No hay duda de que estos maestros del death metal melódico alternativo se encuentran en uno de los mejores momentos de su carrera tanto cualitativa como cuantitativamente. Después de sus impecables y abundantes trabajos recientes, en este Death Resonance Soilwork recopilan una quincena de temas editados previamente en el mercado japonés para ofrecernos una perspectiva de su evolución en los últimos diez años. La esmerada remasterización ha logrado que los temas de diferentes épocas suenen tan integrados y coherentes entre ellos que, si no lo supieras, costaría identificar que no estamos ante otro nuevo y notable disco de estudio de la banda sueca.

Albert Vila

Los suecos Soilwork siguen empeñados en mantenerse permanentemente en el foco mediático a base de creatividad y de un trabajo incansable. En los últimos cuatro años, a parte de dar más de 200 conciertos, han sacado al mercado dos discos de estudio (uno de ellos doble), un directo (también doble) y ahora esta recopilación de caras B y rarezas acumuladas durante la última década, demostrando que se encuentran en un momento dulce y realmente prolífico de su carrera. Por si no fuera suficiente, al cantante Bjorn Strid y al guitarrista David Andersson aún les sobran algunas ideas, y han aprovechado los huecos en la apretada agenda del grupo para dedicar tiempo a reactivar su divertida banda de AOR, The Night Flight Orchestra (si no los conocéis, buscadlos), que publicaron su segundo disco en 2015 y que a día de hoy vuelven a estar metidos en el estudio.

El quinteto sueco ha desarrollado con el tiempo un death metal melódico muy definido, característico y reconocible. Siempre han sabido (o querido) adaptarse un poco a lo que lo petaba en cada momento, sin renunciar nunca a unas señas de identidad que se mantienen inmutables a lo largo de todos sus álbumes. Así, en los noventa empezaron a la estela del death metal melódico que se hacía en Göteborg, solo 200 kilómetros al norte de su Helsingborg natal, pero rápidamente evolucionaron y, a primeros y mediados de los dosmiles, juguetearon sin disimulo con el metal alternativo y la NWOAHM, enfatizando aún más la preeminencia de un metalcore que siempre ha existido en su sonido. Esta apertura les dió una exposición y un seguimiento que ninguna otra banda sueca de la época y el estilo ha tenido a excepción de In Flames y, aunque esto les ha servido para ser más grandes y populares, especialmente en Estados Unidos, no se puede obviar que les ha generado también un cierto rechazo entre los fans más acérrimos del death metal melódico al uso, que no los consideran realmente uno de los suyos. Me gustaría recomendar a estos fans que le peguen un orejazo a los discos recientes la banda, ya que considero que estamos ante los momentos más brillantes de su carrera, volviendo a un sonido algo más extremo, con tintes progresivos, y donde han alcanzado plenamente la madurez, con una confianza, una solidez y un dominio de la melodía que no habían demostrado hasta ahora.

Tras diez álbumes de estudio. Bjorn "Speed" Strid es el único miembro que queda de la formación original. Su voz es uno de los puntos diferenciales en Soilwork, y aunque a veces no se le tenga muy en cuenta, me parece uno de los vocalistas más competentes del panorama extremo actual, capaz de guturales gravísimos, de gritar histéricamente o de cantar partes limpias, sensibles y melódicas con una sobradez insultante. El resto de sus compañeros ha ido cambiando con más o menos frecuencia a lo largo de los años, dejando atrás también a los que fueron principales compositores en los primeros discos. En consecuencia, la mayoría de miembros actuales participa muy activamente en el proceso compositivo, con canciones firmadas de forma individual por casi todos ellos sin salirse nunca de la coherencia sónica que caracteriza la música de Soilwork. Quizás ésta es la razón que explica la verborrea compositiva de la banda, y gracias a ello podemos disfrutar hoy de este disco. Curiosamente, los diez años que se recopilan aquí coinciden exactamente con la estancia de Dirk Verbeuren detrás de los parches. El excelente batería holandés ha fichado hace bien poco por Megadeth, coincidiendo con la vuelta de Chris Adler a sus Lamb of God originales. Se trata sin duda de una incorporación de lujo para los de Dave Mustaine, pero deja un agujero difícil de llenar para Soilwork.

