Después de unos años sin actividad, una de nuestras bandas portadora del cada vez más escaso poder de transportarnos a los gloriosos 80 con su potente hard rock, anunciaba su vuelta a los escenarios. El regreso de Atlas era una gran noticia y como tal, no nos lo podíamos ni queríamos perder de ninguna manera.

Texto y Fotos: Susana Manzanares.

Hacía unos meses que por fin llegó la esperada noticia de que Atlas regresaba a los escenarios con su formación original, Manolo y Ángel Arias, José Martos y el todoterreno Ignacio Prieto componen filas para ofrecer una noche tan esperada como inolvidable en la capital.
Estábamos de celebración y como toda que se precie, la banda contó con una entrada acorde con la ocasión. La expectación y el buen ambiente que se apreciaba ya desde la puerta de la We Rock prometía una buena asistencia. Anunciaba una gran noche de reencuentros, buenos momentos y sobre todo de buena música, una perfecta demostración de potente hard rock en castellano de lo mejorcito que nos podemos encontrar.

   

De lo mejorcito porque no puede ser de otra manera si ya los cuatro componentes de Atlas son sinónimo de calidad, ya sea juntos o por separado. De una banda cuyos integrantes incluyen en su currículum su paso por bandas como Ñu, Barón Rojo, Panzer, Topo o Niágara a lo largo de su trayectoria, ya no hacen falta más explicaciones. Son bandas que forman parte de nuestra historia y que han sentado las bases de nuestro rock, así que esta noche los músicos que íbamos a ver sobre el escenario no tenían tablas, tenían tablones.

Puntuales, sin teloneros y tras las sirenas de ‘2040’ aparecen como un trueno ante los expectantes asistentes que se habían dado cita allí con un denominador común para todos, mostrar su apoyo a la banda y ser testigos del esperado regreso, pero sobre todo pasarlo bien y disfrutar al máximo. Bastaron sólo unos segundos de esas sirenas para sumergir a todos los presentes en una intensa noche de rock en la que no he visto banda más entregada.

    

Desde el minuto uno el espléndido frontman que es Ignacio Prieto puso de manifiesto su arrolladora puesta en escena bordando los temas con ese chorro de voz suyo que uno no se explica cómo puede ser capaz de cantar con tal potencia y control y no escapársele ni una sola nota moviéndose como se mueve…
Cargado de energía no paró de agradecer e interactuar constantemente con el público fue trayendo tema tras tema en perfecta comunión con el resto de la banda, sonaron ‘Condenado Loco’, ‘Parte de Ti, Parte de Mí’, ‘Una Nueva Oportunidad’, la emotiva ‘¿Quién No Ha Sido un Perdedor?’ con un Ignacio a flor de piel acústica en mano colando pequeños aderezos de Bon Jovi, o una ‘Nosotros Somos la Revolución’ arropado por la seguridad que da tener de respaldo la soberbia interpretación de Manolo a la guitarra y la sólida base de Angel y José a la batería y bajo.

Todos sonando tremendos y compactos en un concierto en el que el único pero, si es que se puede poner uno, es el descenso de ritmo como hacia la mitad fruto de la obviedad de la inevitable alternancia entre las baladas y los temas más cañeros, o los correspondientes momentos ‘sólo’…

   

En cualquier caso, nada mermaba el nivel de disfrute de la gente, bien visible y coreando hasta el último momento desde sus temas propios como la whitesnakera ‘Si Me Faltas Tú’ o ‘Contra Viento y Marea’ hasta el ‘Highway Star’ de Purple, o el guiño a Barón Rojo con ‘Nada Que Hablar’…

En definitiva una noche repleta de momentos para recordar que esperamos que muy pronto se repita y… con nuevo disco quizá?….  Ojalá…

Texto y Fotos: Susana Manzanares.