Que Metallica saque disco nuevo se ha convertido en todo un evento. Situados en el Olimpo del Metal desde hace décadas es sin duda la banda más conocida del metal y apuesto a que a la gran mayoría de la población cuando le hablas de metal le viene a la cabeza la banda californiana. En definitiva, hablamos de unos iconos de la música popular que, luego de pasar por diversas fases, perderse y encontrarse (?) e iniciar mil y un caminos que van desde la creación de un festival propio, documentales catárticos, conciertos con sinfónicas, películas, cervezas y wiski… sobreviven y ya situados en las sesentenas (en algunos casos o a punto de entrar en otros) parecen tener fuerzas para sacar un disco más. ¿Cuántos más les quedan en la recámara? Cuesta adivinar, pero si tenemos en cuenta que éste 72 Seasons es el undécimo disco de estudio en una carrera que sobrepasa los 40 años es posible que no queden muchos más a este ritmo productivo. Veremos.

Es evidente que los mejores años de la banda son ya un recuerdo, pero lo que Hetfield y compañía ayudaron a construir los sitúa al nivel de leyendas. Han pasado 7 años desde que Hardwire… to Self-Destruct viera la luz. Si bien Metallica lleva recibiendo palos y golpecitos en la espalda a partes iguales desde 1988 ellos no se amedrentan y siguen a lo suyo.

Os voy a ser sincero: escuchados los primeros 4 adelantos me sentía totalmente apático con el resultado final de este nuevo disco. Ninguno de los cuatro temas lanzados me había llamado la atención en particular, con más desidia que interés escuché uno tras otro un par de veces y mi sensación de aburrimiento iba en augmento a cada escucha. Considero Metallica una de las bandas de mi vida, fueron un puntal durante toda mi adolescencia y gracias a ellos me metí más y más en el metal y luego en distintos estilos musicales, algunos de ellos muy en las antípodas de su propuesta.

Así, llegó el día de escuchar el disco en su totalidad y el primer corte, 72 Seasons, sonó diferente en mi cabeza… algo hizo clic. El arranque es brutal, el riff demoledor y el bajo punzante además la batería de Ulrich suena precisa mientras James está muy bien, mejor de lo esperado, llegando a algunos agudos que parecían improbables. Las comparaciones y referencias en todas y cada una de las canciones es evidente. Podría ser autoplagio, querer sonar a la banda thrasher que fueron en sus inicios, pero hay algo diferencial, algo que suena a una nueva manera de componer. Metal Militia resuena en mi menta en este corte en particular, pero me quedo con el hecho de que empieza a sonar honesto y, esto, es muy importante en una banda con una trayectoria tan dilatada.

 

Metallica – 72 Seasons

La sensación general del disco es que en la mayoría de las canciones la banda se sobre extiende en el minutaje global de los temas: 7 de los 12 temas sobrepasan los 6 minutos de duración y esto no es un problema siempre y cuando los temas demanden esa cantidad de tiempo, pero no siempre es así. Si, sabemos que los de San Francisco siempre han hecho lo que han querido y que sus temas suelen ser de larga duración, pero es probable que unos cuantos temas fueran más redondos con algo menos de minutaje. Funcionan, pero pueden llegar a sonar un poco repetitivos, Shadow Follows es otro buen ejemplo de ello. Me gusta la canción, pero quizás con una repetición menos obtendrían mejores resultados.

De nuevo en Screaming Suicide se podría haber ido más al grano, como en Lux Aeterna. Este es un tema que gana con cada escucha. Sin convencerme del todo el estribillo reconozco que el tema te arrastra como un torbellino, pero en la cúspide de la locura pierde fuelle justo en el estribillo: Keep me inside/ my name is suicide es un buen estribillo, pero el cambio melódico no le sienta demasiado bien. Pero todo eso lo compensa un Trujillo que esta sencillamente espectacular en todo el disco.

Metallica – Screaming Suicide

Y aun así el álbum resulta muy disfrutable en su conjunto. El sonido del disco es abrumadoramente bueno, pueden haberse dejado un pastón, pero la labor de Greg Fidelman ha valido la pena, mucho. Si el sonido de Death Magnetic y, en cierta manera, Hardwired no conectó conmigo aquí sí. Suena a disco grande, como debe de sonar Metallica.

En general los temas que no había escuchado me parecen buenos o muy buenos en su mayoría, o con buenas intenciones. Incluso en el tema Sleepwalk my Life Away el bajo no solamente suena: ¡atruena! Me alucinan los rasgados de guitarra antes de que empiece el tema. Quizás el estribillo podría estar más trabajado porque resta fuerza al global, pero a nivel instrumental es un rodillo. Probablemente aquí nos emparentamos con el Black Album y es que otra sensación que me deja el disco es la revisión de toda la carrera de la banda comprimida en un álbum.

