
Hordes of Chaos (A Necrologue for the Elite)
Pleasure to Kill
The Number of the Beast (Iron Maiden cover)
Warcurse
People of the Lie
Flag of Hate / Tormentor