James encontró en su anterior disco con su amigo Guillory una fórmula resultona de hacer música, alejada de los parámetros básicos de su banda principal, con gran atractivo y despertando el interés general. En este nuevo disco, no se han complicado la vida, han apostado a caballo ganador y han seguido ese mismo camino, configurando otro buen álbum que sin embargo poco aporta de novedad.
Toni Marchante
Nota:8/10  

Las actividades de LaBrie, paralelamente al margen de Dream Theater, han sido siempre muy prolíficas, tanto a nivel individual como en colaboraciones. Siempre ha sido un músico dispuesto a colaborar con aquellos que les ofrecieran cosas interesantes (Fates Warning, Shadow Gallery, Frameshift , Ayreon , Explorer´s Club, Tim Donahue, Henning Pauly , Roswell Six. Redemption, Eden´s Curse, etc…). Pero en sus trabajos en solitario siempre ha sido esencial su amigo Matt Guillory (teclista de una prometedora banda llamada Dali´s Dilema que en 1999 nos dejó un extraordinario álbum y que desde entonces nada se ha vuelto a saber de ella). Los primeros trabajos que editaron lo hicieron bajo el pseudónimo de Mullmuzzler y nos dejaron dos discos muy interesantes en 1999 y 2001.Pero no fue hasta 2005 con aquel “Elements of Persuasion” cuando lanzaron su primer disco bajo el nombre de James LaBrie, en una entrega más metalera y con la incorporación ya en las guitarras de Marco Sfogly. Por cierto, tanto en los discos de Mullmuzzler como en este de 2005 la batería corrió a cargo de un tal Mike Mangini .

Sin embargo cinco años después Matt Guillory y James LaBrie dieron a la banda una nueva dimensión. Guillory volcó su potencial creativo y compositivo hacia las grandes virtudes del cantante canadiense, explosionando con su anterior disco “Static Impulse” y que tienen su continuidad en este “Impermanent Resonance”.

Los ingredientes para fabricar estas dos bombas fueron variados pero efectivos: Composiciones basadas en cimientos de música electrónica que se contraponen con la agresividad de Peter Wildoer a la batería y en las voces guturales , con unas líneas vocales en las que James nos ofrece la mejor de sus versiones. El bajo y la guitarra sólo se tienen que ocupar de elevar el sonido al nivel del metal con texturas gruesas y riffs contundentes. Si aplicamos esta estructura en canciones que oscilan entre los tres y cinco minutos con unos estribillos dotados de cierto enganche comercial, obtenemos este producto final. Quizás la modificación más llamativa respecto a su anterior es un incremento en cuanto a las bases electrónicas, con un sonido muy europeo y ahí a buen seguro tenga mucho que ver Jens Bogren (Opeth, Katatonia, Soilwork, Daylight Dies, God Forbid, Iron Mask, Amon Amarth o Symphony X) , quien se ha encargado de la mezclar eldisco en sus Fascination Street Studios de Orebro (Suecia) y que ha mantenido el mismo espíritu que ya aplicó en “Static Impulse”. Es también de destacar la colaboración de Peter Wichers (guitarrista de Soilwork) .

Como en “Static Impulse” la cosa fue bien, para este disco repiten formación. La voz de James LaBrie, se presenta bajo tesituras en las que se encuentra tremendamente cómodo y donde demuestra que lleva unos años en la cima de lo que es capaz de ofrecernos. Matt Guillory es quien realmente crea el armazón de este disco, apareciendo en los créditos de casi todas las canciones (sólo hay una canción donde no participa) y firmando exclusivamente cinco de los cortes del disco. Matt se encarga de atiborrar los temas de arreglos de teclados y aportes de música electrónica que se contraponen como el frío y el calor con la batería y los berridos de un Peter Wildoer que hace un trabajo espectacular. Ese tipo de contraste es el que dota a la banda de un gran atractivo, en una fórmula que no es nueva y que Jens Bogren sabe manejar con maestría consiguiendo ese impecable sonido.

