Ésta es una de esas reseñas que, sinceramente, son muy fáciles de hacer porque ya tienes la sensación de haber hablado de ello antes. Y es que el nuevo disco de Michael Monroe y su banda no ofrece nada nuevo y a su vez, lo que ofrece sigue siendo igual de bueno que siempre. Esta vez la criatura lleva por título "Blackout States" y consta de 13 temas que combinan el punk más feroz con el más fiestero, los toques de hard rock o los medios tiempos más melódicos tan característicos del finlandés y su cohorte de ratas de cloaca.

Edko Fuzz

Y es que "This Ain’t no Love Song" es toda una declaración de principios: patada en la cara de dos minutos y medio que te cruje a guitarrazos y con un estribillo apoyado a las voces por Steve Conte que es imposible no imaginarse en directo, berreándolo puño en alto. "Old King’s Road" es el siguiente tema, mucho más fiestero y, de fondo y de forma, en una onda "Hammersmith Palais" que ya grabara con sus amados Demolition 23 hace más de 20 años. Por primera vez en años, Monroe y su banda han repetido un poco los esquemas del disco anterior, que en este caso era "Horns and Halos": pocas complicaciones, yendo directos a lo que mejor saben hacer que no es otra cosa que punk de toda la vida con una producción correcta pero, sobre todo, grandes estribillos coreables en cualquier club de mala muerte.

La llegada a la banda de Rich Jones (ex- The Black Halos, Amen, Basskniv3s) no ha supuesto tampoco ningún tipo de revolución estilística o sonora, y es de agradecer. El hombre se ha adaptado como un guante, pues es muy de la escuela Dregen (que dejó la banda tras un solo disco para volver con Backyard Babies), y en temas como "The Bastard’s Bash" se siente como pez en el agua. El disco discurre sin grandes sobresaltos, aunque cuesta no emocionarse con la grandilocuencia punk de "Goin’ Down With the Ship", un tema brillante que debería codearse, por derecho propio, con los grandes clásicos de Monroe fijos en los setlists de la banda. Otra muesca más que añadir en el cañón del rifle con el que estos veteranos pistoleros han batallado en escenarios de todo el mundo.

Un tema como "Keep Your Eye on You" nos retrotrae quizá a "Man with No Eyes" del que fuera el debut en solitario de Monroe, mientras que "Good Old Bad Days" vuelve a unos cauces más burros y en el que Monroe vuelve a quitar el polvo de su viejo saxo rojo y dorado. Otra declaración de principios es "R.L.F.", un torpedo de punk adrenalínico en el que, por fin, Monroe usa su lema "Rock Like Fuck" para un tema. Otra que huele a fija para los conciertos. La guitarra de Conte y el bajo de Sam Yaffa y sus voces suenan más conjuntados que nunca en el tema que da título al álbum, mientras que los ecos de Hanoi Rocks se dejan oir en "Permament Youth" en otro alegato ideológico de Monroe, a quien le queda cuerda para rato si sigue facturando discos que acaban con bombas como "Walk Away", de una pureza y pedigree fuera de lo común en estos tiempos que corren.

Y es que Michael Monroe y su banda son, lamentablemente, una auténtica rareza en el panorama musical actual. Como recién salidos de una máquina del tiempo, el rubio cantante y sus camaradas siguen fieles a una manera de hacer las cosas que ya no se estila, y eso es precisamente lo que les convierte en una rara avis. Demoledores y entrañables a partes iguales, no pretenden convencer a nadie ya para que se pase de bando, pero saben que los que llevamos años con ellos les seguiremos hasta la tumba. Palabra.

Edko Fuzz

Temas:
01. This Ain’t No Love Song
02. Old King’s Road
03. Goin’ Down With The Ship
04. Keep Your Eye On You
05. The Bastard’s Bash
06. Good Old Bad Days
07. R.L.F.
08. Blackout States
09. Under The Northern Lights
10. Permanent Youth
11. Dead Hearts On Denmark Street
12. Six Feet In The Ground
13. Walk Away