De la mano de Madness Live! llegó a Barcelona la gira de thrash metal más completa e interesante de este otoño. Un cartel con un equilibrio perfecto entre bandas de varias corrientes y épocas de un estilo que parece vivir una segunda juventud. Con una entrada muy digna aunque no espectacular, los cuatro grupos dieron conciertos potentes e intensos que calentaron el pit desde el primer hasta el último tema. Destruction fueron una apisonadora como siempre, aunque yo disfruté especialmente de la descarga de los americanos Flotsam and Jetsam, que me cautivaron con su buen sonido y su excelente mezcla de contundencia y melodía.

Texto y Fotos: Albert Vila

Siempre es una sensación agradable llegar a las puertas de la sala Razzmatazz y encontrarte los bares de enfrente llenos de thrashmetaleros, en su mayor parte ya entrados en años, ataviados con vaqueros estrechos y sus clásicas chaquetas llenas de parches. Siendo el thrash el primer estilo con el que realmente me identifiqué (hoy soy demasiado ecléctico como para hacerlo con ninguno), me siento como en casa en este ambiente. El de hoy era mi primer concierto de la temporada y uno de los días marcados en rojo en el calendario de este interesante otoño. No es para menos, ya que nos visitan dos clásicos absolutos del género como son los alemanes Destruction y los americanos Flotsam and Jetsam, dos visiones del thrash totalmente distintas pero que, a lado y lado del Atlántico, beben de la misma fuente y son dos garantías en directo. Para abrir la velada, dos grupos jóvenes que tenía bastantes ganas de ver, ya que vienen pujando fuerte y apuntan realmente alto, como son los suecos Enforcer y las brasileñas Nervosa.

Me pareció bastante curioso, por cierto, que el puesto de camisetas y merchandising no se ubicara en el interior de la sala como pasa normalmente sino que estuviera en un remolque aparcado a las puertas de ésta. No conozco los motivos para que fuera así, pero en todo caso me pareció una decisión algo dudosa. Me suele gustar ir husmeando en el merchandising entre banda y banda para familiarizarme con lo que llevan, y a veces estas repetidas visitas hacen que me acabe enamorando de algo especial. Tal y como estaba aquí, solo tienes ocasión de verlo todo de golpe y atropelladamente cuando ya estás saliendo, con lo que estoy seguro que vendieron bastante menos que si lo hubieran hecho de la manera habitual.

Nervosa

A las 18:15, hora en que Nervosa tenía que empezar su concierto, la sala aún presentaba un aspecto algo desangelado, y no hay duda que el hecho que su descarga se retrasara unos quince minutos jugó a su favor, ya que dió tiempo a llegar a aquellos que se quedaron apurando sus cervezas hasta el último momento. Las brasileñas ya estuvieron por salas españolas este mismo verano encabezando su propia gira, pero no hay duda que el hecho de abrir para Destruction les ha dado la oportunidad de presentar su thrash / death típicamente brasileño ante un público mucho más numeroso. A pesar de ser un grupo muy joven, con solo dos discos, gozan de una cierta popularidad en estos momentos, y eran más conocidas entre la gente que lo que se pudiera esperar de una primera banda. De hecho, me dió la sensación que había notablemente más expectación para verlas a ellas que para ver a Enforcer. La sala se acotó con la cortina que limita el aforo a unos dos tercios de lo habitual, y aunque el espacio que quedaba disponible no se llenó completamente, tampoco anduvimos muy lejos, presentando un muy buen aspecto desde el principio.

El trío brasileño acabó subiendo al escenario entre la emocionada ovación de los que se agolpaban para verlas, pero hasta que recibieron el ok de la mesa para comenzar aún pasó un buen rato en el que se generaron algunos momentos de cierto desconcierto. Empezaron la descarga con las notas agudas y afiladas de “Hipocrisy”, un tema perteneciente a su último disco Agony, publicado este mismo año, y en el que basaron su repertorio, con cortes como “Arrogance”, su primer single “Hostages” y mi favorita, “Intolerance Means War”, atronando y dando a la gente exactamente lo que habían venido a buscar: tralla burra y excusas para dejarse la piel en la pista. Tampoco se olvidaron de los temas más conocidos de su corta trayectoria anterior, como el excelente “Masked Betrayer”, o “Death!” y “Into Moshpit”, pertenecientes a su primer disco. Con ésta última cerraron el poco tiempo del que dispusieron dejando un gran sabor de boca entre un público que se entregó y disfrutó en todo momento.

