Considerado por muchos como uno de sus mejores trabajos, en “Sabbath Bloody Sabbath” tenemos a Black Sabbath profundizando con la experimentación iniciada en su trabajo anterior “Vol. 4”, encontrándonos aquí con una mayor presencia de teclados y elementos propios del rock progresivo imperante en aquélla época. Aún así, la banda no olvidó sus raíces afincadas en el hard rock y nos presentó una buena balanza entre luz y sombra con las canciones registradas en este disco.

Si bien la intención inicial de Black Sabbath era grabr su nuevo álbum en los mismos estudios de Los Ángeles que se utilizaron en “Vol. 4”, debido a una variedad de factores, el grupo optó por trasladarse al Castillo de Clearwell (ubicado en Gloucestershire, Inglaterra) para completar la composición de los temas, los cuales se grabaron finalmente en los “Morgan Studios” en el noroeste de Londres, durante el mes de septiembre de 1973 bajo la producción del propio grupo, quienes contaron con los servicios de Mike Butcher como ingeniero de sonido. La composición de los temas se acreditó a Black Sabbath.

El álbum se inicia con la canción que le da su título, es decir, con “Sabbath Bloody Sabbath”, en donde nos encontramos con un poderoso riff de la guitarra sobregrabada de Tony Iommi, cuyo ritmo es acompañado luego por la contundente batería de Bill Ward y el bajo de Geezer Butler, para después intervenir la agresiva voz de Ozzy Osbourne cantando sobre ciertas situaciones por las que atravesaba la banda en aquéllos momentos y en donde se vislumbra que podrían encontrarse al final de su carrera; encontrándonos con un cambio de tempo durante los coros, en donde la guitarra acústica de Iommi se une a los demás instrumentos y la voz de Ozzy adquiere un tono más melodioso, a la vez que afirma estar bajo la merced de gente mentirosa.

Seguidamente la banda vuelve a interpretar el agresivo ritmo inicial bajo la conducción del guitarrista; y una vez que Ozzy entona el segundo verso (expresando rencor hacia ciertas personas y su deseo de alejarse de todo) con su correspondiente coro, tenemos a Tony descargando un potente solo de guitarra que se escucha por ambos canales para después seguir el ritmo junto a sus compañeros.

Luego tenemos un ligero cambio de ritmo, en donde podemos escuchar a Bill combinando el sonido de su batería con una pandereta, para después darle paso a Iommi interpretando un repetitivo y pesado riff, en donde Ozzy va describiendo en como sus sueños son ahora pesadillas; y una vez que éste entona la última estrofa, la banda continúa con su acelerado ritmo, en donde la guitarra de Tony mantiene el protagonismo, junto al bajo de Geezer y los furiosos golpes de la batería de Bill, hasta que la canción se desvanece en fade-out.

El origen del título “Sabbath Bloody Sabbath”, se hizo en referencia a una masacre ocurrida en Irlanda a finales de enero de 1972, en donde fueron asesinados catorce manifestantes por parte del ejército británico, siendo conocido tal hecho a nivel mundial como el “Domingo Sangriento”, del cual John Lennon se inspiró para componer “Sunday Bloody Sunday” incluida en su álbum “Some Time In New York City”, publicado en junio de 1972; por lo que en alusión al nombre del grupo, Geezer Butler sugirió el nombre de “Sabbath Bloody Sabbath”.

Por su parte, la canción formó esporádicamente parte de su repertorio hasta 1978; luego fue interpretada de manera más o menos constante a partir de 1980.

Para el segundo tema del disco, nos encontramos con una composición titulada “A National Acrobat”, en donde la banda ejecuta un rock de medio tiempo y cuya conducción se encuentra a cargo de la guitarra sobregrabada de Tony, quien ejecuta distintas tonalidades con su instrumento; interviniendo posteriormente la voz de Ozzy quien asume el papel de un ser que espera ser concebido, siendo doblada su voz en algunos segmentos del tema.

Después del segundo verso, nos adentramos al puente de la canción, en donde tenemos a Tony interpretando un pesado riff con su guitarra, el cual acompaña a Ozzy a medida que éste va cantando acerca de la muerte y la reencarnación, escuchándose su voz doblada en algunas partes y con reverberación en otras. Posteriormente, mientras el grupo continúa interpretando el pesado ritmo, Iommi descarga unos punzantes y sobregrabados solos con su guitarra, luego la voz de Ozzy hace una nueva aparición cantando letras de contenido pacifista, señalando que el amor es vida mientras que el odio es la muerte en vida.

Luego, la banda ejecuta de manera conjunta otro ritmo y el tempo se acelera de manera considerable bajo la guía del guitarrista, efectuando posteriormente un repetitivo riff, mientras que Bill combina el sonido de su batería junto a varios instrumentos de percusión, a la vez que Geezer lo sigue con su bajo, para luego continuar los tres con su acelerado ritmo hasta darle punto final a la canción. “A National Acrobat” ya formaba parte del repertorio de Black Sabbath (con distintas letras) desde julio de 1973; y el grupo la seguiría interpretando hasta 1974.

