Pasados unos días de la muerte del gran Eddie Van Halen me viene a la memoria un hecho curioso. Van Halen tenían cierta fama por incorporar una cláusula en sus contratos algo caprichosa, la cláusula nº126. Esta cláusula decía que en el backstage tenía que haber un bol lleno de M&M´s de colores, menos aquellos que fueran de color marrón. Exactamente decía: ”No habrá ningún M&M´s marrón en el backstage, bajo pena de cancelación del concierto y pago total a Van Halen”. Por tanto, si no se cumplía esa cláusula del contrato, la banda podría optar por la opción de no tocar y cobrar por ello. Incluso en la lista de comida a incluir en el backstage, se exigía un bol de M&M´s remarcando en mayúsculas, que no podría haber ninguno de color marrón. Cuentas las leyendas además, que en algún caso en el que se incumplió la banda llegó a provocar destrozos en el backstage, razón por la que en aquel momento fueron tachados de caprichosas estrellas de rock.

Toni Marchante

Van Halen llegaron al éxito en Estados Unidos de una forma fulgurante, algo que en los momentos donde alcanzaron mayor fama, les llevó a invertir en grandes producciones. El calendario de gira era muy exigente, por lo que los promotores que los contrataban tenían que encargarse del montaje de gran parte del escenario. Luego llegaban los nueve camiones de Van Halen y montaban el resto; todo un gran despliegue cuando el resto de grupos solían llevar tres camiones. Por ello los contratos que realizaban para los conciertos era excesivamente técnicos, con un montón de especificaciones, número de enchufes, potencia de los mismos, peso a soportar por el escenario, tamaño de puertas para mover el equipo, etc…También indicaba de una forma estricta por ejemplo la disposición de elementos eléctricos para controlar los amperios de voltaje cada ciertos metros con el fin de evitar cortocircuitos, o la posición de los cañones de luz a más de 75 metros para no molestar en los ojos a los músicos, etc… El contrato era una losa de unas 500 cláusulas de términos legales y técnicos.

Desde luego no es raro escuchar hablar de los caprichos de los artistas y de muchas bandas. Pero una cláusula a priori excéntrica y caprichosa puede tener su fundamento. De un largo y tedioso contrato de 500 cláusulas era posible que los promotores dejaran de leer partes del contrato por vagos, negligentes, inexpertos o por falta de tiempo; poniendo en peligro al grupo, al escenario y al prestigioso despliegue de su brillante directo. La exigencia de la gira en fechas, hacía materialmente imposible comprobar por parte de la gente de Van Halen el cumplimiento de todas y cada una de las especificaciones. Por ello a David Lee Roth se le ocurrió meter esta cláusula en el contrato de los M&M´s. Así que lo primero que hacían al llegar es mirar si había M&M´s marrones en el backstage y de esa forma al menos sabían si las demás condiciones del contrato se habían leído con detalle, pues de no ser así, lo más probable es que hubiera problemas como fallos críticos por sobrepeso del escenario, incendio de las instalaciones eléctricas dada la potencia necesarias de luz y sonido para el espectáculo, etc…

La introducción de cláusulas de este estilo en ciertos contratos pueden ser una forma rápida y sencilla de detectar y chequear el hecho de que la contraparte se haya leído bien el contrato de cara a su cumplimiento, una forma que no implica ningún esfuerzo económico y operativo y que define claramente quien se ha leído los papeles. Este caso se usa en muchas escuelas de negocio de prestigio a día de hoy, apareciendo en muchos Master, donde se conoce como “Cláusula Van Halen” a aquella cláusula sin sentido que se incluye en un contrato para confirmar que se lee el mismo, en un buen ejemplo de control de calidad en entornos caóticos de riesgo.

Desde el razonamiento, se trata de una idea digna de un buen gestor, no es necesario llevar traje y corbata para tener ideas empresariales efectivas, gente con melenas y con ropa informal tienen la misma capacidad, si no más, para tener ideas en un mundo donde el conocimiento del negocio es vital.