Aunque no inventan nada, sonaron potentes, sólidas y compactas, y tienen energía y actitud para parar un tren. Prika Amaral lleva el peso musical de las canciones a la guitarra pero pasa bastante desapercibida en el escenario al lado de la bajista / cantante Fernanda Lira, que es un torbellino, no para de moverse, gasta un vozarrón envidiable, tiene carisma a raudales y es más maja que las pesetas, animando al público en todo momento, ya fuera mediante gestos o con un español casi perfecto entre canción y canción. Detrás de los parches estaba hoy la americana Samantha Landa, que ocupa esta posición provisionalmente después de la súbita marcha de Pitchu Ferraz poco antes de la gira, y que dió la talla sin problemas a pesar de alguna metida de pata ocasional. Las componentes de la banda estuvieron paseándose y repartiendo sonrisas por la sala durante el resto de la velada, demostrando disfrutar del estátus que tienen. Es interesante poder contar con una banda puramente femenina en el limitado mundo del metal extremo (no recuerdo demasiadas, la verdad), y seguro que si siguen repartiendo tralla como demostraron aquí lo van a petar y se van a convertir en las niñas de los ojos para muchos.

Setlist Nervosa:

Hypocrisy
Arrogance
Death!
Intolerance Means War
Masked Betrayer
Hostages
Into Moshpit

Enforcer

A pesar de que Enforcer es un grupo que me parece divertido y difrutable, me sorprendió un poco su inclusión en este cartel, ya que su estilo se aleja bastante de lo que practican el resto de las bandas que veníamos a ver hoy. Musicalmente hacen un speed metal que bebe muchísimo de la NWOBHM (pienso en grupos como Angel Witch, Diamond Head o los mismos Judas Priest de la primera época), pero visualmente y en cuanto a actitud tienen un aire a divas sexys y locazas, que es precisamente en contra de lo que el thrash se rebeló en sus orígenes. Quizás por esto mi sensación es que la gente no respondió con ellos como con los otros grupos y la verdad es que, sabiendo que los gustos del thrashero medio tampoco es que sean los más variados, se me ocurren varias bandas de thrash revivalista de repercusión parecida que hubieran pegado más en este cartel.

La canción que escogieron para que sonara antes de empezar su descarga fué una apropiada "Diamonds and Rust" de Judas Priest, y seguidamente entraron al escenario a la carrera para atacar los tres primeros temas de su último álbum From Beyond (2015). Visualmente su aspecto es impecable, retrocediendo 35 años para abrazar la estética NWOBHM hasta el último detalle con elevadas dosis de cuero, tachas, bigotitos, cardados, armillas y torsos al aire. La verdad es que el concierto empezó como un cañón, ya que tanto los tres temas mencionados como el siguiente "Live for the Night" son temazos pegadizos y coreables, mientras la actitud de la banda fué excelente, interactuando con el público y regalándonos constantes poses.

Escogieron para continuar una inesperada y poderosa versión del tema de Misfits "I Turned Into a Martian", que no sé si la gente reconoció demasiado, y a partir de ahí tengo la sensación que la cosa se dispersó un poco. No sé si fué la banda, la elección del setlist, o es que notaron que a muchos asistentes se les pasó la curiosidad de ver una propuesta que no era realmente lo suyo, pero ya nada volvió al nivel de intensidad y precisión con el que empezamos. "Below the Slumber" es un muy buen tema, con mucho gancho, que supuso los momentos más lentos y melódicos que emanaron de esos amplificadores en toda la noche, cosa que generó reacciones poco apasionadas entre el público. "Hell Will Follow" es todo lo contrario, un tema rápido y cañero con aires a Motörhead, aunque fué un poco deslucida por una ejecución y un final algo abruptos. "Mesmerized by Fire" es el temazo con el que conocí a esta banda, divertido como él solo, lleno de twin guitars y otros gimmicks del género, y pareció que por un momento iba a ayudar a remontar la situación, pero la lenta, clásica y antémica "Speak the Tongue of the Heathen Gods" acabó de desmoronar los ánimos de los que venían con más ganas de tralla y circle pits que de épica y camisas desgarradas. Un tema sin duda interesante de escuchar en disco, pero no sé si una elección muy acertada para una gira tan cañera como ésta.