El álbum continúa con un hermoso tema instrumental denominado “Fluff”, el cual viene a ser prácticamente una grabación solista de Tony Iommi, ya que éste se encarga de interpretar todos los instrumentos allí presentes con excepción del bajo que está a cargo de Geezer Butler. La canción se inicia con Tony ejecutando unos lentos arpegios con su guitarra acústica (por el canal derecho), combinando su sonido con las notas de otra guitarra acústica, e incorporando después un clavicordio cuya melodía le imprime algo de velocidad.

Luego escuchamos (junto a las guitarras acústicas) unas lentas y repetitivas notas de un piano, a la vez que Tony se encarga también de efectuar unos deslizantes toques por medio de una “lap steel”, con el clavicordio presentándose de nuevo; todo ello ocurre mientras que las notas el bajo de Geezer refuerzan a las guitarras acústicas. El tema presenta un ritmo constante durante toda su extensión hasta concluir con una nota final de la guitarra acústica. Se dice que a la canción se le dio el título de “Fluff” en homenaje al locutor Alan “Fluff” Freeman (1927-2006), quien fue una de las primeras personas que transmitió por la radio británica la música de Black Sabbath.

El primer lado del disco concluye con “Sabbra Cadabra”, una canción que mezcla elementos del hard rock con el rock progresivo y cuyo título constituye un juego de palabras que une parte del nombre del grupo con la palabra “abracadabra”. Aún así, la temática del tema poco o nada tiene que ver con la magia, ya que sus letras (escritas principalmente por Ozzy) hacen alusión al sexo y al amor.

Comenzando la pieza con Tony efectuando un poderoso riff de guitarra que resuena por el canal izquierdo, cuyo sonido es sobregrabado posteriormente mientras es acompañado por las agresivas notas del bajo de Geezer junto a la batería de Bill, ejecutando todos un contundente hard rock en donde sobresalen los solos de Tony; interviniendo luego la voz de Ozzy, cuya agresividad hace juego con la interpretación efectuada por el grupo.

Una vez que concluye el segundo verso, se introducen unos lentos arpegios de la guitarra de Tony (que resuenan por ambos canales), los cuales anticipan la entrada de unos sintetizadores que son interpretados por Rick Wakeman, tecladista del grupo Yes -quienes se encontraban en ese momento grabando su obra “Tales From Topographic Oceans” en los mismos estudios que Black Sabbath-, cuyo sonido transporta al tema dentro de los terrenos del rock progresivo, encargándose también del piano mientras que Tony, Geezer y Bill (quien también agita una pandereta) mantienen el ritmo con sus respectivos instrumentos y la voz de Ozzy suena procesada y doblada; repitiéndose el ciclo con una nueva entrada de los sintetizadores.

En la última sección de la pieza, nos encontramos al grupo efectuando una contundente interpretación de sus instrumentos, en donde tenemos a Ozzy improvisando con su voz, mientras que Wakeman los acompaña con el piano -con algunas partes interpretadas por Tony- y Bill ejecuta ciertos instrumentos de percusión junto a su batería; terminando la canción con el grupo haciendo un alto a la señal dada por el guitarrista. Por otro lado, el grupo había interpretado “Sabbra Cadabra” en vivo desde julio de 1973; manteniéndose la canción dentro de su repertorio hasta 1976.

El lado “B” del álbum comienza con otro de los grandes temas del grupo, el cual lleva por nombre “Killing Yourself To Live” y que ya formaba parte del repertorio en vivo del grupo desde 1972, aunque con distintas letras. La canción comienza con una introducción en donde se nos presenta Tony, Geezer y Bill efectuando un pegajoso y acelerado ritmo con sus respectivos instrumentos, posteriormente se escucha a una de las guitarras de Tony siendo procesada a través de un amplificador “Leslie”, y cuyo sonido se mantiene mientras Ozzy nos canta sobre la presencia de cosas malas en la vida que nos afectan a todos.

Una vez que Ozzy entona el segundo coro, interviene Tony con sus sobregrabados solos de guitarra, los cuales se mantienen presentes hasta que Ozzy canta de nuevo; después tenemos al guitarrista ejecutando un riff distinto, cuyo ritmo es seguido por Geezer y Bill, a la vez que el cantante susurra unas palabras y luego tenemos el sonido discreto de unos sintetizadores (cuya ejecución se acreditó tanto a Ozzy como a Tony), para luego tener al cantante siguiendo la melodía trazada por la guitarra de Iommi, quien después descarga otro solo que va resonando a medida que el tempo se desacelera un poco.

Posteriormente, a la señal dada por el baterista, el tempo se acelera de manera considerable mientras que la voz de Ozzy adquiere una tonalidad más agresiva, siendo seguido después por los solos de guitarra que resuenan por ambos canales, para luego concluir el tema con el ritmo marcado por las guitarras de Tony junto a los pausados toques de la batería de Bill. “Killing Yourself To Live” seguiría formando parte de las presentaciones del grupo de manera constante hasta 1976; siendo interpretada después esporádicamente en 1998.

