Por fin llegó uno de los proyectos más esperados: el  producto de la unión entre Mikael Akerfeldt (Opeth) y Steve Wilson (Porcupine Tree). Sin embargo el  efecto químico de la combinación de estos dos elementos no es novedoso, en tanto en cuanto Steve Wilson ha producido en varias ocasiones a Opeth y sin ir más lejos su último “Heritage”.
Toni Marchante
Nota:7/10  

Es por ello por lo que el giro marcado en “Heritage” y el último lanzamiento de Wilson “Grace for drowning” nos daban ciertas pistas de lo que podría ser este primer disco de Storm of Corrosion. En “Heritage” pudimos ver claramente como se huyó de la agresividad, adentrándose en el campo de la experimentación progresiva típica de décadas anteriores. En este proyecto ambos plasman su  últimas direcciones buceando en los sonidos  progresivos de finales de los sesenta y principios de los setenta, con ciertos aires oscuros, melancólicos, siempre experimentando tal y como hacían los grandes dinosaurios del progresivo en aquellos tiempos. El mismo Steve afirma que con este disco se cierra la figura triangular conjuntamente con los dos discos mencionados; ya que realmente fue compuesto en el mismo periodo que los otros dos.

No es un disco de metal y que quede claro que no es un disco fácil de digerir, como muchos grandes discos del  progresivo. El sonido me recuerda mucho a aquellos discos de Pink Floyd o King Crimson allá por principios de los setenta.

El disco comienza con “Drag Ropes” para el que ha grabado un magistral videoclip dirigido por Jess Cope, en el que podemos percibir la historia enmarcada en un sonido oscuro y lúgubre, como las marionetas en silueta negra de los personajes del clip. Este corte es una experiencia de ambientación y sutileza exquisita, lleno de melancolía y oscuridad.

En “Storm of Corrosion” sigue la misma pauta general establecida, preciosas armonías de guitarra acústica, la voz mágica de Steve, teclados ambientales y buenos coros, si bien podríamos obviar los tediosos dos minutos que se suceden desde el minuto 6 al 8, recurso habitual a comienzo de los setenta por gente como los mencionados Pink Floyd o King Crimson, pero que en estos tiempos me resulta algo insulso.

“Hag” es un tema que arranca con las notas del estribillo en guitarra, piano y le sigue la voz, hasta que llega la entrada del bajo que va marcando el devenir, con los teclados ambientando y algunos adornos de guitarra. En el minuto cuatro llega quizás el momento más  fuerte del disco (de un minuto de duración) con algunos riffs y un impresionante aporte a la batería de Gavin Harrison (Porcupine Tree) quien se ha hecho cargo de este instrumento durante todo el disco.

“Happy” es el más corto del álbum pero demuestra la de cosas que estos pueden hacer con una guitarra acústica y con maravillosas voces, aunque aderezado con algunos efectillos, pero todo dentro de la sencillez y la calidad. La siguiente es  “Lock Howl”, un instrumental que es toda una maravilla de lo que puede ser el rock progresivo sin virtuosismos, con la belleza de instrumentos que se perciben básicos y la capacidad mental de colocar las notas de forma certera. Todo un viaje por el mundo de los sonidos. 

“Ljudet Innan” cierra el disco y es el tema más largo; y la mitad de él podíamos catalogarlo de new age. A partir de ese momento la percusión pone la base para la combinación de preciosas partes de guitarra y la voz de Mikael que aparece fugazmente. La parte final deviene de la combinación de las dos mitades de forma magistral.

Estos dos señores están al margen de las tendencias, ellos viven su propio camino, hacen lo que les apetece cuando les apetece y los que quieran los pueden seguir y disfrutar de su música, pero no se ven coaccionados por otras cosas que no sean sus deseos musicales. Posiblemente las expectativas por parte del público estaban muy altas ante este disco, pero a mi entender la unión de las fuerzas no llegan a superar a los últimos discos de Opeth ni de Steve Wilson, posiblemente porque con estos se eliminó el factor sorpresa que podía contener este álbum.

Se trata de un buen trabajo, capaz de transmitir emociones que gustará a sus incondicionales, de esos que hay que escuchar con la mente abierta y que se hace más adictivo cada vez que lo escuchas, pero se aleja en algunos aspectos de patrones que eran habituales en Steve y Mikael, acercándose a terrenos más pausados y ambientales.

Toni Marchante

Temas:

 1. Drag Ropes (9:52)
2. Storm Corrosion (10:12)
3. Hag (6:28)
4. Happy (4:23)
5. Lock Howl (6:09)
6. Ljudet Innan (10:20)

Página web: http://stormcorrosion.com

[youtube]http://youtu.be/manW5v-AR7U[/youtube]