Este Death Resonance es básicamente una recopilación de temas que en su momento fueron publicados únicamente para el mercado japonés, ya sea a nivel de bonus track, cara B, o en un EP exclusivo para el país nipón. Es curioso esto de las ediciones especiales para el mercado específicamente japonés, una práctica muy común desde hace décadas, pero que se me antoja algo extraña en el mundo digital, donde el streaming y la descarga son los reyes. Lo cierto es que ninguno de estos temas estaba disponible hasta ahora en Europa ni en las plataformas de streaming más populares, así que este álbum será bien recibido entre aquellos que tengan curiosidad por llegar hasta el fondo del trabajo de la banda. En un primer momento me estuve preguntando si realmente existía la necesidad de una recopilación como ésta, con temas que ya se encuentran publicados en otros sitios y que, si me apuras, hasta podrían haber sido incluidos en su disco correspondiente. Pero pensándolo mejor, muchas veces me quejo de la duración exagerada de algunos álbumes, así que me parece bien que lo hayan hecho de esta manera y aprovechen para mantener su nombre en el candelero en un año en el que no tienen nada más que publicar. Además, es interesante hacer un recorrido por la trayectoria reciente de la banda a través de estas canciones, con los que puedes tener una visión global de la evolución de su música y su sonido sin recurrir a los temas más conocidos.

Aunque en su mayor parte se trate de descartes, la verdad es que hay una buena cantidad de temazos que perfectamente hubieran podido tener sitio en sus discos respectivos. Hay que decir que tampoco se trata de una recopilación tal cual, sino que para mantener una cierta coherencia sónica (yo creo que si no te lo dijeran, no pensarías que se trata de temas compuestos y grabados en un periodo de diez años), las canciones han sido remasterizadas y remezcladas, resultando en un trabajo fuido, compacto y sin altibajos.

Para celebrar la publicación de este Death Resonance, Soilwork nos ofrece un par de temas nuevos, bastante en la onda de sus últimos trabajos. "Helsinki" es un pepinazo, muy adictiva, redonda e inspirada en sus múltiples partes, con un estribillo melódico, motivante y pegadizo al que es imposible no sucumbir. Dicen que el título es poco significativo, ya que la idea principal de la canción se gestó en esa ciudad y lo que empezó como working title se acabó quedando en definitivo. Mejor que sea así, porque en caso contrario descripciones como "a place where the truth is contained / and you’re always left with the blame" no dejarían en muy buen lugar a la capital finlandesa ni a sus habitantes. "Death Resonance" es más agresiva, con algunos guturales feroces, ritmos asincopados y otro estribillo sensible y dramático, aunque también hay lugar para momentos tranquilos y solemnes acompañados de un órgano atmosférico. Ambos cortes me parecen magníficos, variados, riquísimos en matices y sobradamente al nivel de las mejores canciones de los últimos Soilwork, poniendo de manifiesto otra vez su excelente estado de forma.

Solo tenemos un descarte de su último The Ride Majestic. "The End Begins Below the Surface" salta del black metal más amenazador, gutural y viperino al metalcore más violento y a un estribillo muy abierto y melódico que no me convence demasiado y que recuerda a los Opeth más progresivos. Bjorn nos demuestra aquí su dominio de todos los registros, brillando en cada reencarnación. Es un tema que podría haber encajado en el conjunto del disco que lo descartó, pero que posiblemente hubiera sido de los menos destacables. Es interesante enfrentar la oscuridad, la sensación de opresión y la tristeza de este tema con la luminosidad y la esperanza que emana de los siguientes, en total consonancia con los discos de los que surgen originalmente. Este contraste, que es más difícil de identificar escuchando los álbumes por separado, se presenta de forma obvia y evidente aquí, y aún no habiendo una diferencia musical excesiva, el espíritu y la emoción que desprenden son muy distintos.