Para acabar dejaron dos de sus temas más conocidos y más puramente NWOBHM. "Take Me Out of This Nightmare" es pegadiza y bailable, y sonó bien en general aunque los intentos de hacer cantar al público en la parte final no acabaron de ser del todo afortunados, sobretodo porque todo se hizo de una forma algo atropellada. "Midnight Vice" es su gran himno, que bebe mucho de los Maiden de la época DiAnno, y también el final fué algo raro, sonando como improvisado para acabar un concierto que fué claramente de más a menos. No sé, quizás es una impresión personal que no contrasté con nadie, pero me dió la sensación que, a pesar de tener muchos temas con gancho, actitud y pose a raudales y haber empezado de forma esperanzadora, por algun motivo acabaron descentrándose y perdiendo un poco los papeles, como sobreintentado algo, para acabar haciéndose algo insulsos y, en general, no acabar de convencerme. Una pena, ya que es una banda que me gusta bastante y que en disco me resultan más que disfrutables.

Setlist Enforcer:

Destroyer
Undying Evil
From Beyond

Live for the Night
I Turned Into a Martian (versión de Misfits)
Below the Slumber

Hell Will Follow

Mesmerized by Fire
Speak the Tongue of the Heathen Gods
Take Me Out of this Nightmare

Midnight Vice

Flotsam and Jetsam

Después de todos estos jovenzuelos con ganas de comerse el mundo, llegó la hora de que los veteranos nos demostraran quién manda aquí. Y vaya si se notan los años de experiencia. Flotsam and Jetsam dieron un bolo potente y espectacular, con una ejecución precisa y matemática y un nivel instrumental muy elevado. Se trata de una banda que lleva en pié desde mediados de los ochenta pero que siempre se ha mantenido en un cierto segundo plano, y para el público en general seguro que son más conocidos por ser el grupo del que salió Jason Newsted para ir a Metallica que por ninguna canción suya. Y la verdad es que es una pena, ya que hay un buen puñado de canciones suyas espectaculares, y en general se trata de una banda muy aprovechable, con un par de discos en los ochenta a la altura de cualquier álbum mítico y, como pudimos ver, con un directo contundente y atronador.

Empezaron al igual que lo hace su notable último disco, que lleva por título el nombre de la banda. "Seventh Seal" sonó poderosa y convenció a la mayoría, pero, como era de esperar, las cosas no se desmadraron definitivamente hasta que atacaron dos de sus temas más conocidos, "Dreams of Death" y, sobretodo, la espectacular "Hammerhead", que puso el pit al rojo vivo y hizo aumentar la temperatura de la sala un par de grados. Al contrario que pasó con el bolo anterior, la intensidad no bajó en ningun momento y la gente vivió entregada durante todo el concierto. Hubo lugar para un par de canciones más de su último disco, y las escogidas fueron "Monkey Wrench" y la magnífica "Life Is a Mess", frenética y vacilona a la vez, que fué la mejor de las nuevas, muy bien recibidas en general por los fans.

Como era de esperar, el repertorio tuvo mayoría de temas de sus dos primeros discos, sin duda los más inspirados y celebrados de su carrera, pero tampoco abusaron y también hubo lugar para dos cortes de Drift, publicado en 1995 y con un sonido mucho más modernizado, como fueron "Empty Air" y una divertida "Me", ambas con un bajo muy protagonista. Curiosamente, con solo cuatro discos de los doce que han grabado mereciendo presencia en el setlist, me sorprendió que tuvieran en tan alta consideración este Drift que a mi me parece bastante del montón. Durante la rapidísima "Desecrator", que puso la sala patas arriba, Paul Gilbert y Steve Conley se marcaron un solo interlazado harmónico cara a cara de mandíbula en el suelo, para continuar encarando poco a poco el final con una pesada y melódica "Hard on You", que fué muy disfrutada y en la que ambos gutarristas demostraron de nuevo sus sobradas capacidades. Para cerrar, la inevitable, poderosa e icónica "No Place for Disgrace", un temazo que tiene de todo, sumariza perfectamente de lo que es capaz esta banda y que, quizás, nos insinúa dónde hubieran sido capaces de llegar si no se hubieran dispersado a finales de los ochenta.

