Cuatro años hemos tardado en conocer la evolución de una prometedora banda que tras su EP debut de 2010 masterizado por el mismísimo Mika Jussila en los Finnvox y su prometedor álbum debut, aquel “Perception of Reality”, nos tenía con el gusanillo y la expectación de ver si todo aquello era un espejismo o una realidad. Este disco por tanto, era muy importante para la banda y supone tras escucharlo la confirmación de que es una gratificante realidad, respondiendo a las expectativas que se tenían para con este grupo y donde se nos muestra un producto final muy elaborado, de gran calidad donde es manifiesto el gran trabajo que hay detrás por parte de sus cuatro componentes, en especial por su guitarrista y productor Igna Jover.

Toni Marchante

Al escuchar el disco lo primero que percibimos es que la banda no ha perdido ni un ápice de su identidad y aquí tiene que ver mucho el sonido conseguido por Igna Jover en sus estudios Mevah de Lleida, donde realiza una espectacular labor, a la altura de cualquier estudio europeo puntero. De la misma forma, los temas están todos compuestos por Igna, lo que nos deja evidencia de que su poder creativo ha ido creciendo. Pero todos estos fundamentales aspectos generales no podrían optimizarse de no ser que se acompañara de unos músicos capaces de entender e interpretar estas ideas y aquí es cuando el resto de la banda entra de lleno de tal forma que interpreta y siente los temas como si los hubieran compuesto ellos mismos, la simbiosis es absoluta y es cuando el “mecanismo invisible” empieza a funcionar.

La banda conserva a los cuatro componentes de su anterior álbum, Igna que se encarga de las guitarras, le acompañan Albert Gasen y Carles Falomir, batería y bajo respectivamente, quienes se encargan de la estructura rítmica y mucho más; y digo mucho más porque es una delicia escucharlos tocar y disfrutar de su gran técnica. A la voz continúa Bella Dianez con su personalísima voz, poderosa y sensible a la vez, que nos ha impresionado en las prestaciones para con este disco.

Pasando ya a hablar de “Twisted Dreams Of Dark Commander” diremos que es un disco menos comercial que su anterior y más metal progresivo. Una de las principales características de Antalgia es hacer metal progresivo con voz femenina, en su anterior disco había un aura más marcado de metal sinfónico, más orquestaciones, la voz de Bella estaba orientada a ese sonido que además estaba más en boga en esos tiempos. El nuevo sonido de Antalgia ha mutado y lo ha hecho con decisión hacia una dirección premeditada, la ausencia de un teclista permanente en el grupo aboca a un mayor trabajo en las guitarras y si el cerebro es quien usa este instrumento el tema está muy claro. Se trata de un conjunto de canciones que hay que trabajarlas para sacarle el máximo jugo, nada de temas cortos, con momentos intensos, momentos para el virtuosismo, buenos estribillos, con variedad de estilos y un olor intenso de buenas influencias, de gente como Dream Theater y sobre todo es más notorio el acercamiento a gente como Periphery.

Entrando en materia, el álbum comienza con “Endless Game” una corte muy atrevido que a todos sorprenderá. Unos acordes de guitarra acústica da paso a unos compases death oscuros que se interrumpen por una Bella Dianez que entra con decisión y que desde el primer tema nos deja ver de sus prestaciones vocales, solo tenéis que escuchar su emotivo estribillo. En ”Endless Game” destaca el continuo contraste, en un corte destinado a ser single. Lo siguiente en sonar es “Embrace the Storm” con entrada a lo Periphery y a continuación a lo Dream Theater, Bella se bate en duelo con los riffs de guitarra hasta llegar con ellos a un “win to win” en el estribillo. Es un tema que muestra la calidad ejecutiva de esta banda, con un Albert Gasen que se sale a la batería.”The Valley of Broken Wings” comienza con la espectacular música de su teaser de promoción que a la postre sirve para acomodar el estribillo. Un medio tiempo lleno de buenos momentos que lo convierte en otro de los potenciales singles.

Las referencias a Dream Theater en “The Dark Commander” son muy evidentes, dejando bien claro de que se trata de un tema original e íntegro, no un plagio; el solo de Igna Jover es digno de mencionar y el entramado rítmico creado por Carles y Albert te atrapa como si fuera una telaraña con una Bella está fantástica a la voz. Las guitarras son las auténticas protagonistas en “Absinthe in Paradise”, ya desde los riffs introductorios y el corto pero efectivo solo de inicio se percibe su poderío. El tema cae en un valle cuasi acústico que nos catapulta a un fantástico estribillo donde Bella de nuevo lo vuelve a bordar, gran canción. En “Staves of time” notamos más la onda Periphery en las guitarras, en un corte que va cambiando continuamente y donde el tándem entre Igna Jover y Carles Falomir es muy destacable en cuanto a sincronización.

“The Seventh Day” fue el tema adelanto del disco y por tanto uno de los más destacables, promocionar un disco con un tema de más de siete minutos pudiera parecer una osadía, aunque en el mundo del progresivo estas licencias están permitidas. Se trata de una canción potente con partes muy definidas y bien ensambladas, visitando varios escenarios y contando con la colaboración a la voz en la parte final de Thomas Vikstrom (Candlemass. Brazen Abbot, Stormwind, Therion, etc..) al igual que Christian Vidal (Therion), quien también deja su huella en el disco, todo ello fruto de la experiencia y amistad de la gira 25 Aniversario de Therion donde Antalgia fueron teloneros en su gira Europea. El comienzo de “When de lights go down” nos transporta a la melodía de “Lines of life” corte de su anterior álbum, pero solo en el principio, ya que este también medio tiempo se desarrolla por argumentos musicales distintos. En “Temple of Sand” nos encontramos con unas buenas dosis de math metal mezcladas con melodías muy intensas, una canción donde las guitarras son espectaculares.

Pero un gran disco debe serlo hasta el final y este lo hace por todo lo alto con “The Enemy Inside”, diez minutos sin tregua, diez minutos de metal progresivo de alta escuela. Con un comienzo algo oriental el entramado musical que crean Albert, Carles e Igna no tiene nada que envidiar a las punteras que dominan el prog metal actual. El estribillo es encantador, con una capa de teclados que arropan la voz de una Bella que mantiene un buen nivel durante todo el corte. Espectacular el solo de guitarra, el tramo final con voces y un apoteósico final que me ha hecho revivir las mismas sensaciones de cuando escuché el final de “Learnig to live” de Dream Theater.

Grandísimo disco el de Antalgia, una banda que va superándose a sí misma y que además se le ve todavía mucho más recorrido a futuro, una banda que es más conocida en Europa que en nuestro país y que deja bien claro de que en nuestro país hay muy buen nivel en lo que a metal progresivo se refiere. Antalgia ha lanzado este disco bajo el sello francés M&O, un disco que hay que trabajar en la escucha, que para el amante de este estilo asegura el disfrute. Un paso más de estos grandes músicos, esperemos que su valía se vea reconocida como se merece.

Toni Marchante

Temas:

1. Endless Game
2. Embrace The Storm
3. The Valley Of Broken Dreams
4. The Dark Commander
5. Absinthe In Paradise
6. Staves Of Time
7. The Seventh Day
8. When The Lights Go Down
9. Temples Of Sand
10. The Enemy Inside

Página web: https://www.antalgia.net