Sepultura + Sacred Reich + Crowbar – 12 de Noviembre 2022 – Razzmatazz 2 (Barcelona)

Este 2022 se celebran los 30 años de la edición de «Under Siege», el legendario vídeo en directo que Sepultura grabaron en la sala Zeleste de Barcelona en la gira de presentación de «Arise» (1991). En esa gira los teloneros eran los americanos Sacred Reich, así que esta efeméride era aún más especial ya que el pack de bandas se repetía, por no hablar de la guinda extra añadida al cartel de una banda legendaria como Crowbar.

Por desgracia, la floja venta de entradas dictó que se pasara el show a la sala 2 de Razzmatazz, con lo que el aniversario no fue completo. Como contrapartida, la sala colgó el cartel de ‘no hay entradas’, con lo que el ambiente de sábado noche era el de las grandes ocasiones.

Tomaron el escenario Crowbar para abrir la velada. La legendaria banda de sludge doom capitaneada por Kirk Windstein no tenía demasiado tiempo, así que entró a matar con «High Rate Extinction» seguida de «Conquering». Los riffs pesados marca de la casa retumbaban en una Razz 2 que se iba llenando poco a poco.

La hierática postura eterna de Matt Brunson tras su guitarra y de Shane Wesley tras su bajo son cuestión de pura actitud. Crowbar quiere proyectar una imagen de banda impertérrita que no dedica ni un segundo a descansar entre tema y tema. «The Cemetery Angels», «Chemical Godz» o «To Build a Mountain» justificaban el estatus de la banda de Nueva Orleans, con una propuesta que con Crowbar se mantiene a nivel bastante underground, lo cual no deja de ser curioso ya que la receta que llevó a Down (la banda en la que Windstein compartía aventuras con Phil Anselmo, Pepper Keenan o Rex Brown, entre otros) al mega estrellato metálico no deja de ser muy parecida. Está claro que, en el negocio del metal, el marketing también importa.

Windstein y su barba mandan como pocos en el escenario, y el sonido ya estaba bastante afinado cuando la banda atacó la recta final con «Planets Collide» y «Like Broken Glass» que cerraron unos escasos 40 minutos de sludge metal de muchos quilates. Una apertura perfecta para una velada que justo empezaba.

Otros veteranos curtidos en mil batallas, Sacred Reich, eran los siguientes en tomar el escenario. La sala ya estaba prácticamente llena, pues la media de edad del público delataba una cierta contemporaneidad con estos majaras thrash de la vieja escuela. Dicho y hecho. Solo con las iniciales «Divide & Conquer» y «The American Way» la banda ya sonaba como un tiro, y el público empezaba a vibrar.

Phil Rind y Wiley Arnett son los dos miembros más longevos en el seno de la banda de Phoenix, pero bien acompañados por Dave McClain a la batería (de vuelta a la que fue su banda a principios de los noventa tras casi dos décadas con Machine Head) y Joey Radziwill a la guitarra rítimca.

El nivel de energía del bolo no bajó ni un segundo y el ambiente se iba caldeando por momentos con cortes como «Manifest Reality», la coreada «Killing Machine» o «Salvation». El sonido es de puro thrash ochentero, aunque Sacred Reich estén tocando temas de su disco de 2019 «Awakening».

También hubo concesiones a los fans de toda la vida, claro que sí con «Death Squad», «Independent» o el mini clásico «Surf Nicaragua» (¿el mejor título de la historia del thrash metal?) que pusieron la sala patas arriba y, me atrevo a decir, el listón peligrosamente alto para unos Sepultura que eran el plato principal de la noche.

Con el clasicazo «Policia» de Titas sonando por la PA, estaba claro que los de Belo Horizonte estaban a punto de saltar a escena, y así fue. Iniciando el show con «Isolation» el tema que también abre «Quadra» (2022), Sepultura quieren mandar un mensaje, pero este queda en segundo plano cuando la banda sigue con «Territory» de «Chaos AD» (1994) y la sala se viene abajo.

Mucho se puede hablar de la historia de Sepultura y de los bandos que se formaron con los hermanos Cavalera, las disputas y demás, pero lo que está claro es que Paulo Jr. y Andreas Kisser son ahora la cabeza visible de la banda, y a pesar de que mucha gente está aquí para escuchar clásicos de nuestra vida, la banda viene a presentar un disco nuevo, y no se amedrenta.

De «Quadra» cayeron media docena de temas como «Means to an End», «Last Time» o «Guardians of Earth», que van intercalando con temas de toda la vida. Derrick Green, el «cantante nuevo» que, por cierto, ya lleva 25 años en la banda, nos promete un repaso de todo el legado de Sepultura, y así es. Temas como «Propaganda» o «Infected Voice» se van alternando con cosas de nueva hornada como «Machine Messiah» o «Kairos».

La banda suena como un tiro y no me extraña; con un tipo como Eloy Gasagrande tras los parches, la verdad es que me resulta complicado imaginar que una banda no pueda sonar como una puta apisonadora. Aunque Paulo sigue con su actitud de siempre de «yo salgo a tocar y no me rayes», Kisser se ha convertido en el líder absoluto sobre el escenario. es quien más interactúa con el público y quien más se desmelena sobre el escenario.

Green no se puede desmelenar demasiado (ba-dum-tchs!) pero el tipo es una fuerza de la naturaleza con una presencia escénica imponente, y una actitud intachable. A medida que el show va avanzando, los clásicos van cayendo y es así como «Dead Embryonic Cells» sube la temperatura lo indecible, especialmente en el que es posiblemente uno de los tres breakdowns más increíbles de la historia del metal. Impagable gritar a pecho descubierto el «¡UNO, DOS, TRES, CUATRO!» cuando el tema baja al medio tiempo.

Estaba todo listo para encarar la recta final del show cuando durante la interpretación de «Agony of Defeat», al parecer una cerveza voló justo hacia la mesa de sonido de la banda y de repente el sonido paró por completo. Carreras aquí y allá por parte de la crew de la banda y el personal de la sala por intentar solucionar el problema no parecían dar sus frutos. La banda acabó abandonando el escenario y la sala incluso llegó a anunciar el final anticipado del show.

Por suerte, se intentó seguir el show con la mesa de la sala (¿me pregunto por qué no se intentó directamente antes de anunciar que el show quedaba suspendido?) y, a pesar del enfriamiento de la banda, el público reaccionó de manera muy positiva y los llevó en volandas el resto del show. Sepultura nos correspondieron dejando caer sobre nosotros, una tras otra, «Refuse/Resist», «Arise», «Ratamahatta» y «Roots, Bloody Roots» para hacer que el parón quedara en mera anécdota y dejar a todo el mundo plenamente satisfecho.

Los Sepultura de 2022 quizá no tienen la solera de los Sepultura de los noventa, pero la profesionalidad, la actitud y el tesón son intachables, y la verdad es que estos cuatro tipos se ganan, día a día, el derecho de enarbolar este nombre por el mundo y defender el legado de esta banda. Por si fuera poco, en Barcelona les pusimos un obstáculo extra que supieron superar sin demasiados agobios y acabar por todo lo alto. Quizá no pudimos celebrar el 30 aniversario de «Under Siege» donde hubiera sido de justicia hacerlo, pero Crowbar, Sacred Reich y Sepultura nos regalaron una noche de riffs y metal a la vieja usanza.

Texto y fotos: Edko Fuzz