Echoes of Eternity es un grupo joven nuevo y con buenas intenciones, llevan solo en activo desde 2006 y sin embargo ya han editado su segundo álbum, el cual gótico como pocos y con muchos elementos instrumentales del mejor thrash-metal pasamos a analizar.

Hace ya unos cuantos años salió a la palestra como moda los grupos góticos con vocalista femenina y aunque de ellos no son muchos los que han tenido una continuidad muy constante, Echoes of eternity están consiguiendo subir como la espuma, y aunque parte de la culpa la tiene el espectacular físico de su cantante su voz no deja indiferente a nadie y ni mucho menos su música.

El álbum comienza con «Ten of swords» es un corte rápido con una buena maestría y destreza instrumentalmente hablando y por supuesto una voz más depurada todavía (si cabe la posibilidad) que en el anterior larga duración, un buen tema para abrir boca con este disco a buen seguro con él empezarán sus conciertos.

«A veiled horizon» con esas mismas palabras empieza este corte que a priori es bastante más lento que el anterior, quizá se haga más pesado pero conforme va avanzando consigue introducirte en una atmósfera en la que tú te crees parte de la canción, sobre todo cuando hace un cambio de velocidad evidente hacia poco después de mitad de canción, un corte que sorprende pues piensas que va a ser un poco continuación del 1º y nada más lejos. De hecho quizá sea la continuación este tercer corte del plástico «Memories of blood and gold», bastante más fuerte que el anterior y con más garra es de admirar la destreza con el bajo de Duane Cowan, al que le sigue un enorme solo de guitarra de Brandon Patton.

Continuamos con «The scarlet embrace» mas lento en el aspecto vocal pero, también introduce tu pensamiento en un edificio completamente gótico desde el cual a pesar de ser un tema bastante rápido, el mero hecho de escuchar la voz de Francine y creer que está cantando a tu lado relaja.

Descent of a blackened soul» un tema no tan gótico como el anterior, pero de nuevo un doble bombo rapidísimo consigue despertar los sentidos de cualquiera, buen trabajo y muy acompasado el de Kirk Carrison.

Thrash metal con voz femenina es este «Twilight fires» sorprende que hayan llevado el disco a este extremo, la batería de Carrison de nuevo acaba destrozada de la velocidad y la fuerza con la que toca.

Para «Buried beneath a thousand dreams» esperaba escuchar una pequeña pausa pero completamente equivocado en lo que pensaba, empieza muy rápido y aunque algo más alejado del thrash que el anterior corte del plástico sigue en la misma onda.

«Letalis Deus» más alejada del thrash que la anterior, recupera un poco el corte musical de «Descent of a blackened soul» tremenda la labor vocal de Francine mucho más esforzada en los tonos agudos.

El tema mas largo del disco es el último «Funeral in the Sky» totalmente instrumental, es llamativo que en un grupo en el cual la principal protagonista es la cantante los instrumentos se apoderen en el último corte de la voz de Francine, posiblemente sea la canción más técnica del álbum, tiene muchos cambios de ritmos y el protagonismo de la guitarra es mucho mas pronunciado que en el resto del LP.

Es un buen álbum, desde luego que a los mas amantes del género no los va a dejar indiferentes, tiene una buena raíz y aunque posiblemente sea mas flojo que su predecesor, The forggotten goddes, tiene pinta de ser una banda con un prolífico futuro y llena de posibilidades.

Sergio Subijana.

Temas
1.- Ten of swords
2.- A veiled horizon
3.- Memories of blood and gold
4.- The scarlet embrace
5.- Descent of a blackened soul
6.- Twilight fires
7.- Buried beneath a thousand dreams
8.- Letalis deus
9.- Funeral in the sky