El germen de Dulcamara data del 2003 de la mano del guitarrista Rufino J. Cantero, que inició en Toledo un proyecto de metal melódico al que se unieron Ricardo Ortega (guitarra), Mauricio Morante (bajo) y Roberto Suárez (batería). No será hasta 2005 cuando la formación original quede cerrada con la entrada de César Arroyo, de Nocturnia, a las voces y Fernando del Olmo a los teclados.

A mediados del 2006 se presenta oficialmente su primer trabajo “Dulcamara”, ya decantados hacia un death melódico de calidad. Un año después, hay cambios en la formación con la entrada de Sergio Fraile (bajo) y Carlos Barba (batería) y deciden entrar en estudio a grabar su segundo LP en los Studios Sadman, con Santos (ex-Terroristars) como ingeniero de sonido, Leo Jiménez (ex – Saratoga, Stravaganzza, Supra) como productor y masterizado por Mika Jussila de los estudios Finnvox (Helsinki, Finlandia). En febrero del 2008 se presenta “Anatómicamente imperfecto”, que supone un paso adelante apostando por un sonido europeo con agresivas voces cantadas en castellano. Y que, además, cuenta con las colaboraciones del propio Leo Jiménez, Dave Rotten (Avulsed), Berse (Rhesus), Toni y Rubén Herrero (Cuernos de Chivo).

Tras girar por toda la península hay cambios nuevamente en la formación con la salida de Ricardo Ortega y la entrada de Rafael del Olmo a la guitarra. Desde finales del año hasta Mayo de 2009 entran en los Studios Sadman, otra vez de la mano de Carlos Santos y vuelven a masterizar en Finnvox Studios con Mika Jussila pariendo este fenomenal disco que hará las delicias del oyente mas exigente con una producción de autentico lujo.

El disco nos presenta una historia conceptual que nos hará descender hasta los más oscuros rincones del alma humana, presentado en un digipack de lujo con un libreto de 24 páginas todo ello ilustrado por Colin Marks.

Tras el “Preludio” empieza los ritmos grandilocuentes de “Rata”, una buena canción entroncada con el death metal melódico que actualmente se factura en Europa, con poderosos solos y exquisita armonía. Las voces, como en todas las bandas de death metal, son guturales, pero en Dulcamara se entiende bastante bien lo que canta César como en “Cadenas” y es que el fenómeno se marca diversos registros en las voces, desde la desgarradora y tenebrosa hasta la mas normal y heavy, por lo que el disco gana muchos enteros.

Con sonido un tanto más oscuro tirando a doom nos llega “Prototipo” que da paso a otro de los mejores temas, “Madre”, con una atmosfera delicada y dura a la vez que hará las delicias del respetable. Impresionante es el tema “Crisálida” donde la dulce voz de Aroa Martín (Khael, Stravaganzza), da el contrapunto ideal a la voz gutural de César cuyo resultado es realmente exquisito.

Uno de los cortes mas heavys es “Lobo” con unas guitarras metálicas y un ritmo thrash apto para hacer headbanging. Pasamos a “Infierno” que también es una canción dura y aplastante como un mazazo del dios Thor . “Heridas” es mas intensa y dramática, casi como si de una obra teatral se tratase y cierran la historia y el disco con “Famélico” y su ambiente gótico.

Un disco imprescindible si te gusta el death melódico pero que también gustara a los amantes de la música bien hecha, sea del estilo que sea. Y este disco desde luego esta muy bien hecho.

Andrés Horrillo

Temas:
Preludio
Rata
Cadenas
Prototipo
Madre
Crisálida
Lobo
Infierno
Heridas
Famélico