Paradise Lost + Pallbearer + Sinistro – 23 de Octubre’17 – Sala Razzmatazz 2 (Barcelona)

Paradise Lost visitaron Barcelona el pasado lunes 23 de octubre para presentar “Medusa”, su quinceavo trabajo que está gozando de muy buena recepción entre el público, acompañados de los jóvenes Pallbearer y Sinistro, dos grupos que, pese a su corta carrera, demostraron con creces no tener nada que envidiar a las bandas veteranas.

Texto y fotos: Quim Torres

Muy temprano empezaron los portugueses Sinistro, una formación de 5 miembros -aunque desafortunadamente están haciendo parte de esta gira sin bajista, el cual llevaban programado- que nos presenta una propuesta realmente interesante, en la que se mezclan estilos como Doom Metal, Post-Rock, Ambient y mucha psicodelia. Con su personal carácter consiguen crear una atmósfera melancólica y casi hipnótica, sobre todo en canciones como “Cidade” de su trabajo de 2013. La locura desatada en escena por la cantante Patricia Andrade, añade un punto extra a la expresividad de las canciones, que son una transmisión constante de sentimientos de lo más oscuros.

  

Aunque sólo tocaron media hora, Sinistro fueron para mí, y seguro que para muchos de los asistentes, un gran descubrimiento y se agradece que salgan bandas con tanta originalidad como esta, así que ahora espero con impaciencia su cuarto trabajo que se publicará en enero y que llevará el título de “Sangue Cassia”, del cual ya pudimos disfrutar de dos canciones en directo, que apuntan que será un gran disco.

Desde el otro lado del Atlántico llegaban Pallbearer, uno de los mejores grupos emergentes de Doom americano, que recientemente sacaron a la luz su tercer LP “Heartless”. Pallbearer presentan una particular visión de este estilo, que desarrollan a partir de sugerentes melodías repletas de juegos harmónicos y estructuras complejas, con un sonido totalmente personal que mezcla tonalidades brillantes a la vez que pesadas, algo que en concierto se hace muy notable.

  

Empezaron por todo lo alto con “Worlds Apart”, uno de sus temas más contundentes y conocidos, al que siguieron dos de las mejores canciones de su último trabajo “Thorns” y “Dancing in Madness”, las cuales tienen un carácter más psicodélico y suave, como el resto de su nuevo disco, si las comparamos con la manera de los anteriores trabajos.Una de las características del Doom son las canciones largas, y esto conlleva algún problema, pues en ese momento llegaba tan solo la cuarta y última canción, que cerraban 40 minutos de uno de los conciertos más emocionantes que he visto por parte de unos teloneros. Este último tema, como no podía ser de otra manera, fue la odisea astral “Foreigner”, posiblemente la canción más célebre, oscura y elegante de su discografía.

Los de Arkansas dejaron el listón bien alto, el público se quedó con ganas de más y se oía algún comentario como “A ver como superan esto Paradise Lost”.

La sala, a la que parecía que le costase llenarse, debido seguramente a que era lunes y los conciertos empezaron muy temprano, se encontraba impaciente para ver qué nos ofrecían los anfitriones de la noche, y a las nueve y media, fueron subiendo al escenario los diferentes miembros de Paradise Lost para empezar con uno de los temas más representativos de su nuevo álbum, “From the Gallows”, una gran elección para arrancar, pues es una canción muy pesada y que da un buen golpe de atención al público.

  

A continuación, y seguido de “Tragic Idol”, introdujeron ya un par de temas clásicos, como son “The Enemy”, con el que el público emocionado gritó su enérgico estribillo, y “Erased”, la cual interpretaron de una forma más acorde con el estilo que trabajan ahora, con un sonido más crudo y contundente, como la siguiente canción, “Gods of Ancient”, una de mis preferidas de “Medusa” y que añadió el toque más Doom al concierto.Siguiendo en la línea de grandes clásicos, recuperaron la magistral “Enchantment” de su trabajo de 1995 “Draconian Times”, muy celebrada por el público, para seguir con temas más recientes, como el que da título a su nuevo disco y “An Eternity of Lies”, de 2015.

Y entonces llegó “Faith Divide Us – Death Unites Us”, en la cual considero un buen momento para hablar de su sonido, ya que en esta canción se usaron bastantes efectos y cambios de sonido en las guitarras. Sucede que últimamente los grandes grupos que giran constantemente substituyen la amplificación analógica por la digital, ya sea por su comodidad al transportarla o su mayor precisión, pero esto, lógicamente tiene sus consecuencias, y no consigue un sonido tan grueso y natural que, sobre todo se hace notable al usar efectos digitales que, en este caso, sonaban demasiado artificiales, algo estridentes y despuntaban dentro de la mezcla; y lo que es mucho peor, cada vez que Greg Mackintosh cambiaba de canal en su pedalera se silenciaba durante algunas décimas de segundo, algo muy sutil pero que al final se volvía desconcertante y desmejoraba la impecable interpretación del guitarrista.

  

Continuaron el espectáculo con otro par de temas de su último trabajo, “Blood and Chaos” y “Beneath Broken Earth”, separados por otra canción del “Draconian Times” “As I Die” y coronados por el imbatible clásico de 1993 “Embers Fire”, que sonó verdaderamente aplastante y fue perfecta para finalizar por unos momentos el repertorio y descansar antes de arrancar con la recta final.

En los bises “No Hope in Sight” y “The Longest Winter”, dos de las más conocidas canciones de sus dos últimos discos, dejaron paso a las palabras de agradecimiento de Nick Holmes que, en general, y como suele ser habitual, había sido bastante insípido y distante durante todo el concierto, pese a su buena actuación vocal. Y así llegamos a la última canción de la noche, “Say Just Words”, que, aunque personalmente encuentro bastante floja para finalizar un concierto, sonó con mucha garra, a través del filtro del nuevo e intenso carácter que caracteriza su nuevo trabajo.

  

Route Resurrection nos deleitó con una gira de lujo, con la que, además de disfrutar con uno de los grupos más alabados del Gothic y Doom Metal, descubrimos que la escena Underground emergente tiene una calidad cada vez mejor y que puede llegar perfectamente a la altura de los grandes nombres a partir de unas propuestas realmente originales y personales como las de Pallbearer y Sinistro, a los que esperamos volver a ver pronto, pero, esta vez, como cabezas de cartel.

Texto y fotos: Quim Torres