Lo que viene a continuación es el EP Beyond the Infinite (2014) al completo, cinco temas que en su momento se editaron únicamente para el mercado asiático después de ser descartados para el tracklist final de su doble y excelente Living the Infinite (2013), que ya incluyó 20 canciones de un nivel altísimo. Y parece que aún les quedaron algunas más en la recámara. "My Nerves, Your Everyday Tool" es un temazo. Melódico, ligero, alegre, infeccioso y pegadizo, tiene una estructura muy dinámica y me parece uno de los temas más destacables que encontraremos aquí. "These Absent Eyes" es death metal melódico 100%. Es cañera, tiene partes que recuerdan a Trivium (un grupo con el que Soilwork tiene varias cosas en común), cosas más hardcore y un estribillo interesante, pero aún siendo un buen tema no me parece tan inspirado como el anterior. "Resisting the Current" posee un riff principal muy luminoso, casi shoegaze, y en general es bastante metalcore, con predominio de líneas vocales melódicas y pegadizas. "When Sound Collides" también está bien, muy melodeath, pero mi otra favorita de este EP es "Forever Lost in Vain", con una excepcional y adictiva línea vocal en contraste con partes más pesadas y machaconas. Un interesante EP con cinco temas muy disfrutables, dos de ellos brillantes, que no desentonarían en ningún álbum de la banda.

"Sweet Demise" fué bonus track en The Panic Broadcast (2010) y también podría haber encontrado un hueco en el disco perfectamente. Tiene un riff pegadizo y motivador y una estrofa sensible y melódica. En general es un tema bastante tranquilo, con muchos momentos acústicos pero no exento de pasajes más rápidos. También la trallera y directa "Sadistic Lullabye" pertenece a esta época. Un tema excelente y extraño para ser Soilwork, un grupo que suele jugar casi siempre con los contrastes tralla / calma, pero que aquí va a piñón fijo, sin rastro de voces melódicas. Hacia el final hay un pequeño respiro con una bonita parte más lenta, acompañada de un par de solos y seguida por un final un poco messhuggiano.

Cuanto más avanzamos en el disco y más atrás nos vamos en el tiempo, más alternativo se vuleve todo. En mi caso, descubrí a Soilwork precisamente al final de esa época alternativa, siendo Sworn to a Great Divide (2007) el primer disco en el que les presté atención, pero mentiría si no digo que me gusta bastante más el punto en el que estan hoy que lo que hacían en esos momentos. Es fácil encontrar las diferencias entre lo que hemos escuchado hasta ahora y los tres temas que representan las sesiones de este disco, con un enfoque más ligero y una producción algo más densa y alternativa, con un gran protagonismo de los teclados y recordando por momentos a grupos como Lamb of God. "Overclocked" es grave, comprimida y machacona, con ritmos alternativos y algún que otro coletazo de sintetizador. "Martyr" es un buen medio tiempo, pegadizo y coreable, mientras que "Sovereign" no estaría nada mal si no fuera porque el estribillo me resulta bastante indigerible. Es más cañera de lo que la producción enseña y me gusta especialmente lo que viene a partir del minuto 2:30, con un riff vacilón acompañado por un teclado hammond bastante original.

