Considerados tanto en América como en Europa como uno de los padres fundadores del heavy metal, Black Sabbath logró posicionarse con su cuarto disco «Vol. 4», en el mismo nivel de popularidad y estrellato que bandas como Led Zeppelin y Deep Purple habían obtenido para el año de 1972. Todo en base a la producción de grandes discos los cuales eran promocionados con excelentes presentaciones efectuadas por ambos lados del Atlántico.

Cuando llegó el momento de grabar su cuarto álbum, a Black Sabbath se le presentó la oportunidad de cambiar de ambiente y de comenzar la producción del nuevo disco en los Estados Unidos, específicamente los estudios «Record Plant» de Los Angeles durante el mes de abril de 1972; dicho traslado significó el final de la relación laboral con su productor habitual Rodger Bain, por lo que la producción del nuevo disco sería acreditada al mánager de la banda Patrick Meehan y a Black Sabbath, con Colin Caldwell (quien había trabajado junto a Curved Air) y Vic Smith como ingenieros de sonido.

Debido al cambio del productor, en «Vol. 4» nos encontramos con un ligero cambio de sonido con respecto a los tres primeros discos de Black Sabbath, por cuanto el bajo de Geezer Butler ya no suena tan contundente como antes y me parece la voz de Ozzy Osbourne está por debajo de la mezcla en algunos segmentos.

Aún así, la banda nos presentó un trabajo impecable e indispensable dentro de su discografía, en donde el hard rock sigue siendo su punto fuerte pero no olvidan sus raices basadas en el blues y los teclados tienen una mayor presencia en ciertos temas, agregando elementos propios del rock progresivo que en aquélla época contaba con un gran número de seguidores. Y al igual que en sus anteriores trabajos, todos los temas incluidos en «Vol. 4» se acreditaron a todo el grupo.

Ya en los primeros veinte segundos del tema que abre el disco, «Wheels Of Confusion», escuchamos un estupendo blues a cargo de la guitarra de Tony Iommi (cuyo sonido me recuerda algo al estilo de David Gilmour), cuyo solo se escucha doblado por ambos canales sobre un lento arpegio de guitarra, mientras que el bajo de Geezer y la batería de Bill Ward le sirven de compañía. Posteriormente, el guitarrista pasa a interpretar un lento y pesado riff que es seguido por la sección rítmica en donde se destacan los sonidos del baterista, entrando luego la voz de Ozzy desarrollando unas letras de tono pesimista en donde describe lo difícil que es encontrar la felicidad en este mundo y que el amor y la inocencia son pura ilusión.

Cuando el tema alcanza aproximadamente los dos minutos con veinte segundos, nos encontramos con un cambio de ritmo conducido por el guitarrista, quien descarga un acelerado riff que es seguido por los frenéticos golpes de Bill sobre su batería, para después darle espacio a Tony para que éste descargue unos potentes solos con su guitarra, mientras que Bill y Geezer van manteniendo el ritmo junto a un efecto de sirena, cuyo sonido es efectuado por la guitarra; posteriormente entra la voz de Ozzy cantando el coro junto a un solo de Tony que aparece por el canal derecho, para luego volver la banda con el lento y pesado riff que escuchamos al principio, interviniendo después Ozzy cantando la última estrofa y el grupo nos lleva a la última sección del tema.

En la edición americana de «Vol. 4», a esta parte se le dio el nombre de «The Straightener», y aquí podemos escuchar a Black Sabbath transitando dentro de los terrenos del rock progresivo, en donde los arpegios de la guitarra de Tony son acompañados por un fuerte sonido marchante efectuado por la banda, mientras que en el canal izquierdo escuchamos la guitarra de Tony sonando como un teclado al ser dicho instrumento procesado a través de un amplificador «Leslie». Después de una señal dada por el baterista, el ritmo se acelera bajo la guía de la guitarra de Tony, cuyas descargas suenan por ambos canales y su sonido se extiende hasta que la canción se desvanece en fade-out.

En la edición inglesa del disco, se escucha en modo de coda, un breve arpegio de la guitarra de Tony que suena en los últimos segundos de la canción y que sigue el anterior ritmo.

«Wheels Of Confusion» fue interpretada en vivo por Black Sabbath de manera esporádica, entre mayo y septiembre de 1972; siendo interpretada de nuevo una sola vez en mayo de 2012.