Pero hay más buenas noticias: You Must Burn! Me parece grandiosa. Sigue claramente la estela de Sad But True meets Harvester of Sorrow en su riff pesadísimo, aunque esta canción respire algo más. De nuevo, y aunque la vez de Hetfield está realmente bien, me falta algo más de gancho en la letra para acompañar una gran canción. Con todo la parte central en que la letra es recitada como en Where the Wild Things Are y se despliega el solo de Hammett es simplemente mayúsculo. Este es un gran camino compositivo que seguir.

Metallica – Lux Aeterna

Lux Aeterna fue el primer sencillo y el detonante de mi apatía que ahora se recicla en emoción. Deudora rabiar de Diamond Head y abrazando la inmediatez y agresividad resulta una rara avis en el conjunto. Potente riff, bebiendo a sorbos del Thrash animal nos topamos con un neckbreaker en toda regla, categoría que comparte sin duda con Chasing Light.

Más interesante me resulta Crown of Barbed Wire. Es evidente la lectura de la época Load / Reload que se hace aquí y este si que es un tema redondito. De lo mejor del álbum. Toda la banda reluce en este corte, tremendo.

If Darkness had a Son fue el tercer adelanto del nuevo disco y sigo sin terminar de entrar en él. El mántrico temptation no conecta conmigo y el estribillo resulta simplón, agarrando incluso algo de la obra maestra Sanitarium pero sin el resplandor de aquél. De nuevo ciertos ecos a la época Load enlazando con un riff bien amarado en …And Justice y un buen solo de Hammett arreglan el tema, pero me resulta un poco pastiche a la postre y, de nuevo demasiado largo.

Too Far Gone va en la dirección de la inmediatez: Thrash que inicia algo pausado pero que se va enrabietando, me gusta las variaciones en la manera de cantar de Hetfield, más limpia y con unas guitarras dobladas que resuenan a One cuando este titán sónico empezaba arramblar con todo. Un buen ejercicio thrash.

Llegamos al final del disco con Room of Mirrors un tributo al NWOBHM que me ha sorprendido, mucho y gustado a partes iguales. Aquí también se puede jugar a encontrar pedazos de temas anteriores en un riff aquí o allá. El tema se mece al son de un oleaje sónico que si merece un buen tiempo para progresar y revelar todo lo que puede dar de sí Metallica en 2023.

Ahora sí, Inamorata echa el cierre. Se trata de una canción que se alarga hasta los 11 minutos que avanza a ritmo reposado con algunas variaciones y cierto sonido proto doom de Black Sabbath lamiendo las heridas que dejó Burton en To Life is To Die. De nuevo el bajo, sonando en su parcela, por fin escuchamos lo que Trujillo puede aportar a la banda tras muchísimos años de estar figurando.

Al terminar la escucha de 72 Seasons llego a un par de conclusiones: En primer lugar, éste es con toda seguridad el álbum más trabajado por la banda en los últimos 20 años y, a mi entender el mejor. Si bien sigo defendiendo St. Anger como he comentado miles de ocasiones, este disco me parece trabajado, intenso, variado y con un sonido épico, grandioso como deben sonar los colosos. En general el nivel compositivo ralla a gran altura (quizás también el tema de las expectativas le juega a favor) y aunque algunos estribillos tuercen la bota a nivel musical me ha gustado mucho la propuesta.

Pero también peca de un defecto y es como ya hemos comentado la extensión de los temas. Sinceramente creo que jugando bien con los tempos estaríamos ante un disco mucho mejor de lo que ya es porque entiendo que se puede hacer tedioso en alguna que otra vuelta innecesaria en algunos temas.

Con todo, me alegro de haberme equivocado y estar ante un disco que realmente voy a disfrutar a pesar de la horrible portada que sigue la estela de Hardwired en cuanto a cover art. Un gran disco que podría haber sido mejor pero que deja muy buenas sensaciones.

Marcel Palagós
Temas:
  1. 72 Seasons
  2. Shadows Follow
  3. Screaming Suicide
  4. Sleepwalk My Life Away
  5. You Must Burn!
  6. Lux Æterna
  7. Crown of Barbed Wire
  8. Chasing Light
  9. If Darkness Had a Son
  10. Too Far Gone?
  11. Room of Mirrors
  12. Inamorata