Texto y Fotos: Edko Fuzz

Noche de guitarras a saco y decibelios a tutiplén entre semana en la ciudad condal es lo que prometía el triple cartel formado por los australianos Dead City Ruins, los suecos Dead Lord y los Noruegos Audrey Horne, como parte de una gira que está llevando a las tres bandas por Europa. La gira en nuestro país empezó con una fecha en Bilbao y, lamentablemente, la segunda en Madrid no siguió con buen pie al ser suspendida a pocas horas de celebrarse por problemas técnicos. Así que las tres bandas desembarcaban en Barcelona con ganas de resarcirse de lo ocurrido, aunque tristemente la asistencia dejó bastante que desear. Por desgracia y por culpa de problemas de horario, no pudimos asistir a la actuación de Dead City Ruins.

Dead Lord llegaron, vieron y vencieron con su propuesta sin florituras compuesta de altas dosis de guitarreo setentero, ropa tejana y Thin Lizzy. Venían presentando su reciente "Heads Held High" y la verdad es que no dejaron indiferente a nadie. El líder visible de la banda, el cantante y guitarrista Hakim Krim, domina el cotarro y el tempo del show con soltura. La banda suena demoledora mientras desgrana temas de su catálogo como "Farewell", "Ruins" o "Don’t Give a Damn". Las guitarras rugen, los amplis echan humo (literalmente) y los auténticos fans que se cuentan entre el público lo gozan de lo lindo mientras los temas caen uno tras otro.

Los constantes devaneos de las dobles guitarras de Hakim y Olle Hedenstrom que recuerdan inevitablemente a la banda de Phil Lynott y los riffs secos y rocosos apoyados por la base rítmica formada por Adam Lindmark y Martin Nordin fueron la columna vertebral de un setlist que avanza sin titubeos ni dudas para convencer al respetable. Dead Lord apuntan maneras. Tienen buena imagen, suenan como un cañón y tienen bien aprendida la lección del rock setentero, pero a medida que avanza el minutaje del show su propuesta se va tornando algo monótona. Si son capaces de escribir temas con un poco más de variedad en su sonido base, podrían ser grandes.

Un gran telón con la portada del disco "Pure Heavy" decoraba el escenario de Razz 3, lo cual solo podía significar que Audrey Horne estaban a punto de asaltar las tablas. Y así fue cuando los cinco noruegos atacaron a una sala que se había vaciado incluso un poco más con "Straight Into Your Grave" de su anterior trabajo, "Youngblood". Sin ni siquiera tiempo para respirar la banda nos asaltó con "High and Dry" y el torbellino Audrey Horne se apoderó definitivamente de la sala. Con una energía francamente encomiable, Toschie se come el escenario con su look de hardcoreta y sus bailecitos y saltitos, a la vez que muestra un más que digno nivel vocal. El resto de la banda no le va a la zaga, con Espen Lien y su inseparable boina triturando las cuerdas de su bajo e hilvanando unos coros prácticamente perfectos.

Audrey Horne son una trituradora de riffs y se les ve el plumero metálico puro con los dobles bombos y los palm mutings a discreción, pero con temas como "Out of the City", "Waiting for the Night" o "Volcano Girl", el nivel de fiesta es importante. El dúo de guitarras formado por Ice Dale y Thomas Tofthagen parece sacado de un catálogo de heavy metal al gusto del consumidor: se saben todas las poses y todos los trucos y se ganan el sueldo con abundantes dosis de sudor mientras Toschie se baja a cantar varias veces con un público entregado.

No hay un solo momento de respiro, ni para el público ni para la banda. La máquina Audrey Horne no para ni siquiera cuando Espen rompe una de las cuerdas de su bajo, con bombazos como "Bridges and Anchors", "There Goes a Lasy" o "Blaze of Ashes" mientras tú, como espectador ya no sabes a donde mirar, pues en cada rincón del escenario está pasando algo que no te quieres perder. Y es que si se tuviera que usar una sola palabra para resumir el show de este pedazo de banda solo me vendría a la cabeza la palabra "entrega". La banda lo da todo, se lo pasa teta sobre las tablas y son capaces de inyectar emoción incluso al típico sobrado que se pasa los bolos en la barra del fondo charlando sin parar. Cuando Audrey Horne están tocando, se aseguran de que todo el mundo se entere y preste atención. Como tiene que ser.

La banda encaró ya la recta final del show con "This Ends Here" haciendo saltar la sala en pedazos y tocando casi todos al lado del stand de merch, dejando al público con ganas de más tras unos justitos 75 minutos de show. Sin embargo ya me gustaría encontrar a alguien que les pueda reprochar nada pues un concierto con este nivel de energía y entrega no se debería valorar por los minutos transcurridos, sino por la cantidad de litros de sudor vertidos. Y creedme cuando os digo que en esa noche en Razzmatazz 3 se podrían contar por decenas.

Con un sonido avasallador y un setlist que quizá se podría haber centrado un poco más en "Pure Heavy" (un crimen que no cayeran "Holy Roller" o "Let Live") solo se pueden decir cosas buenas de Audrey Horne. ¿El único punto negativo? Pues una vez más la escasa asistencia a un show que merecía mucho más. Una verdadera lástima pues shows como los de Dead Lord y especialmente los noruegos, no se ven todos los días.

Texto y Fotos: Edko Fuzz