Between the Buried and Me – 5 de Octubre 2019 – Sala Salamandra (L’hospitalet de Llobregat – Barcelona)

Barcelona ha sido la elegida para ser parte de la gira de los estadounidenses Between the Buried and Me en conmemoración de los 20 años de carrera. El espectáculo, que cuenta con dos sets, promete un repaso de toda su carrera, un baño de metal progresivo y metalcore a la vena.

Texto y fotos: Karina Báez

Sin teloneros ni nada, los chicos salen puntuales a las 20:15 horas con bastante gente ya impacientes de disfrutar del primer set. Con una leve intro van saliendo poco a poco los integrantes a escena empezando la noche con "Astral Body", calentando motores para lo que sería esta larga noche llena de hits. Siguiendo con las canciones del disco The Parallax II, suena "Lay Your Ghosts To Rest" donde ya las primeras filas empiezan a cantar a todo pulmón junto a Tommy Rogers, pasando por la montaña rusa de sonidos a la que nos tienen acostumbrados, que en vivo se percibe como una verdadera locura.

  

Yéndonos a los inicios allá por el 2002, nos traen "Fire for a Dry Mouth", todo el metal core a la parrilla y un regalo para los nostálgicos amantes de su primer disco.
Centrándose en su repertorio más antiguo suenan al hilo "Alaska" y "More Of Myself to Kill" con Roger prácticamente fuera del teclado, centrándose más en el gutural y la locura que se vivía en las primeras filas.
Cambiándonos al progresivo en un abrir y cerrar de ojos aparece "The Coma Machine", de sus discos más nuevos "Coma Ecliptic" por el 2015, con una perfecta ejecución de los cinco músicos en escena, un lujo para todos los asistentes.
Vuelta a las canciones del pasado, suenan dos de su disco "The Silent Circus". Nos vuelven a poner a todo ritmo con "Mordecai", recordando el sonido más hardcore estadounidense de esa época, con guturales y guitarras alocadas. Para calmar la noche "Mirrors" da el punto más tranquilo para todos.

Para ya despedir el primer set suena "Obfuscation", un viaje de más de nueve minutos que nos dejaba con ganas de seguir recorriendo la historia de estos chicos, pero se venía la pausa.
Pasan 15 minutos de espera junto a una playlist de hits de los 80′-90′, un break para preparar la mente para el segundo set de hitazos que quedan.
Volviendo al disco "The Parallax II", suena "The Black Box" una corta pero potente canción metalcore de la vieja escuela. Seguida, "Telos", una canción llena de cosas inesperadas, progresiones, guturales y cosas chungas, un sube y baja de emociones, que cuando las escuchas en el disco piensas cómo sonaran en vivo y todos cumplen a la perfección.
Ya volviendo a su más reciente álbum "Automata II" suena "The Proverbial Below", dejando atrás quizás los viejos sonidos de los antiguos discos, pero la misma esencia de la banda. Seguida, desde el mismo disco, viene "Glinde" con todo ese aire circense que da el acordeón, para introducirnos a la más esperada de la noche, "Voice Of Tresspass". Ya a estas alturas de la noche el público era una fiesta, todos disfrutando cada segundo de lo que presenciábamos.

   

Los músicos se levantan un momento, entre aplausos y gentes gritando las siglas de la banda a coro para que volvieran por más. Es así como Rogers anuncia uno de los últimos temas de la noche, la esperada "Selkies: The Endless Obsession", donde el movimiento de las primeras filas ya era notorio, entre saltos y cantos, que se mantuvieron para "Veridian", donde cada músico tuvo su momento de brillar al inicio de la canción. Un solo de guitarra, seguido del de bajo y la batería, anunciaban el fin de la velada despidiéndose con "White Walls", convirtiendo casi toda la sala en un mosh, donde hasta el más tímido al final fue partícipe, una pasada.

No cabe la menor duda que Between the Buried and Me han creado una fidelidad y conexión con sus fan aquí en Barcelona, quienes reconocen y aplauden su trabajo hasta el último segundo. La calidad de profesionales y su amplia carrera musical que da para el gusto de cualquier persona los hace prácticamente únicos, todo meticulosamente estudiado para un trabajo que supera con creces sus discos. Una noche que muchos recordaran para el resto de su vida.

  

Texto y fotos: Karina Báez