Exceptuando su cantante Eric Knutson, un pequeño nervio con una voz en perfecto estado de revista, el resto de la banda se mostró más bien inexpresiva, mucho más interesados en la música que en promover un aspecto visual demasiado espectacular. Hoy en día solo Eric y el guitarra Michael Gilbert (el del pelo corto y barba de chivo) permanecen del line up clásico, y el resto de componentes no llevan más de tres años en la banda, cosa que no impidió que sonaran compactos y se repartieran generosamente el protagonismo. A nivel de elección de temas, quizás nos quedamos con las ganas de escuchar la épica "Doomsday for the Deceiver" o algun otro tema molón de su último disco (hola, "Iron Maiden"), pero creo que nos podemos dar por más que satisfechos. En poco menos de una hora descargaron con precisión y actitud un repertorio de gran calidad. Además, poseyeron un excelente sonido a pesar de la complejidad técnica de su música y quizás por ello, unido a que no tenía unas expectativas definidas, para mí fueron los grandes triunfadores de la noche.

Setlist Flotsam and Jetsam:

Seventh Seal
Empty Air
Dreams of Death
Hammerhead
Monkey Wrench
Desecrator
Me
Life is a Mess
Hard On You
No Place for Disgrace

Destruction

Así que todo quedó preparado para los grandes protagonistas de la velada. Es probable que Nervosa y Enforcer fueran aún jóvenes y algo desconocidos, o que Flotsam and Jetsam no pasaran de banda de culto en España, pero los alemanes Destruction son uno de los grandes del thrash metal europeo, y el público peninsular ha demostrado su devoción por ellos cada vez que han venido por aquí. Sus dos últimas visitas a Barcelona fueron en 2012, enmarcados en la gira de su anterior disco Spiritual Genocide, y en el Rock Fest de 2015. En ambos casos arrasaron, y es que lo cierto es que los teutones son gente de pocas sorpresas: salen al escenario, te aplastan la cabeza durante una hora y veinte, y se van.

Y esta nueva visita, aunque el sonido no acabó de acompañar y resultó algo embarullado por momentos, no fué una excepción. La extraña pareja que forman el grandote y amenazador Schmier al bajo y la voz y el escuchimizado y antisocial Mike Sifringer a la guitarra, escondido detrás de una mata de pelo prácticamente más voluminosa que él, se basta y se sobra para patear los sesos de cualquiera que se les ponga por delante. Si añadimos que el polaco Wawrzyniec Dramowicz (al que por suerte apodan Vaaver) es otra bestia parda detrás de los parches, nos encontramos una máquina engrasadísima que, sin aparente esfuerzo, es capaz de ejecutar los potentes temas de la banda con una precisión, una contundencia y una eficacia envidiables. Precisamente fué Vaaver el que salió antes que nadie para acompañar a la batería, en un buen movimiento, la intro pregrabada con la que empieza el tema que abre y dá título a su último disco, un "Under Attack" que me encanta y que sonó magnífico. El escenario contaba con tres pies de micro decorados con fotogénicas calaveras para que Schmier pudiera ir de un lado para otro, llenando las tablas con su poderosa presencia física y vital, mientras que su compañero se quedó siempre en un silencioso y inexpresivo segundo plano. La ambientación se completaba con un par de telones con el logo de la banda y con unas epilépticas luces rojas y verdes que generaron un ambiente adecuado y efectista para el público, pero que resultaron absolutamente terribles a la hora de hacer fotos.

