GUN – 10 de Noviembre 2022 – Sala Shoko (Madrid)

Lo reconozco, no me queda mas remedio y es claramente perceptible, Mark Rankin era inigualable, lo es, y es por esto por lo que más de treinta años después un servidor siga sin aceptar del todo escuchar los temas de un álbum impecable, “Taking on the world” en la voz de otro cantante, aunque ese sea uno de los fundadores del grupo, Dante. Es más, incluso un vocalista admirado por mi como es Toby Jepson (Little Angels) no consiguió igualar el sentimiento y la fuerza de esos temas. Pero la vida continua y si quieres seguir disfrutando de estos himnos a mano de sus creadores tiene que ser así, hay que aceptarlo y punto.

Dicho esto, y esperando que no haya ningún ofendidito leyendo, espero que hagáis un ejercicio de sinceridad y aunque no lo reconozcáis públicamente como yo, seáis lo suficientemente sinceros para admitir que pensáis lo mismo que yo, por que por mucho que os duela reconocerlo, no os volvisteis igual de locos con “She knows” o “Here´s where i am” que con, por ejemplo, “Don´t say it´s over”, donde empezasteis a daros cuenta de que estabais ante una banda que amáis asi que, no matéis a este pseudo periodista porque os está poniendo un espejo delante. Y es que la trilogía que nos dejó la unión de los hermanos Gizzi con Rankin fue una barbaridad. Si, lo sé, fueron cuatro, pero…hasta el mejor escriba puede echar un borrón así que, no se lo tengas en cuenta.

Pero no quiero que esto sea una crítica/queja para nada, es más, disfruté muchísimo con todo el show, bueno, miento un poco, disfrute enormemente con los temas clásicos de la banda ya que sonaron con el mismo ritmo y pasión de antaño, no con la vuelta de tuerca ofrecida en “The Calton songs”, y además, descubrí a una proyecto, realidad, de bestia a las baquetas, un jovencísimo Nick Georgiou, tremendo lo de este chaval, no solo por técnica, que también, sino por la pegada y pasión con que hace todo el concierto, una barbaridad. Lo cierto es que, aunque suene hilarante, los actuales GUN tienen su punto más flojo en sus fundadores, los hermanos Gizzi, y eso es mucho decir, pero es que tanto Andy como Tommy son más que solventes.

El concierto fue corto, no llego ni a la hora y media, me faltaron mas temas, si, los que no tocaron de su debut, pero, es curioso, con todo y con eso, no recuerdo un concierto de los de Glasgow en el que no haya disfrutado muchísimo escuchándolo, incluso en su versión acústica, esto tipos siempre consiguen arrastrarme allá donde estén sobre un escenario, maldita sea.

¿Se puede vivir con un disco y un puñaito mas de temas el resto de la vida de una banda? La respuesta es GUN, los de Glasgow llevan toda una carrera exprimiendo al máximo su disco debut publicado en 1989. No podría deciros cuanto va a durar esto, pero, visto lo visto, parece que no tiene fecha de caducidad y es que, cuando un álbum es bueno el tiempo lo hace incunable.

Texto y fotos: Raúl Blanco