Una de las bandas más inclasificables surgida en la escena metalera es noruega y se llama Kvelertak, funcionan desde 2007, su disco debut homónimo del 2010 les lleno de elogios, un disco atrevido en el cual la banda sorprendió por su sonido, ya que en la placa por increíble que pareciera acampaban a sus anchas, rock, punk, black metal y hardcore…

Dejando bien claro que los músicos no tenían fronteras musicales y tocaban lo que les salía de los cojones, sin olvidar que la banda cantaba en noruego. Vinieron Meir en el 2013 y Nattesferd en el 2016, la misma fórmula pero más madura, lo cual les hizo ganarse a todo pulso la etiqueta de black´n´roll, una etiqueta que los definía a la perfección.

En el 2017 telonearon a Metallica y su nombre se hizo más reconocido. Splid en el 2020 sólo confirmo su magnífico estado de gracia, para muchos su gran disco. Tres años después publican Endling, un disco que nos muestra la faceta más accesible de la banda, se han alejado de las tonalidades blackers, ahora dominan a plenitud el hardrock más clásico, mucho punk, algo de hardcore, pero ya no tan desbocados.

En todo momento se nos viene a la memoria bandas como Gluecifer, Turbonegro, Hellacopters, The Flaming Sideburns, Skambankt o The Carburetors, por ahí van los tiros de esta nueva placa, un disco de transición, no hay que olvidar dos factores que seguro han pesado en el desarrollo de este Endling, uno, que es el segundo disco con Ivar a la voz y Havard a la batería y dos, es el disco más cercano en tiempo a Beachheads el proyecto powerpop del bajista Marvin Nygaard y del guitarrista Vidar Landa, quienes apenas el año pasado publicaron su Beachheads II.

Kvelertak-Morild

El disco arranca con Kroterveg Te Helvete con sus primeros 4:05 minutos de pura instrumentación, la intensidad va en ascenso, hasta que entra con todo Ivar, el tema desgraciadamente se extiende hasta los 7:54 minutos y pierde fuelle. Mucho mejor la versión corta del mismo tema de apenas 4:36, con toda la actitud pandillera que hace incendiario al tema.

Fedrekult es sencilla combina hard rock y punk y este es el estilo que predominara a lo largo del disco. Likvoke es un cruce entre Queens On The Stone Age y Mastodon, mucho rock clásico, enorme solo de guitarra. Motsols, 3:05 minutos de fibroso rock n roll.

Dogeniktens Kvad en sus 6:03 minutos, resume lo que es este nuevo disco de los noruegos, cantidad de riffs a cargo de esas tres guitarras que llenan todo y mucha melodía sencilla. Skoggangr más allá de su fácil asimilación, su letra nos habla de Helmut Von Botnlaus, cuya historia de vida, pasó la mayor parte de ella aislada viviendo de lo que la tierra le proporcionaba, inspiró muchas de las letras del álbum.

Paranoia 297 mismos parámetros que la gran mayoría de las canciones, cascada de riffs, excelentes solos de guitarra, sonido macarra. Svart September es un tema rockero que recuerda mucho al Hate To Say I Told You So de The Hives.

Kvelertak-Endling

Si en su anterior disco lo cerraron con Tordenbrak una suite de casi 9 minutos, este Endling lo cierran con Morild, la gran joya del disco, se guardaron un señor tema de 7:42 minutos para el final, hard rock lleno de riffs, toda la propuesta que Kvelertak aquí se encuentra, buenísimos solos, un deleite la parte instrumental, dejando bien claro su alejamiento blacker, y su acercamiento a un tipo de música mucho más rica en melodía, pese a su extensión, no aburre gracias a los elaborados, y cambiantes riffs marchosos, un temazo.

En resumen estamos frente a un disco que supone una vuelta de tuerca a su sonido, menos duro, más accesible que nunca, al parecer este será el camino a seguir y tendremos que olvidarnos de que algún día fusionaron black, metal, punk y rock de estadios. Se hecha de menos la garra, pero asombran por la capacidad de re inventarse con un disco descaradamente y muy bueno de hardrock.

Juan Carlos Castillo

Listado: 01. Krøterveg Te Helvete / 02. Fedrekult / 03. Likvoke / 04. Motsol / 05. Døgeniktens Kvad / 06. Endling / 07. Skoggangr / 08. Paranoia 297 / 09. Svart September / 10. Morild