Si una cosa hay que reconocer es que el tesón y fuerza de voluntad de Backyard Babies de seguir intentándolo una y otra vez son dignos de admirar. A finales de los 90 parecía que iban a llegar con la gorra, pero el criterio, cuanto menos dudoso, con el que tomaron ciertas decisiones llevaron a la banda a la autodestrucción unos años después, y lo más triste de todo es que no le importó a casi nadie cuando ocurrió.

Edko Fuzz

Cuando en 2015 Dregen, Nicke y compañía anunciaban que la banda se reactivaba hubo una moderada atmósfera de euforia. El talento lo tenían, solo cabía esperar que la perspectiva les hiciera ver que si su carrera hubiera evolucionado hasta otros lugares desde "Total 13" (1998) quizá otro gallo hubiera cantado. A pesar de todo lo vivido, el disco de retorno "Four by Four" (2015) era un retorno a los vicios más chungos de Backyard Babies: temas de consumo rápido, sin sustancia, con sonido demasiado falso y, en definitiva, los tics que habían llevado a la banda al abismo durante la primera década de los 2000.

Es ahora, en 2019, cuando la banda ha decidido volverlo a intentar con "Silver and Gold" y el resultado, pues se quedqa un poco a medias. Lo que más llama la atención es el intento de huir un poco del sonido falso y sin personalidad de sus últimos discos y que los temas, a pesar de sonar a otras cosas que ya hemos escuchado en otras bandas y los propios Backyard Babies, tienen un poco más de enjundia.

Me costaría encontrar uno o dos temas de este disco que incluiría en un greatest hits definitivo de Backyard Babies, pero es de justicia reconocer que el groove original de "Ragged Flag" con aires de The Strangeloves y unas voces graves que son puro Axl Rose tienen su qué. Lo mismo se puede decir de "Bad Seeds", que a pesar de ser de manual tiene melodías que se quedan grabadas en el cerebro, o de "44 Undead" con un Dregen dejándoselo todo a la voz principal en un tema que recuerda horrores al "Fire Woman" de The Cult.

Hay más referencias externas, como Blue Öyster Cult en "Yes to all No", un tema algo insípido, mientras que "Silver and Gold", "A Day Late in my Dollar Shorts" o "Simple Being Sold" no pueden evitar sonar a relleno puro. Y ese es el problema que tienen Bakyard Babies ahora, que en un disco de 10 temas te cuelen tal cantidad de relleno, remakes (que me aspen si "Laugh Now Cry Later" no es "Abandon" con muchísima menos inspiración) o guiños tan descarados a otras bandas que casi se podría decir que son versiones.

Este "Silver and Gold" es un disco que no pasa de correcto y que gana enteros si lo comparamos con la anterior entrada en el catálogo de la banda. Se agradece que los (ya no tan) chavales lo sigan intentando, pero lo tuvieron en las manos y no lo supieron aprovechar. En 1999 Backyard Babies eran, probablemente, la banda más excitante del planeta Tierra (ahí está ese explosivo show de madrugada en el Festimad de ese año para probarlo) pero 20 años después las tornas se han invertido y han perdido toda la magia que atesoraron. Me seguiré regocijando en mis recuerdos y haré sonar "Total 13" una vez más, puesto que 21 años después sigue siendo un disco capaz de levantar a un muerto.

Edko Fuzz

Temas:

1. Good Morning Midnight
2. Simple Being Sold
3. Shovin’ Rocks
4. Ragged Flag
5. Yes to All No
6. Bad Seeds
7. 44 Undead
8. Sliver and Gold
9. A Day Late in My Dollar Shorts
10. Laugh Now Cry Later