Finalmente, "Wherever Thorns May Grow" y "Kill By Ignition" pertenecen a la época Stabbing the Drama (2005), el disco con el que saltaron al estrellato y uno de los trabajos que personalmente más me cuestan de la banda, quizás demasiado alternativo en composición y producción para que me atrape. Pasa lo mismo, como es normal, con estos dos temas. La primera, siendo una canción aceptable aún pareciéndose más a P.O.D. que a Dark Tranquillity, tiene un estribillo tan exageradamente cheesy y melódico que me echa algo para atrás, mientras que la segunda, con un ritmo bastante lento, se acerca quizás más a un groove metal a lo Pantera y las partes melódicas no son tan ofensivas como en el tema anterior. Aún así, estos dos cortes son los que menos me gustan de todo el recopilatorio, cosa lógica siendo Stabbing the Drama el disco que menos me gusta de todos los que estan representados aquí.

Siempre es interesante escuchar del tirón varias épocas de la trayectoria de una banda. En la época Stabbing the Drama / Sworn to a Great Divide se hacía uso de los estribillos melódicos y limpios de una manera muy alternativa y quizás, vamos a llamarlo así, demasiado comercial, cogiendo muchos elementos de ese nu-metal que estaba aún de moda en esos momentos. Para mi, el uso de las voces limpias que se hace en sus trabajos recientes está mucho más conseguida, menos forzada y más integrada en el conjunto de las canciones. Por supuesto para la gente que considera esos discos de mediados de los dosmiles su punto álgido (y son muchos!), esto no será así, y me parece magnífico. En lo que sí que estaremos de acuerdo es en que en este Death Resonance se puede observar claramente que su trayectoria en estos diez últimos años ha sido muy coherente y fluida, y que con descartes acumulados han acabando montando un disco que no tiene nada que envidiar a trabajos de estudio de muchas bandas. Y esto dice mucho de la solidez y la calidad compositiva que poseen los suecos.

Soilwork tienen cierta fama de no ser una banda especialmente espectacular en directo. Yo, por un motivo u otro, nunca he tenido la oportunidad de verlos, así que me guardaré de emitir ningun juicio hasta la primavera de 2017, cuando cuento con resarcirme al tenerlos por aquí como acompañantes de Kreator, Sepultura y Aborted para conformar un cartel sencillamente espectacular que une nombre, historia, calidad y variedad. Los thrasheros alemanes siguen apostando por buscar teloneros de auténtico lujo en sus giras europeas, sin miedo a ser barridos del escenario (algo harto complicado, por otra parte) por ninguna banda. Pero aunque en 2012 vinieran con Morbid Angel y en 2014 con Arch Enemy y Hell, el cartel que han juntado para este 2017 es el más completo y variado que encontramos por ahora escrito en la agenda metalera. Supongo que Soilwork no va a disponer demasiado tiempo para convencerme de su bondad en directo, pero estoy seguro que si ponen tanto empeño en ello como ponen en sus obras de estudio, acabaré bastante satisfecho.

Albert Vila

Temas:

1. Helsinki (4:01)
2. Death Resonance (4:18)
3. The End Begins Below the Surface (3:13 – bonus track edición japonesa de "The Ride Majestic")
4. My Nerves, Your Everyday Tool (4:18 – EP japonés "Beyond the Infinite")
5. These Absent Eyes (3:39 – EP japonés "Beyond the Infinite")
6. Resisting the Current (4:28 – EP japonés "Beyond the Infinite")
7. When Sound Collides (4:32 – EP japonés "Beyond the Infinite")
8. Forever Lost in Vain (4:39 – EP japonés "Beyond the Infinite")
9. Sweet Demise (4:00 – bonus track edición japonesa de "The Panic Broadcast")
10. Sadistic Lullabye (2:57 – bonus track edición japonesa de "The Panic Broadcast")
11. Overclocked (3:40 – bonus track edición japonesa de "Sworn to a Great Divide")
12. Martyr (3:59 – bonus track edición japonesa de "Sworn to a Great Divide")
13. Sovereign (4:24 – bonus track edición japonesa de "Sworn to a Great Divide")
14. Wherever Thorns May Grow (4:09 – bonus track edición japonesa de "Stabbing the Drama")
15. Killed by Ignition (4:22 – bonus track edición japonesa de "Stabbing the Drama")