Muy sugerente la portada del primer trabajo de Luca Turilli’s Dreamquest. Una extraña mezcla entre gitana y fémina extraída de Matrix nos observa tumbada en el suelo rodeada de rosas rojas. El título del álbum “Lost horizons” sirve como etiqueta de presentación de este nuevo proyecto del que sigue siendo guitarrista de Rhapsody, Luca Turilli.

Me llama especialmente la atención como hay bandas que nos pueden hacer esperar entre 2 y 5 años para publicar nuevo disco y que por otro lado haya artistas como el caso que nos ocupa que son capaces no solamente de seguir creando con su propia banda sino también crear nuevos proyectos como Luca Turilli y ahora este Dreamquest.

Desde luego, no podemos esperar algo radicalmente diferente de lo que hasta ahora ha estado haciendo y más teniendo en cuenta que cuenta con el mismo ayudante a la producción, Sascha Paeth, la misma tipologia de letra para el logo de la banda y, previsiblemente, una apuesta musical similar a su primer proyecto en solitario.

Eso si, para esta ocasión se le ha creado una nueva etiqueta para este género que, al parecer, pretende apadrinar el italiano. “Symphonic Electro Metal” es el nuevo estilo que abandera Dreamquest, una mezcla de new metal, opera, tecno y atmósferas gótico-sinfónicas.

A nivel instrumental, señalar que el motivo de este nuevo proyecto ha sido el deseo de Turilli por explorar su faceta como teclista ya que el virtuoso se declara un amante de la obra de Chopin y Alexander Scriabin y ha querido plasmar en este “Lost Horizons” sus habilidades compositivas en el teclado.

En cuanto a los temas en cuestión cabe decir que este disco resulta muy fácil de escuchar y podríamos decir que es de “trato agradable” aunque pasada la escucha no hay ningún tema que se te quede repicando en la mente. En otras palabras, las canciones entran bien, como es el caso del single “Virus”, pero tampoco gozan de una personalidad lo suficientemente fuerte como para decir que Turilli marcará historia con este “Lost Horizons”.

A pesar de ello, hay buenos temas, cargados de melodía y muy bien ejecutados gracias a las voces femeninas operísticas. En ese sentido he de destacar “Dreamquest”, “Black Rose” (con una base rítmica cercana al tecno), “Shades of eternity” o “Gothic versión”, que representa la pieza más dura del disco sin lugar a dudas.

También hay rarezas como las baladas “Dolphines Heart” o “Sospiro Divino”, ésta última una pieza de ópera cantada en italiano que no pega para nada con el resto del disco pero que sirve para que la cantante haga alarde de sus habilidades vocales. Hallamos pasajes épicos como “Frozen Star” que sigue destacando el lucimiento de la dulce voz femenina acompañado de coros operísticos al más puro estilo Therion y, por otro lado, temas que están muy bien construidos, con un buen trabajo a la producción pero que pasan sin pena ni gloria como pueden ser “Shades of eternity”, “Lost horizons”, “Energy” o “Too late”.

Un disco, un proyecto y una apuesta que no defraudará a los incondicionales de Turilli, un músico capaz de ofrecer trabajos de altísima calidad y que sigue demostrando que su vena creativa sigue muy activa.

Marcel•lí Dreamevil

Temas: 1.Introspection, 2.Virus, 3.Dreamquest, 4.Black rose, 5.Lost horizons, 6.Sospiro divino, 7.Shades of eternity, 8.Energy, 9.Frozen star, 10.Too late, 11.Dolphins heart
12.Gothic vision.