Las temas nuevos como "Pathogenic" y "Dethroned", que tuvieron una excelente acogida, se mezclaron con clásicos inevitables como "Curse the Gods", "Nailed to the Cross", "Mad Butcher" o "Life Without Sense", que fueron pasando como apisonadoras hambrientas por encima de un público entregado desde el minuto uno, con moshes y circle pits contínuos. La verdad es que Destruction no son gente de muchos matices: todas las canciones estan cortadas de un patrón parecido, con la velocidad y la tralla como señas irrenunciables de identidad, aunque todas tengan sus particularidades, sus estribillos coreables y sus riffs identificativos.

A mitad del concierto tuvimos la oportunidad de coger un poco de aire al dejar en los altavoces una pieza barroca clásica, opresiva y danzarína que rompió la continuidad y calmó el chafarrancho durante unos segundos. No pasó mucho tiempo hasta que esos mismos altavoces fueran tomados a traición por el señor enfadado que precede a un "Total Desaster" que, no sé por qué, sonó algo indefinido. En ese momento, Schmier, en un ataque de emoción, se puso a loar las glorias del público barcelonés, según él el mejor y más participativo de toda la gira. Es totalmente cierto que el público respondió muy muy bien esta noche, pero tampoco tengo ninguna duda de que este piropo se lo han llevado todos. Se lo perdonamos porque seguidamente pasó a introducir la fabulosa instrumental "Thrash Attack", una colección de riffs espectaculares publicados originalmente en el primer álbum, pero que se ha regrabado como bonus track de su última entrega discográfica. Un acierto su inclusión en el setlist, ya que es un tema brutal que generó un circle pit gigantesco, y no hay para menos.

Siguendo con la exhaustiva revisión que mereció su primer disco, el seminal Infernal Overkill (1986), llegó el turno para las frenéticas "Black Death" (que no tocaron completa) e "Invisible Force". "Second to None", por su parte, fué el cuarto y último tema que tocaron de Under Attack, y a mi juicio sonó espectacular. Lo cierto es que me parece un temazo, probablemente uno de los mejores de este muy buen útimo disco, pegadizo y trallero a la vez, con un par de riffs donde Mike brilla especialmente y demuestra que, a pesar de pasar bastante desapercibido en el escenario, es un guitarrista y compositor de muchos quilates. El último tema del set principal fué un potente "The Butcher Strikes Back" dedicado al público y donde la letra del estribillo se transforma para la ocasión en "Destruction Strikes Back". Solo dejaron pasar unos segundos antes de que diera comienzo el bis mediante la pregrabada "Days of Confusion", la intro de su disco de retorno en 2001, The Antichrist, que tal y como pasa allí, empalmaron con un "Thrash ‘Til Death" que no acabó de sonar bien pero que generó un circle pit bien grandote. Para el apoteósico final, dos clasicazos como son "Eternal Ban" (que tuvimos suerte de escuchar, ya que no la estan tocando en todos los conciertos de la gira) y el absolutamente incontestable "Bestial Invasion" con la que suelen cerrar habitualmente, que sonó potente y apabullante y que, así tal cual, posee algunos de los mejores riffs de la historia del thrash.

Una descarga como siempre impoluta de los alemanes, que con su impecable actitud y ejecución demostraron estar en un momento de forma excelente, aunque su actuación quedara algo penalizada por un sonido por momentos irregular. Esto no pareció importarle demasiado a los sudorosos thrasheros que aplaudieron a rabiar la salida del trío teutón a saludar (con la evidencia de que el bueno de Mike es efectivamente un enano entre los dos bicharracos que son Schmier y Vaaver) y que abandonaron la sala con sonrisas de oreja a oreja, reafirmados una vez más en su convicción que hay pocas cosas como una buena velada de thrash metal de calidad para levantarte los ánimos. Y por lo que parece teniendo en cuenta la popularidad del género a día de hoy y el nivel y el compromiso de las bandas que suben desde abajo, así será por muchos años.

Texto y Fotos: Albert Vila

Setlist Destruction:

Under Attack
Curse the Gods
Pathogenic
Nailed to the Cross
Mad Butcher
Dethroned
Life Without Sense
Total Desaster
Thrash Attack
Black Death
Invisible Force
Second to None
The Butcher Strikes Back
—-
Days of Confusion
Thrash til Death
Eternal Ban
Bestial Invasion

Texto y Fotos: Albert Vila