El sonido pesado y característico de Black Sabbath se hace presente en el tema «Tomorrow’s Dream», en cuyas letras el cantante nos habla del final de una relación de pareja y su deseo de empezar una nueva vida. La canción comienza con un pesado riff de guitarra, cuyo ritmo es seguido conjuntamente por el bajo y la batería, en donde se destaca Bill Ward alternando su golpe de tambores junto al cencerro y la pandereta, entrando posteriormente la voz de Ozzy siguiendo la melodía marcada por sus compañeros. Después de escucharse el primer verso, la guitarra de Iommi nos lleva junto a los demás instrumentos a la siguiente estrofa.

En la mitad del tema, el tempo se desacelera un poco a la vez que escuchamos a Ozzy cantando sobre los arpegios interpretados por Tony, mientras que Geezer y Bill van siguiendo el ritmo con sus respectivos instrumentos; regresando posteriormente a la melodía inicial para que después el guitarrista vaya cobrando protagonismo y luego le da paso Ozzy para que éste entone el tercer verso, dándole así punto final a la canción.

«Tomorrow’s Dream» fue interpretada en vivo por el grupo de manera constante desde enero de 1972, es decir, antes de comenzar a grabarse el álbum, permaneciendo en el set list generalmente como tema de apertura hasta noviembre de 1974. Interpretándose posteriormente y de manera esporádica a partir de 1999.

El tercer tema del disco está conformado por una balada de nombre «Changes», que si bien no tuvo mucho impacto en la época en que salió, con el paso de los años se ha ganado su lugar como uno de los grandes temas del grupo y en cuya temática nos encontramos a Ozzy Osbourne cantando de manera emotiva, la tristeza que siente por haber perdido al amor de su vida y su anhelo de volver atrás y cambiar su pasado.

La canción se inicia con el sublime sonido de un piano interpretado por Tony Iommi, el cual es acompañado por la voz de Ozzy mientras que Geezer Butler interviene ejecutando un melotrón, aparte de reforzar los versos de Ozzy con su bajo. Dicha instrumentación y la voz del cantante se mantienen presente de manera uniforme a lo largo del tema. El baterista Bill Ward no participa en esta grabación. «Changes» formó parte del repertorio del grupo de manera muy esporádica ente 1972 y 1973; también fue interpretada pocas veces en 1995, cuando Tony Martin era cantante del grupo.

El álbum continúa con unos percusivos efectos de sonido producidos por los golpes efectuados con el crucifijo que usaba Tony Iommi sobre el mástil de su guitarra; apropiadamente titulado «FX» y grabado en modo de broma, se dice que el golpe inicial se produjo de manera accidental y que al encontrarse rodando la cinta de grabación, decidieron incluirla en el disco.

El primer lado del disco termina con una de las piezas más pesadas que hayan sido grabadas por el grupo, se trata de «Supernaut», cuyo frenético ritmo sirve de ejemplo para definir el término «headbanging» o «sacudida de cabezas» que efectúa el público bajo la estridencia de la música. La canción comienza con Bill Ward dando unos acelerados golpes al hi-hat de su batería, para luego darle paso a Tony Iommi descargando unos riffs de introducción que marcan la melodía principal, siendo seguido por el bajo de Geezer junto a la batería de Bill, cuyo sonido se destaca por encima de los demás.

Posteriormente interviene Ozzy Osbourne cantando unas letras en donde éste asume el papel de una persona que lo ha visto todo en la vida y que no necesita de nadie para seguir adelante. Después de entonarse la segunda estrofa y de repetirse el riff inicial, por el canal izquierdo se escucha al guitarrista descargando un acelerado solo que luego se va trasladando al otro canal para después quedar sonando en el centro; y una vez concluido el solo, la banda regresa al ritmo principal para así darle paso a un extraordinario solo de batería, en donde Bill Ward demuestra su destreza como músico y sobregraba otros instrumentos de percusión sobre el referido solo, el cual se extiende hasta la posterior intervención de la banda en donde Ozzy canta el último verso. La canción concluye en fade-out con el grupo interpretando el ritmo principal.

