«El diablo vino a mí: Género, drogas y Rock and Roll» (Saigón Editorial, 2023) de Monty Peiró se revela como una joya literaria que ilumina de manera magistral las experiencias de las mujeres en el mundo del rock.

Un ensayo fantásticamente escrito, que se erige como una obra profunda y feminista que no solo denuncia las actitudes machistas, sino que también celebra la resistencia y la contribución de todas esas mujeres al rock. Monty explora las contradicciones, el malestar y la lucha constante contra los propios demonios y el patriarcado.

La reconocida cantante, guitarrista y compositora (ha formado parte de Sweet Little Sister, Gran Quivira, The Umbrellas, Everlastrings, The Backseats o Los Chikos del Maíz) logra capturar con maestría las complejidades emocionales y sociales que enfrentan las mujeres en un mundo que históricamente ha sido dominado por hombres.

Amena, mordaz y divertida, pero con un equilibrio perfecto con el enfoque académico, “El diablo vino a mí” ofrece un análisis crítico del machismo en el mundo del rock, a la vez que sirve como una herramienta de empoderamiento y conciencia para quienes que desean comprender mejor las realidades de las mujeres en la música. El libro presenta una enorme cantidad de referencias imprescindibles para hacer un dibujo completo de la aportación de las mujeres a la historia del rock: homenajea a Joan Jett, a PJ Harvey, a las Riot Grrrl, a las hermanas Llanos, a Sister Rosetta Tharpe, a Nita Strauss y a un amplísimo repertorio de mujeres a las que todas debemos todo, aunque no lo supiéramos.

Además, da voz a muchas mujeres de la escena: bandas como Tiburona, Sex Museum, Las Infrarrojas, Mafalda, Carraixet y un largo etcétera aportan sus testimonios y sus reflexiones, enriqueciendo todavía más el texto y aportando fuerza a las reflexiones de Monty. Dentro de la escena rockera se nos llena la boca de palabras como “libertad”, “hermandad” o “respeto”. Nada más lejos de la realidad. Lo vivido por la autora, y por mí misma, es un larguísimo repertorio de opresiones patriarcales: mansplainning, paternalismo, luz de gas, sexualización, cosificación, invisibilización, síndrome de la impostora…múltiples losas que pesan sobre nosotras por el hecho de ser mujeres.

Es una obra imprescindible para entender cómo las garras del patriarcado lo impregnan todo, hasta nuestra adorada escena underground; no solo destaca por su contenido esclarecedor, sino también por su capacidad para capturar la esencia misma de lo que significa ser mujer en el rock. Una lectura que inspira, provoca reflexiones y deja una huella duradera en la comprensión de las dinámicas de género en la música.

Me resulta imposible ser objetiva, por la fuerte conexión personal que me une a la obra. Como compañera de viaje durante parte de la carrera de la autora compartiendo furgoneta, escenario y vida, es una satisfacción enorme ver plasmadas estas vivencias desde una perspectiva feminista. Gracias, Monty, por hablar en nombre de todas.

Laura Martínez Carrasco