Luego tenemos un tema escrito principalmente por Ozzy Osbourne que lleva por título “Who Are You”, el cual presenta un ambiente oscuro y tenebroso que se inicia con Ozzy interpretando unas constantes notas con un sintetizador, cuya melodía es acompañada por Geezer Butler, quien aparte de ejecutar otro sintetizador junto a un melotrón, también contribuye con un bajo distorsionado a la vez que se introduce la batería de Bill junto a la voz de Ozzy, quien nos canta unas letras que describen las acciones de un ser siniestro, siendo su voz doblada a partir del segundo verso.

Cuando la canción supera los dos minutos, tenemos un cambio de melodía con la presencia de un solo de sintetizador, que resuena sobre un fondo de piano y guitarras (interpretados por Tony), llevándonos así dentro de los terrenos del rock sinfónico, en donde Bill contribuye con sus redoblantes y golpea unos timbales.

Posteriormente, el sonido de los sintetizadores retoman el ambiente inicial junto a la voz doblada de Ozzy que repite el segundo verso; terminando la canción con los sintetizadores efectuando un sonido espacial. Por su parte, “Who Are You” nunca fue interpretada en vivo por Black Sabbath.

Sin solución de continuidad, la batería de Bill nos señala el comienzo de “Looking For Today”, seguido de inmediato por la guitarra de Tony y el bajo de Geezer, trayéndonos una canción que presenta un ritmo acelerado y un estribillo pegajoso, en donde Ozzy nos canta acerca de aquéllas personas que tienen éxito en la vida el día de hoy, pero son olvidadas en un futuro cercano. Al momento en que el grupo interpreta los puentes del tema, se destaca la ejecución de Tony conduciendo el ritmo con su guitarra acústica, a la vez que lo escuchamos con una flauta, mientras que Bill hace resonar un vibraslap, instrumento de percusión que al ser golpeado emite un repiqueteo distintivo.

A medida en que Ozzy va entonando los versos restantes, se incorpora el sonido de unas palmadas efectuadas por todo el grupo; y después del segundo puente, así como del del tercer verso, tenemos a Ozzy repitiendo el título de la canción junto a los arpegios de la guitarra de Tony y el ritmo seguido por Geezer y Bill, los cuales se mantienen presentes mientras que la canción se va desvaneciendo en fade-out, bajo la conducción de un solo de guitarra que resuena por el canal derecho, a la vez que Bill efectúa unos distintivos toques con su batería. “Looking For Today” tampoco llegó a ser interpretada en vivo por el grupo.

El álbum termina con la grandiosa “Spiral Architect”, en cuya introducción escuchamos una hermosa melodía proveniente de los sobregrabados arpegios de la guitarra acústica de Tony, quien luego procede a interpretar su guitarra eléctrica, junto a las cabalgantes notas del bajo de Geezer, mientras que Bill combina el sonido del hi-hat con la batería y los timbales; entrando posteriormente Ozzy efectuando un canto armonioso y su voz es doblada al momento en que se incorpora una orquesta sinfónica (denominada en los créditos del disco como “The Phantom Fiddlers”), cuya conducción estuvo a cargo de Will Malone, quien también trabajó en los arreglos junto al grupo.

Una vez que concluye el segundo verso, el sonido de los instrumentos de Tony, Geezer y Bill se mantienen presentes, mientras que la orquesta sinfónica va cobrando relevancia, posteriormente la guitarra de Tony sirve de señal para que entre de nuevo la armoniosa voz de Ozzy, quien nos lleva hacia el final bajo la conducción de la orquesta, escuchándose de manera inmediata el sonido de unos aplausos que nos dan la impresión de estar en un concierto, desvaneciéndose el tema en fade-out mientras que el bajo y la batería mantienen un ritmo lento, a la vez que Tony interpreta una guitarra acústica que resuena por el canal derecho.

A pesar que se dice que las poéticas letras de “Spiral Architect” están inspiradas en el consumo de drogas, también podrían hacer referencia a una persona que se debate entre el bien y el mal, realizando a sí mismo un examen de conciencia. Por otra parte, la canción fue interpretada en vivo por Black Sabbath entre 1975 y 1976; incluyéndose también en las presentaciones efectuadas por el grupo entre 1997 y 1998.

 

Tanto la portada como la contraportada de “Sabbath Bloody Sabbath”, fue realizada por el artista americano Drew Struzan, quien representa en la contraportada a un hombre moribundo en una elegante cama y rodeado por su familia, mientras que en la portada aparece el alma de ese hombre siendo atormentada por demonios, lo que da a entender que quien fallece era una mala persona y por lo tanto su alma termina en el infierno; por otro lado, la simbología nazi presente en las “S” del título y la representación del número “666” en la cabecera de la cama, sirvió de munición para los fanáticos religiosos que siempre acusaron a Black Sabbath de ser satánicos.


Para efectuar esta reseña consulté Wikipedia; así como las notas incluidas en la edición remasterizada de “Sabbath Bloody Sabbath” publicada en 1996; en el Cd “Black Sabbath – Reunion”, publicado en 1998; y en la caja recopilatoria Black Sabbath – Black Box (The Complete Original 1970-1978)”, publicada en 2004.

Rafael Coutinho.