«Supernaut» resultó ser un tema popular dentro del repertorio en vivo de Black Sabbath, ya que fue interpretado de manera constante desde 1972 hasta 1976; luego regresaría al set list durante las presentaciones efectuadas con Ian Gillan como cantante, entre 1983 y 1984. También fue interpretada en 1992, en una de las presentaciones efectuadas en California junto a Rob Halford, cuando éste sustituyó a Ronnie James Dio.

El lado «B» del disco se inicia con «Snowblind», otra de las canciones más famosas del grupo y cuyo título hace referencia al abuso de la cocaína, sustancia conocida por todos los integrantes de Black Sabbath en aquélla época, presentando unas letras en donde el cantante reconoce el daño que les produce dicho abuso, pero también nos habla sobre su incapacidad de abandonarla. Por otro lado, el término «Snowblind» es utilizado para describir el efecto que produce la nieve sobre la visión de las personas durante un día soleado, tal como se señala durante el puente de la pieza.

El comienzo de la canción está marcado por una lenta pero contundente introducción de guitarra, bajo y batería (cuyo sonido se repite al final de cada verso), en donde los arpegios de Tony son acompañados por los toques de Bill, para después seguir todos un ritmo de medio tiempo que le da paso a la voz de Ozzy, quien susurra de forma casi inaudible (por el canal izquierdo) la palabra «cocaína» al final del primer verso.

Cuando llegamos al puente de la canción, tanto el bajo de Geezer como la batería de Bill reducen un poco el ritmo, mientras que los arpegios de la guitarra de Iommi se extienden para darle paso a Ozzy, cuya voz se acopla a la melodía establecida por el guitarrista, quien posteriormente interpreta un emotivo solo muy cercano al blues y que se extiende hasta que la banda regresa con el ritmo principal para que se escuche el siguiente verso.

Una vez que vuelve a sonar la melodía de introducción, el guitarrista descarga un acelerado riff, cuyo ritmo es imitado por Geezer y Bill al grito de «right» efectuado por Ozzy, quien canta siguiendo el tono de sus compañeros para luego sonar de nuevo el ritmo de introducción, escuchándose el sonido de un melotrón (interpretado por Tony) al momento en que Osbourne nos canta el último verso, que al concluir le vuelve a dar paso a la guitarra de Tony quien descarga un potente solo, el cual sigue sonando junto a los demás instrumentos mientras que el tema se desvanece en fade-out.

«Snowblind» fue interpretada en vivo de manera constante por la banda desde 1972 hasta 1978; de igual manera estuvo presente dentro del repertorio del grupo cada vez que éstos se reunieron con Ozzy Osbourne a partir de 1997. Vale mencionar, que la intención inicial de Black Sabbath había sido titular su nuevo álbum como «Snowblind», pero la disquera se negó por su clara referencia a la cocaína.

El álbum continúa con un tema de nombre «Cornucopia», en cuya introducción escuchamos a la guitarra de Tony, al bajo de Geezer y a la batería de Bill, desarrollando en sus primeros treinta segundos un rock pesado y siniestro, que después deviene en un acelerado ritmo que se mantiene presente mientras que Ozzy va cantando los versos y el puente.

Posteriormente nos encontramos con un interludio en donde el guitarrista nos presenta un arpegio por el canal derecho que luego es acompañado por el sonido de un gong, junto a la batería y el bajo; después de este breve interludio, la guitarra de Tony vuelve a ejecutar un ritmo acelerado el cual es seguido por Bill y Geezer en sus respectivos instrumentos, escuchándose posteriormente a Ozzy cantando sobre este ritmo para después volver el grupo con la melodía inicial, en donde el cantante entona el último verso con su puente.

En virtud que se ha definido la «Cornucopia» como un vaso en forma de cuerno que simboliza la abundancia, las letras de este tema han sido objeto de diferentes interpretaciones a través de los años, en donde muchos coinciden que las mismas tratan sobre la locura que puede padecer una persona al poseer demasiados bienes materiales sin prestarle atención a su alma. Por su parte, «Cornucopia» fue interpretado en vivo de manera más o menos frecuente entre 1972 y 1974; regresando al set list en el 2001.

El siguiente tema del álbum es un hermoso instrumental acústico titulado «Laguna Sunrise», que a pesar que su composición se encuentra acreditada a toda la banda, lo cierto es que la misma se originó por el guitarrista Tony Iommi, quien se inspiró al observar el amanecer mientras éste se encontraba en una propiedad ubicada en Laguna Beach, California.