Y el disco comienza sin contemplaciones con “Agony” un corte de tremenda calidad y contundencia, presentando credenciales con una apisonadora sónica llamada Peter Wildoer que da una verdadera exhibición de batería y con un estribillo demoledor que convence a las primeras de cambio. Un auténtico temazo que también hay que decirlo destaca sobre todos los demás.

Le sigue “Undertow” un medio tiempo que tras “Agony” supone una caída en picado, no es que el tema sea malo, pero comparado con el anterior no hay color. Le sigue “Slight of hand” otro medio tiempo con un buen estribillo donde podemos disfrutar de Labrie acompañado de los berridos ornamentales de Wildoer, también presentes en los dos temas anteriores.

“Back on the ground” es el segundo tema que nos anticiparon del disco y aunque es un tema bonito, nos pasa como con “Holding On”, que son dos temas pop forzados a sonar a metal, por lo que en ocasiones suenan poco naturales, pero poseen estructuras que enganchan ( aunque sean las mismas: primera estrofa, segunda estrofa, estribillo, primera estrofa, segunda estrofa, estribillo).“I got you” es otro tema comercial de grandes momentos donde los sintetizadores conviven con bastante presencia en la selva de baquetazos de Wildoer y los riffs de Sfogly.

“Lost in the fire” es una semibalada de interesante estribillo y “Letting go” es un tema discreto donde podemos escuchar uno de los pocos y cortos solos de Sfogli. “Destined to burn” cumple con un estribillo algo diferente.”Say you´re still mine” es una balada donde podemos escuchar a James en sus registros más melódicos hasta llegar a “Amnesia” un medio tiempo de riffs densos al estilo de su álbum de 2005.

Y para cerrar “Iwill not break” que parece que comienza muy electrónica pero que arranca con una verdadera exhibición de Wildoer y con LaBrie al más puro estilo Metállica. Un auténtico temazo donde apenas se perciben sonidos electrónicos, cosa que se agradece después de tanta sobredosis.

Es un buen disco, quizás por debajo de su anterior por la pérdida del factor sorpresa y esa vuelta de tuerca más hacia la dirección equivocada, girando más a lo electrónico alejándose de lo metalero. Un disco que comienza con “Agony” y termina con “I will not break” y que nos hace preguntarnos ¿cómo habría sido el disco si los temas de en medio hubiesen ido en la línea de estos dos? Habría sido colosal y eso es lo que puede que te deje un saborcillo amargo. Pero a pesar de eso tampoco son temas que desmerezcan y tienen su encanto.

La edición especial nos regala dos temas extra, “Unraveling” y “Why”. Los dos son buenos temas que mantienen el nivel y no podemos considerarlos sobras. El primero es otra semibalada con James espectacular a la voz y el segundo tiene perfil de power melódico europeo de hecho se le ve cierta similitud a Helloween.

Este disco sale a menos de dos meses de salir el nuevo disco de Dream Theater, lo que supone un aperitivo en cuanto a escuchar el timbre de voz de James LaBrie. Pero solo eso, ya que este sonido está muy alejado de lo que nos ofrecerá la banda americana. Consideramos este disco como un paso más dentro del camino emprendido por LaBrie/Guillory donde en su anterior disco tomaron una dirección y este sigue esa línea continuista. Es una pena que no podamos ver a este grupo en directo ya que debido a los próximos compromisos de sus componentes este hecho es imposible. Ojalá más adelante pudiéramos tener esa oportunidad.

Temas:

01 Agony
02 Undertow
03 Slight Of Hand
04 Back On The Ground
05 I Got You
06 Holding On
07 Lost In The Fire
08 Letting Go
09 Destined To Burn
10 Say You’re Still Mine
11 Amnesia
12 I Will Not Break
Bonus:
13 Unraveling
14 Why

Página web: https://www.jameslabrie.com

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