(ya que no sería políticamente correcto empezar con un taco, lo haré con un…) ¡Guau! Sí, de piedra me he quedado al escuchar a estos barceloneses, desconocidos para mí hasta la fecha. No soy muy asiduo a ese estilo al que llaman math o djent (o algo parecido) y en el que parece estar clasificada esta banda. Y no voy a quitarles razón, ya que así llaman a lo que hace Meshuggah y si ha habido un nombre que me ha venido a la mente es precisamente el de los suecos. Este Host “huele” a Meshuggah por tres de los cuatro costados.
Texto: V
Nota:9/10  

 

Soy defensor de los primeros álbumes de los suecos, pero llegaron a un punto en el que me dejaron de interesar. Con Vortice creo que pasa totalmente lo contrario. Repasando sus dos anteriores trabajos, uno se da cuenta de la clara y casi única influencia en su música. Buena base rítmica y potentes voces pero faltos de detalles que sobresalgan. Sólo para amantes del estilo, para entendernos. En cambio Host te tira de espaldas a la primera. No han dado un paso para adelante, ¡creo que han dado tres o cuatro!

Tiene una producción de auténtico lujo a cargo de Gorka Dresbaj y una portada cuanto menos llamativa, pero creo que lo más significativo en su progresión ha sido la entrada de un nuevo cantante, Álex Misas, y un segundo guitarrista, Florian Schartner, que a su vez maneja los teclados y la programación.

Lo de Álex es algo escandaloso. Sólo hace falta escuchar Inputs y quedarse boquiabierto con la cantidad de registros vocales que es capaz de hacer este chico. Empieza con unos guturales que harían avergonzar a más de un deathmetalero con “pedigree” para pasar a unas voces limpias que en ciertos momentos se asemejan a las de Jerry Cantrell en los mejores tiempos de Alice in chains y acto seguido enloquecer con unas voces más chillonas rozando el histerismo. Impresionante.

Queda muy bien también la utilización de varias lineas vocales al mismo tiempo, como en Meet the locals, donde vuelve a lucirse de forma bárbara. Veremos cómo se las apaña en directo.

Las guitarras también van más allá de lo que debería marcar el estilo. Si bien antes eran bastante más lineales, ahora destacan por su variedad de riffs; unos más contundentes, otros más melódicos y otros de carácter clásico, pero todos con bastante buena técnica. Podríamos hablar aquí de Mastodon como referencia.

Le veo una sola pega: la falta de una guitarra solista más destacable. Por lo demás, ¡chapeau!

De la base rítmica hay que destacar el trabajo de Llorenç a la batería y Alex al bajo. Llorenç poco tiene que envidiar a Mario Duplantier de Gojira o a Tomas Haake de Meshuggah, por lo menos en cuanto a variedad dentro de los temas. Otro auténtico maestro.

Hacia mediados del álbum tenemos la instrumental The Spaceship Destroyer of Mankind, compuesta exclusivamente por teclados y base electrónica, dando un respiro al oyente para continuar hacia los temas finales. La canción que da título al álbum nos muestra su parte más relajada, pero con un Llorenç haciendo gala de su maestría en la batería y esos sonidos inquietantes de fondo a cargo de Florian.

Si os gusta el metal sin etiquetas, pero tomando como referencia bandas como (sobretodo) Meshuggah, estáis de enhorabuena. ¡A por él!

Texto:V

Temas:

Unmoving in Motion
Inputs
Tracending the Right Things
Before the Blast
Meet the Locals
The Spaceship Destroyer of Mankind
What Everyone Says
Re-Eternal Insanity
Host

https://www.vorticerocks.com

https://www.facebook.com/vorticeofficial