La pieza comienza con el sonido de dos guitarras acústicas, en donde Iommi mantiene un ritmo uniforme por el canal derecho, mientras que en el otro canal va interpretando un repetitivo solo; interviniendo posteriormente una sesión de cuerdas (con músicos no acreditados) que realzan el carácter sublime de la canción, cuyo solo de guitarra que sale del canal izquierdo se extiende a partir del primer minuto para luego regresar a la melodía inicial, la cual seguimos escuchando hasta que el tema se desvanece en fade-out.

La penúltima canción del disco lleva por nombre «St. Vitus’ Dance», la cual nunca fue interpretada en vivo y que empieza con un acelerado ritmo en donde la guitarra de Tony ocupa el papel principal, a la vez que es acompañado por el bajo de Geezer y la batería de Bill, quien también se desempeña usando su pandereta; dicha introducción se irá repitiendo en varios segmentos de la canción, mientras que la voz de Ozzy se escucha en los momentos en que la banda ejecuta un rock de medio tiempo y la cual es amplificada al sonar el puente que aparece a mitad del tema, para después volver a escucharse el ritmo inicial y la canción termina después que Ozzy canta el último verso.

En las letras del tema escuchamos a Ozzy aconsejándole a un amigo para que éste no ponga fin a su relación con una chica, ya que a decir del cantante ésta lo ama; siguiendo en cierto modo la misma temática seguida por The Beatles con su tema «She Loves You». Por otro lado, no se encuentra relación con el título de «St. Vitus’ Dance» con las letras de la canción, por lo que se asume que dicha denominación se eligió al azar, por cuanto lo que se conoce como el «baile de San Vito», es que se trata de una enfermedad degenerativa del sistema nervioso en donde el afectado sufre de movimientos involuntarios en su cuerpo.

«Vol. 4» termina con un excelente tema llamado «Under The Sun», en cuya lenta introducción escuchamos al grupo presentando su característica atmósfera siniestra y oscura, para que después el ritmo se acelere y entre la voz de Ozzy describiendo su rechazo dirigido a los fanáticos religiosos y a las personas manipuladoras, aconsejándo a los oyentes que hay que creer en uno mismo.

Cuando la canción se está acercando a los dos minutos, Iommi descarga con su guitarra un acelerado riff cuyo ritmo es seguido por Bill y Geezer, efectuando unas pausas para que la batería cobre protagonismo y después interviene Ozzy cantando esta sección -que en la edición americana del disco se le dio el título de «Every Day Comes And Goes»- y después de otra pausa efectuada por todos con excepción del baterísta, el acelerado ritmo continúa mientras que el guitarrista se destaca efectuando un contundente solo que se extiende hasta que el mismo Iommi utiliza el riff anterior, en donde Ozzy canta los últimos versos.

Una vez que Ozzy termina de cantar, se escucha el amplio sonido de un gong que sirve de señal para que intervenga Tony Iommi desatando un repetitivo pero poderoso riff con su guitarra (el cual se mantiene presente a lo largo de esta sección), a cuyo ritmo se le suman Bill y Geezer con sus respectivos instrumentos, mientras que Tony interpreta unos solos que resuenan por ambos canales, hasta que la canción termina con el ritmo desacelerándose.

A pesar que «Under The Sun» fue interpretada en vivo por Black Sabbath de manera esporádica durante 1972, la canción fue ejecutada con mayor frecuencia a partir del 2012.

La portada de «Vol. 4» muestra una fotografía monocromática de Ozzy Osbourne, tomada en un concierto por Keith McMillan (1934-2012) quien ya había trabajado anteriormente con el grupo bajo el seudónimo de Marcus Keef; siendo diseñada dicha portada por la firma «Bloomsbury Group». La edición original del álbum presentó un libro de fotografías en donde se mostraba a los integrantes del grupo actuando en vivo.

Como mención especial, la banda agregó en los créditos del disco un agradecimiento a la gran compañía «COKE-Cola», por estar siempre presente en sus ensayos y sesiones de grabación.


Para efectuar esta reseña consulté Wikipedia; así como las notas incluidas en la edición remasterizada de «Vol. 4» publicada en 1996 y en la caja recopilatoria «Black Sabbath – Black Box (The Complete Original 1970-1978)», publicada en 2004.

Rafael Coutinho.