Disco de pop-punk-rock con ciertos toques hardcore de la banda Zebrahead, muy al estilo de grupos como Offspring, Green Day o Blink182, pero con temas algo más elaborados que estos grupos (salvando a los Offspring).

La banda cuenta en este disco (el segundo en su recientemente estrenada discografía con el sello SPV) con los productores de POD, Papa Roach y grupos más metaleros, lo que ha repercutido para bien en el sonido de un disco que, si bien por momentos puede resultar algo monótono, encandilará a los seguirdores del punk-rock.

Y lo hará por el predominio de la melodía y los estribillos pegadizos, así como el sonido metalero que predomina en «Phoenix», algo que este grupo debe agradecer a sus productores que, evidentemente, han buscado un sonido más crudo. Además de eso, a pesar de ser punk… ¡Hay solos!

Es evidente, dados los ritmos ska, de reaggie, y las guitarras más rockeras, así como los cuidados coros, que no estamos ante una banda de punk rock que descuide su musicalidad. Temas como «Hell yeah» demuestran que este grupo puede ir más allá de todo lo establecido en el punk rock y saltarse unas barreras, por norma general, ya muy agotadas.

Esto se combina con temas como «Death by disco», con un estilo muy cercano al hip-hop, pero con un trasfondo musical más endurecido. Hay una curiosa mixtura de temas que tienen un nexo en común (la diversión y la melodía fácil) lo cual lo hace más interesante si cabe. El ska, ya mencionado, es otro de esos nexos en este disco, lo que podemos ver en temas como «Mike Dexter…» (el título es casi más largo que la review por lo que será mejor abreviar) o «Just the tip».

El contrapunto al ska lo tenemos en «The juggernauts» o «Brixton 13/hit the ground», temas que se mueven por un punk con toques del primer trash-punk juvenil de los 80. Digo todo esto teniendo en cuenta que no me gusta el punk-rock, y sin embargo, al igual que me rindo ante ciertas piezas de Offspring, he de hacerlo también ante algunos temas de estos Zebrahead, que son capaces de hacer estribillos como el de «The junkie and the halo», hipercomerciales, al más puro estilo Green Day en su celebérrimo «Dookie», o temas más cañeros como los ya citados, o Ignite.

Desde luego, «Phoenix» es un disco que, de tener un poco de suerte en la radio y caerles bien a los peces gordos de los medios comunicativos, podría ser el típico preámbulo a un pelotazo de un grupo punk-rock de calidad. Resulta curioso escuchar discos insípidos de grupos de bandarras que no saben ni tocar su instrumento en los medios de más difusión de la radio/tv, y ver como grupos de más calidad como este parecen pasar desapercibidos si se les compara a los otros, a pesar de ser netamente superiores en todos los aspectos; musicalidad, gancho, melodía, variedad, e instrumentación, así como voces..

No es una obra maestra, es evidente. Quizás haya incluso quien considere que no es arte (yo me situaría en ese bando), pero es un buen disco y un trabajo elaborado, más de lo que suelen serlo estos estilos. En una época de comercialidad mediocre, Zebrahead y su «Phoenix» suponen un soplo de aire fresco, o al menos, eso me gustaría pensar. Imprescindible para amantes del género, y muy recomendable dejar los prejuicios en la cama para los que no solemos escuchar música tan «desenfadada».

Belial Báez

Temas:
1. Morse code for dummies
2. Hell yeah
3. Ignite
4. Mental health
5. The Juggernauts
6. Hmp
7. Death by disco
8. Be careful what you wish for
9. Drugs
10. Just the tip
11. Brixton
12. Hit the ground
13. Two wrongs don’t make a right but, three rights make a left
14. All for none and none for all
15. Sorry but your friends are hot