Soen + Molybaron + Terra – 10 de octubre de 2023 – Sala Apolo (Barcelona)

Si hay una banda en constante progresión y en crecimiento continuo es Soen. Su meteórica carrera recorre ya seis trabajos y una gran cantidad de giras que siempre han pasado por España. La presentación de ‘Memorial’ no ha sido una excepción y el éxito en la venta de tickets no se ha hecho esperar con todas las ciudades prácticamente agotadas.

Para cuando aparecieron Terra en escena mucha gente aún no había accedido a la sala, pero los que sí lo habíamos hecho nos llevamos una grata impresión con ellos. De entrada, el espacio del que disponían para actuar era mínimo y apenas podían moverse en el escenario pues cada banda lleva su equipo y su batería. Su ventaja es que su batería, Daniele ‘Zed’ Berretta’ es, a su vez, el cantante.

En poco más de media hora nos desarmaron con su metal progresivo lleno de músicas tribales y étnicas que confieren a su propuesta una dosis de personalidad más que interesante. Su debut, y único disco hasta la fecha, centró su repertorio con cortes como “This scent” o “Rise”, aunque también tuvieron tiempo para deleitarnos con una personal versión del “Teardrop” de Massive Attack. Propuesta más que interesante y sorprendente la suya.

Los franceses Molybaron, de ascendencia irlandesa por la presencia de su guitarrista y vocalista Gary Kelly, acercaron su estilo más al de Soen aunque, a decir verdad, poco tienen que ver también con ellos. En pleno cartel ecléctico, Molybaron subieron los decibelios con un Prog Metal cañero de bajo prominente y con protagonismo de Gary a las voces. El sonido, limpio y contundente, favoreció a la banda que tuvo tiempo de tocar temas de sus tres trabajos haciendo especial hincapié en ‘The mutiny’ y ‘Something ominous’. Por lo melódico de su inicio, Molybaron empezaron a conquistarnos con “Set alight” y ya dejaron claro de buen inicio que los coros grandilocuentes son un elemento esencial en su música. A partir de ahí un carrusel de buenos temas con la banda entregada y con el público prestando mucha atención a las andanadas de los galos.

Antes de terminar, Gary tuvo tiempo de bromear con el título de sus canciones y es que tras “Lucifer” tocaron “Vampires” (entiéndase el juego de palabras). Gran concierto, muy sólido y con un repertorio muy acertado. Habrá que seguirles la pista.

Que ‘Memorial’ es uno de los discos del año es algo que ya sabíamos y así se va a reflejar en muchos tops anuales. Que Soen es una de las bandas del momento y tienen un directo demoledor es algo que, aunque todos sepamos, se constata en cada gira que hacen y en las que la banda cada vez se muestra más compacta, más compenetrada y con una mayor producción. Así las cosas, esta presentación solo podía ser un éxito. Y a fe que lo fue.

Soen salieron poniendo toda la carne en el asador haciendo un repaso a varios de sus discos más emblemáticos con “Sincere” de ‘Memorial’, “Martyrs” de ‘Lotus’ y “Savia” de su debut ‘Cognitive’. Mientras la banda crecía y crecía en su interpretación Joel se dejaba querer mostrándose atractivo en su outfit y haciendo un despliegue vocal de relumbrón. Un arma de repetición disparando sirvió como entrada a “Memorial” con la que llegó el primer momento emotivo de la noche con Joel copando el centro del escenario, modulando su voz para llegar a todos los tonos ante la emotividad de la pieza.

La banda conseguía un meritorio balance de su discografía mientras Lars Ahlund hacía gala de su versatilidad como músico yendo de la guitarra al teclado y Cody Ford desangraba sus cuerdas con melodías envolventes y sonrisas cómplices con el público.

No eran pocas las voces autorizadas de los fans que decían que el mejor músico que hay en Soen es su batería, el uruguayo Martín López. Escuela y bagaje para ello no le faltan, y aunque no voy a ser yo quien contradiga esa opinión, sí diré que la voz de Joel Ekelöf me enamoró en directo más que aún que en estudio. Sabido es que a Joel se le olvidan las letras y por ello lleva un prompter en el escenario en el que puede leer las letras que tiene que cantar, pero nada que no hagan cientos de bandas.

Sirenas antiaéreas antes de “Fortress” para dar pie a una segunda parte del concierto frenética en la que se sucedían los temas a velocidad de vértigo con la banda gustándose y con el público totalmente entregado en un concierto que pasaba de ser demoledor a memorable.

Que sí, que Joel tuvo algún gallo acusando el paso de la gira, que para todo el mundo faltaron temas… pero con “Modesty” y “especialmente “Lotus” la tensión emotiva se tornó superlativa.

Ya en el bis Martín agradeció al público “por darles de comer” y con ello dieron a escoger al público entre “Jinn” y “Lunacy” y la respuesta del personal fue aplastante hacia la segunda mostrando que ‘Lotus’ cambió la carrera de los suecos.

El cierre tuvo una protagonista sorpresiva y es que no es habitual que las bandas, y menos con el recorrido de seis discos, cierren con un tema reciente. “Violence” tuvo ese privilegio y a medida que la escuchaba entendía el porqué de la elección. Su energía y virulencia mientras los cañones disparaban humo, sus interludios más melódicos y su carácter hímnico justifican tal elección. Se despidieron entre vítores y con Oleksii ondeando una bandera de su país, Ucrania, con aplausos generalizados de los fans.

Hora cuarenta de concierto que dejaron a todo el mundo satisfecho, exhausto y con ganas de más. Soen lo han vuelto a hacer, han vuelto a ganar otra vez y apuesto a que seguirán haciéndolo porque están en estado de gracia y no tiene visos que esto cambie. Una noche memorable.

Texto y fotos: Marc Gutiérrez