Hace unos meses Redbook Ediciones editó «Rebeldes del rock», un trabajo de los que nos gusta a nosotros sobre arqueología del Rock explicando el contenido social y político dentro del ámbito del rock en su más amplia concepción. Por eso hablamos con el autor del libro Manuel L.Poy para que nos cuente los detalles del libro y su detallado proceso de documentación, esto es lo que nos cuenta entre otras cosas…

David Aresté


M.S: Hola Manuel, es un placer tenerte por aquí… ¿Qué tal estás?

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Encantado de charlar contigo

M.S: Hace poco ha salido tu “Rebeldes del Rock”, un poco lejos del estilo de tus anteriores lanzamientos con Redbook… ¿Cómo surgió la idea de Rebeldes?

La idea parte de un encargo un tanto difuso de la editorial Ma Non Troppo, que quería un libro sobre la música popular con contenido social y político, pero sin ceñirse al mundo del folk y la canción de autor, que es su campo tradicional. Después de darle unas vueltas, propuse llevarlo al ámbito del rock en su más amplia concepción y surgió Rebeldes del Rock.

M.S: ¿Como ha sido el proceso de documentación entre tanta arqueología del rock?

Como siempre, largo y entretenido. Al trabajar en varios proyectos en paralelo, dedico los primeros meses a la labor de búsqueda: libros, webs, artículos, datos sueltos, etc. Así que activo mis alertas y trabajo en ello un poco cada día, haciendo un armazón de datos a los que luego meteré la literatura. Es un proceso que se retroalimenta, porque a medidas que buscar pistas nuevas, te van surgiendo datos por el camino que vas añadiendo al producto final.

M.S: ¿Hay algún dato que te llegó a sorprender en ese proceso de documentación?

Muchos. Piensa que yo entre en este proyecto comenzando de cero. No hay otros estudios que toquen específicamente este asunto y recorrí un sendero que para mí era absolutamente nuevo. Me llamó mucho la atención el fenómeno del provotariado en los Países Bajos, el de los rockeros izquierdistas blancos Young Patriots, codo a codo con los Panteras Negras, o el rock en la RDA, infiltrado hasta la médula por la Stasi, la policía secreta comunista.

M.S: ¿Quedó material para hacer una segunda parte?

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Queda material para hacer varios libros más. Soy consciente incluso de que me he dejado en el tintero a muchos personajes, algunos de mucho peso, pero la idea no era ser exhaustivo sino hacer un análisis general de esa situación bipolar del rock, siempre entre la rebeldía inicial y la obediencia de la fama. En cualquier caso, no tengo la más mínima intención de meterme en ese asunto, aunque invito a quién quiera a que se anime y lo haga: es un trabajo apasionante.

M.S: El Rock tiene rebeldes, atormentados, amor, desamor, frenesí, sexo… ¿Es el estilo más completo emocionalmente y socialmente hablando?

No, yo creo que no. Todos los géneros y estilos recogen, a su forma, todo ese abanico de emociones y actitudes, porque al fin y al cabo las músicas populares hablan de la vida cotidiana, de lo que le pasa a la gente, de lo que busca, lo que teme… Estoy pensando, por ejemplo, en los corridos mexicanos, que pueden ser una noticia sobre un crimen, un alarde de desamor ofuscado o la más procaz de las canciones.

M.S: Con tanta pantalla y tecnología, ¿actualmente es un rebelde quien escribe un libro?

Actualmente quien escribe un libro es una mezcla de iluso romántico al que no le queda más remedio que ejercer el paupérrimo oficio de escribir para seguir adelante, o alguien que con el mismo gramo de romanticismo, puede permitirse dedicar un montón de horas de su vida a contar algo que le apasiona. Y luego están los que viven holgadamente esto… pero a esos no los conozco personalmente.

M.S: No se si has llegado a presentarlo “oficialmente”, ya sea digitalmente o esperas a que se puedan hacer eventos como hacíamos antes…

No, salió al mercado en plena pandemia y las presentaciones digitales no son precisamente lo más adecuado para mover un libro. Espero a poder presentarlo como se merece, rodeado de música en directo… aunque no sea exactamente como antes, pero con público, al menos.

M.S: Otros de tus proyectos que han salido a la luz ha sido “Aires de Tormenta”, financiado a través de un crowdfunding. ¿Qué nos podemos encontrar en ese libro?

Es una apuesta por la ficción policiaca de ambientación histórica, con banda sonora propia. Son nueve relatos ambientados en los momentos revolucionarios de principios del siglo XX, escritos en clave de género negro para los que mi amigo Blas Picón, uno de los grandes músicos de blues de este país, ha compuesto canciones inéditas, saliéndose un poco de lo que hace habitualmente. Es un proyecto en el que han colaborado un montón de amigos, con el que estoy realmente encantado y que espero que me dé unas cuantas alegrías.

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M.S: Hemos llegado al final, si quieres decir algo más este es el momento… gracias por tu tiempo y a ver que nos depara este 2021.

Os deseo mucha suerte a todos. En cualquier caso, habrá que seguir peleando.

David Aresté